Do KyungSoo, un chico normal, de expresiones frías y mirada singular, acostumbrado a su vida solitaria con pocos amigos, despistado y romántico en secreto conoce por accidente a la estrella musical del momento, el vanidoso y orgulloso Kim Jongin, co...
En la reunión del cumpleaños de Lay, su hermano el policía Sehun había llevado a Kyungsoo. La familia de Sehun era conservadora, por lo que lo primero que hicieron fue probar al chico a través de la aceptación de los niños, como una antigua tradición familiar, cuando ellos lo aprobaron él fue integrado de forma definitiva a la reunión.
Cuando se encontraban en la hora de la comida, Lay ordenó que se trajera un vino de ciruelas añejo. Beber es algo muy normal en Corea, es el espacio más apropiado para compartir con los amigos y la familia, tal y como ocurre en muchos países, los menores de edad no pueden consumir alcohol, así que generalmente se dedican a otras actividades.
Los más jóvenes no pueden negarse cuando una persona mayor les brinda una copa, así que Kyungsoo se vio en verdaderos problemas, cuando trató de negarse.
- ¿Vas a despreciarle un trago al cumpleañero?
- Bueno, normalmente no acostumbro a beber.
- Si te niegas vas a ocasionar una gran molestia.
Kyungsoo regresó a ver a su alrededor y un grupo de miradas expectantes la observaban, así que no tuvo más remedio que aceptar y beber de un solo trago el vaso que le brindaron esperando poder soportar; sin embargo, esta copa fue solo la primera, pues inmediatamente vinieron una tras otra las bebidas.
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La sensación era extraña, unas cinco copas después Kyungsoo comenzó a sentir un cosquilleo en el paladar, lo siguiente fue un poco de calor que hizo al muchacho sacarse su sacón, luego vino la sociabilidad. En este punto el chico comenzó a conversar libremente con quien se le acercaba, parecía que nunca había hecho otra cosa que brillar en sociedad y además era atinado en sus opiniones, fue aquí que se le acercó Eun Bi que también estaba bebiendo:
- Gracias por venir Kyungsoo, eres un muchacho muy lindo.
- Sería yo quien debe agradecer, hace mucho que no me sentía así, acogido en familia.
- Esto deberías decírselo a Sehun pues por más que hemos insistido, él nunca ha traído a nadie, esto incluye amigos, conocidos, novias o novias, como te había dicho antes.....pero entiendo por qué lo hizo, eres muy amable y alegre....un poco callado, pero sabes escuchar.
- ¿Y cómo pudo darse cuenta de eso?
- Por la forma cómo actuaste con los niños. – Eun Bi iba a decir algo más pero fue interrumpida por su esposo.
- Perdón que interrumpa pero, vamos a bailar – Lay cogió la mano de su esposa y la de Kyungsoo y los empujó a la pista.
Kyungsoo inmediatamente se puso de pie, aunque con un poco de dificultad pues el vino ya estaba causándole estragos, bailó muy alegremente pero Eun Bi le hacía dar muchas vueltas y giros, al punto que el chico se mareó aún más de lo que ya estaba y por poco cayó al piso, pero Sehun pudo atraparlo, con una mirada hizo una señal a su cuñada y se quedó con Kyungsoo en la pista.
- Oh, estuve a punto de caer, soy muy torpe en el baile jijiji. (ataque de risa) Pero tú no te ves mareado.
- Es que esta noche debo proteger a alguien.
- Jajaja, no soy un niño, por qué no quieres entender que me puedo proteger solo.
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En ese momento Sehun dio una vuelta a Kyungsoo y él con un grito casi cayó encima de la abuelita del policía, quien de paso aprovechó para dar un comentario alentador: "Hey Sehun, cuidado con el nieto, vas a matarlo antes de llegar al matrimonio", Kyungsoo se sonrojó a más no poder mientras negaba moviendo las manos, mientras tanto Sehun sonrió diciendo:
- Lo ves, esta vez necesitas de mi ayuda.
- Está bien, por esta vez, jajaja.........te agradezco mucho.
- ¿Por qué?
- Por darme la oportunidad de compartir con personas tan valiosas.
De repente empezó a sonar una canción específica y toda la gente salió a coger panderetas, Sehun llevó una también para Kyungsoo y en medio de la habitación se formó un círculo en que todos los adultos giraban, tocaban la pandereta y bailaban.
De cuando en cuando se sacaba a una pareja para bailar en el centro y como es de esperarse fueron escogidos en uno de los turnos Kyungsoo y Sehun, así lo hicieron, daban vueltas felices hasta cuando el chico de ojos grandes se paró en seco.
Kyungsoo levantó la mirada y todo le daba vueltas, el techo subía y bajaba y la voz de su amigo solo se escuchaba como un constante bla bla bla, lo siguiente que vio fue a todos los familiares de Kyungsoo a su alrededor, viéndolo desde arriba, cerró los ojos y no los volvió a abrir.
El sol de la mañana entraba por la ventana, al pie de la cama Do Hyung todavía descansaba y Kyungsoo estiraba sus brazos para desperezarse pero inmediatamente tuvo que cogerse la cabeza, dolía como si un enjambre de abejas la hubieran picado toda la noche...un momento, algo sonaba en la cocina y olía a panqueques...no...no puede ser, el chico vivía solo.
Kyungsoo se levantó puesto una sandalia porque la otra no la encontró y armado con un paraguas bajó hasta la cocina, por detrás del vidrio de la puerta que dividía al comedor del sitio donde se encontraba el intruso pudo comprobar que sí había alguien ahí...tomó el paraguas con fuerza e hizo una entrada intrépida en la que sin perder tiempo, cerró los ojos y dio un fuerte golpe con su arma al invasor.
"¿Es así como agradeces a un invitado que te está preparando el desayuno?"...la voz era conocida, sí era Sehun quien sostenía el paraguas y sonreía con una herida en el labio...pero...un momento...vestía la misma ropa del día anterior...eso quería decir...que había dormido en la casa de Kyungsoo...
