#21 Atascada

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Cerrando la puerta del auto tras de sí, Kenny aguardó por un momento en el asiento del conductor.

El estacionamiento en el que se encontraba estaba casi a oscuras y, si no fuera por las débiles luces que titilaban cada cuando en medio del frío invernal, el lugar tendría una imagen lúgubre, pues su uso no era usual, sirviendo realmente como almacén de autos abandonados o averiados. Sin embargo, logró aprovecharse por un buen tiempo del espacio y de igual forma, de los vehículos que allí se encontraban.

Completamente solo.

Nadie podría encontrarle mientras estuviera ahí... o eso creía.

Sus fosas nasales captaron al instante el delicioso olor a pino que provenía del nuevo ambientador con forma de árbol y, a pesar de que los vellos de su espalda

se erizaron gracias a la sensación placentera que le embargó, aspiró aquel aroma como si estuviera disfrutando de una paz que hace tiempo no conocía; alzó la mirada a propósito para mirar por el retrovisor hacia los asientos traseros, y casi por costumbre las comisuras de sus labios se curvaron para formar una sonrisa torcida. Entonces su mente le jugó una mala pasada, una que jamás esperó pues, fugazmente, pareció haber visto a su yo del pasado... cuando sus cabellos aún eran tan oscuros como la noche y gozaba de una vida sin fecha de caducidad.

Su sonrisa se desvaneció poco a poco.

-Qué gusto verte, Levi - saludó con falsa casualidad, aún cuando la imperturbable mirada de su sobrino le apuñalaba por la espalda.

El menor estaba recostado en el espaldar de los acolchados asientos -cuyo color cabe destacar, era horrible- manteniendo los brazos cruzados; sus cabellos y ropas estaban húmedos a causa de la fuerte lluvia que había estado azotando la ciudad, pero el parecía impasible ante los aspectos externos, incluso era sorprendente como podía no prestarle atención a la suciedad que dentro del vehículo podría hallarse si se agudizaba la vista. No obstante, bien había sacudido el mueble y desinfectado sus manos con antibacterial durante y después de su intromisión al auto.

Allanar vehículos no era su fuerte, la mayoría de las veces usaba la fuerza bruta que era más rápida y eficaz, aún así, una vieja camioneta pequeña fue fácil de abrir con un par de llaves y una pinza de cabello que ______ había olvidado en su chaqueta.

-Creí haberte dicho que no quería involucrarme más en tus asuntos - tajó con el ceño fruncido, sus palabras eran ácidas, lejos de poseer la familiaridad que el contrario se empeñaba en mantener. Desviando la mirada hacia la empañada ventana, retuvo las ganas de golpear el asiento del piloto - ¿Dónde está?

-Uno de mis muchachos la está cuidando... Ella nunca deja de sorprenderme.

Levi maldijo todo lo que por su mente pasó en ese instante, odió con furia su historia y a todos aquellos que formaron parte de ella, a Kenny y sobretodo a sí mismo.

Por más que quisiera tener un nuevo inicio, la sombra de su adolescencia le seguiría hasta la muerte, no había forma de escapar de ello.

Aún así, y siguiendo los ejercicios de respiración que _____ le había enseñado, Levi cerró los ojos e inspiró profundamente, no era común en él perder el control de su

persona arremetiendo con lo que se le atravesara; pero, el que alguien tan importante como ella tuviera que ser arrastrada a su pasado le enfermaba, le hacía recordar lo despreciable que era para el resto del mundo, aún cuando intentó comenzar dese cero. Ella se había convertido en una motivación.

-Hay cosas que se me escapan de las manos - añadió con voz rasposa ante el silencio de Levi -, pero igual deseo que tu madre me sonría la próxima vez...

Durante un día de Invierno ~SnK~ LevixReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora