CAPITULO XXXI

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Mi nana me hizo un peinado ligero pero voluminoso y fácil de deshacer se me hizo extraño pues siempre le gustaba que luciera peinados apretados, cuando se lo comente dijo que me hacia falta un cambio, me coloco el vestido el cuan era de color blanco con hilo de oro bordado demasiado sencillo para que mi mama lo escogiera, coloco los accesorios del vestido y me comento que tenia que irse a hacerse cargo de la recepción por lo que si tenia algo se lo pidiera a alguna otra de las criadas y salió de la recamara sin mas, me quede un rato mas en mi habitación pero preferí salir y me dirigí a la recamara de mi madre 

cuando entre pude ver que la estaban terminando de arreglar 

 - te vez muy bien - me dijo con una sonrisa - serás muy feliz, el conde es muy rico y te complacerá en todo lo que quieras, además puedo ver en tus ojos que empiezas a sentir algo mas o me equivoco - solo negué  

- pero si no es amor, pensé estar enamorada de Marco, pero con Colín es diferente, es un sentimiento mas sereno, lleno de paz, no siento un remolino de emociones o un amor tempestuoso

- es complicado - se sentó a mi lado - hay amores que son torbellinos, llenos de fuerza pero no duran, solo son como una ráfaga pasajera y hay amores que nos dan paz, tranquilidad, comodidad, nos dan seguridad y eso no quiere decir que sea malo, solo es diferente, pero te darás cuenta de que es igual de intenso solo que sin tempestad,  se que te he tratado de una manera dura pero quiero que entiendas que todo ha sido por tu bien, lo mío fue un matrimonio arreglado, sin embargo logre enamorarme de tu padre antes de que llegara el día de la boda pero con el tiempo lograras entender cual es tu lugar, ahora aprovechemos que estas lista y bajemos juntas nos deben de estar esperando 

cuando bajamos había demasiada gente en la casa, por no decir que estaba abarrotada, mi casa siempre me pareció grande pero en esta ocasión sentía que me ahogaba, lo busque durante un rato pero parecía no haber llegado, todos me llenaban de felicitaciones, trate de escabullirme hacia la parte mas alejada del salón cuando de repente sentí como me sujetaban por la cintura 

- te vez hermosa - Colín puso ligeramente su mano en mi cintura y me dio un beso - el vestido te quedo perfecto, me alegra - en el fondo sabia que el había tenido que ver con este vestido y con todo mi actual guardarropa, esta tarde había descubierto varios vestidos nuevos, pero no se los iba reclamar 

- pensé que aun no llegabas, hay mas gente aquí de la que imagine, pensé que solo serian unas cuantas amistades  

- si creo que tu madre se excedió al momento de entregar las invitaciones pero no me molesta, lo importante esta noche somos tu y yo - asentí sonriendo 

- esta bien, vamos a dar una vuelta por el salón, saludemos y tratemos de que esta noche pase rápido, la verdad no me siento cómoda con tanta gente 

- te entiendo a la perfección, yo tampoco, por cierto tenemos que hablar sobre el viaje de bodas, no me has dicho a donde quieres viajar  - de repente se quedo callado, dirigió la mirada hacia la escalera y ahí estaba mi hermana con un vestido dorado, extravagante y muy elegante 

- no puedo creer que se atreva a hacer esto - lo hizo a propósito para opacarme, sentía el pecho con dificultad para respirar - esto tendrá un alto en este momento - sentí las manos de Colín tensarse sobre mi hombros, pero cuando estaba por dar un paso, lo frene 

- no amor no lo vale - sentí como cuerpo se relajaba y junto con eso, caí en cuenta de como lo acababa de llamar y como mis mejillas se tornaban de rojo 

- estoy furioso por este atrevimiento de su parte, pero el hecho de como me llamaste, esta haciendo que me olvide de toda la situación - le sonreí y en ese momento cuando vi sus ojos clavados en los míos, pude entender las palabras que minutos antes mi madre me había dicho 

Amores TraicionadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora