Durante un día de Invierno ~SnK~ LevixReader

#24 Hurt

–Ah, no puede ser.

El tiempo se había ido prácticamente de sus manos, los días habían pasado tan rápido que se volvían abrumadores. Y ____ no soportaba ya la hinchazón de su vientre. Todavía faltaban un par de semanas para culminar su embarazo, pero no sabía si iba a ser capaz de soportarlo. Estar en casa era aburrido, no importaba cómo se sentase o acostase en el sofá, se sentía incómoda y no podría ver el programa que tanto le gustaba. Ni siquiera lo que había en el refrigerador le provocaba comerlo, fue sólo haciendo algo de yoga que logró sobrellevar la mayoría de las semanas del tercer trimestre, todo mediante vídeos en Internet. Realizar actividades simples distraían su atención del peso de más que había adquirido y ya no se sentía tanto como un ballena fuera del agua. Entonces, cuando Levi no estaba, salía con Mikasa y Armin a dar un pequeño paseo, a comer helado o a hacer cualquier cosa que se le ocurriera.

–¿Qué sucede? – preguntó el rubio desde los asientos traseros. Cuando salían los tres, la chicas eran quienes mandaban. Eren, por su parte, quien solía ser su apoyo masculino en cierto tipo de situaciones, estaba firmando un contrato en ese instante a miles de kilómetros de distancia.

–Hay mucho tráfico, no hemos avanzado nada – respondió Mikasa serena y pausada. Era ella quien conducía, pues nunca le había gritado a nadie mientras sacaba la cabeza de la ventana luego de perder la paciencia.

–¿Habrá sido un accidente? – cuestionó _____ sentada en el puesto del copiloto, inútilmente intentaba ver sobre los autos de adelante.

–No creo, no hay ambulancias o sirenas.

–¿No era que iban a estar reparando la calle de esta avenida? Salió en las noticias de la esta mañana – explicó Armin inclinándose hacia la de cabello azabache. Sus hebras oscuras ahora sobrepasaban sus hombros con mucha gracia.

–Lo olvidé por completo.

____ suspiró pesadamente removiéndose en su sitio, un segundo después se sacó el cinturón de seguridad. Un par de claxones se escucharon, pero los tres intentaban en lo posible ser pacientes. Sólo un lado de la vía estaba libre y cada cierto tiempo turnaban a los vehículos para que cruzaran por el.

Gracias a las clases en línea que había visto ____ donde enseñaban a embarazadas y otras personas a mantener la calma y a tomar un pensamiento asertivo, se preocupaba en ese momento sólo por respirar lentamente, con sus pausas respectivas, de lo contrario, ya habría entrado en un ataque de nervios debido a lo sofocada que se sentía. La música de la radio también le pareció demasiado escandalosa por lo que le bajó el volumen un poco.

Una patada.

–¿Oh? Alguien está molesto – mencionó a la vez que sobaba su vientre. Aún en esa etapa, los movimientos del bebé no eran tan notorios, pero ahora un par de estirones se sintieron realmente fuertes –. Ya saldremos de aquí, pequeño.

–¿Se está moviendo? – preguntó Armin. Mikasa también la miró.

–Sí, un poco. Seguro odia esta posición – ____ se había erguido al mismo tiempo que les sonreía a los otros.

–¿Quieres que llame a Marco?

¿Qué podría hacer Marco por ella en ese instante? Si bien el bebé no había nacido aún, ya ____ le había dicho que sería su pediatra. Sin embargo, unas pataditas no eran nada que necesitasen de su sabiduría.

–No, no hace falta. Sólo...

Un tirón.

Tal vez sí debía alarmarse.

–¿____? – le llamó Mikasa.

____ cerró los ojos con fuerza cuando un dolor punzante la hizo estremecerse. Eran contracciones. Instintivamente, apretó las piernas y llevó sus manos alrededor de su barriga, dejando salir un pequeño jadeo ahogado. Pero fue justo después de que sintiera un líquido escurriendo entre sus piernas que supo que su fuente probablemente se había roto.