¿¡Por qué a mí!?
Pensé unas mil veces al escuchar comentarios de mi madre a la hora de desayunar, debido a mi estado de alcoholismo de anoche y por haber llegado con Hunter.
-Mamá- llamé su atención- creo que ya es suficiente.
-Suficiente será cuando sepas moderar la cantidad de tragos que tomas- dijo mientras untaba mantequilla en su pan.
-Ugh...- dije frustrada y bebiendo rápidamente mi jugo de manzana para irme a arreglar.
-¿Y a dónde crees que vas?- preguntó a mis espaldas cuando yo estaba a punto de subir las escaleras.
-Al gimnasio, hoy tengo entrenamiento- respondí dándome la vuelta para encararla.
-Dudo que vayas al gimnasio si Hunter viene a darle clases a tu hermana hoy- respondió con sarcasmo y desafiante, al parecer le gustaba hacerme rabiar por las mañanas.
-¿Y eso qué? También tengo entrenamiento personal- escupí prácticamente las palabras y subí a mi cuarto rápidamente.
¿¡Enserio cree que soy tan dependiente?! Se nota que no me conoce...
-Hayley... Uhm... permiso- dijo Elif mientras entraba a mi cuarto y cerraba la puerta despacio- me gustaría hablar contigo un momento.
-Claro, dime- respondí al momento de sacar un poleron cómodo y pasarlo por mí cabeza.
-Bueno... Quería darte las gracias por no decirle a mamá sobre...-dijo dejando la frase en el aire y yo le guiñé el ojo para darle a entender que había entendido.
-Pero eso no es todo, tu cara me dice que hay algo pendiente, que no sabes como preguntar- dije al alzarle su rostros con mi dedo pulgar y lograr que me mirara directo a los ojos.
Ella me esquivó la mirada y sus mejillas tomaron un leve color rosa, indicándome de que índole era el asunto.
-Nono... nada que ver- respondió ganándose mis carcajadas.
-Responde esto...¿Te gusta Hunter?- pregunté e inmediatamente me respondí un gigante si al ver la expresión avergonzada.
-Yo... bueno... lo encuentro lindo- comenzó a decir y al ver que la escuchaba atentamente prosiguió- además es atento, preocupado, gracioso e inteligente.
Su apariencia de chico malo la sostiene como escudo, como una protección hacia las personas que podrían hacerlo sufrir y creo que él ya tuvo que pasar por mucho para ser así.
-Pero debe tener unos 5 a 6 años más que tú- dije calculando, ya que él debía tener unos 3 años más que yo (21) y yo tenía 2 años más que Elif.
-La edad no me importa- dijo valiente y con una confianza admirable- lo que me preocupa eres tú.
-¿Yo? Sólo por que comparto con él en la escuela y en el gimnasio no creerás que tenemos algo- incrédula la miré y vi como su mirada me transmitía envidia y rencor.
-Sé lo de anoche Johanson, te escuché contárselo a Melissa por teléfono- ella se paró y se acercó a mi con ganas de intimidarme- Y quiero que sepas que lucharé por tener su amor aunque tú y el mundo estén en contra de ello.
-Mira niñita caprichosa, no logras nada acercándote con dotes de chica mala porque no te sale- dije golpeando mi dedo índice en su frente- y que te quedé claro, yo no soy competencia si quieres a Hunter por que ni me interesa.
-Perfecto, entonces tengo camino libre- dijo alejándose y caminando hacia la puerta.
-Exacto, pero escuchame bien Elif Sharim, Hunter te va a romper el corazón y yo no estaré a tu lado consolandote- dije y recibí un gran portazo de su parte.
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Hayley Johanson... La reina del ring.
Short Story"Todos aquí tenemos algo en común... Estamos hechos para pelear"