8.

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-No me lo creo!!!- exclamé mientras dejaba mi bolso en el umbral de la puerta y corría hacia la cama más próxima a la ventana- es demasiado cómoda y grande.

-Es verdad, y la vista- dijo mi compañero mientras entraba los bolsos y los dejaba en su cama para luego dirigirse al balcón.

Me paré de la cama y comencé a recorrer la habitación, toques dorados y cremas creaban una ambientación tan lujosa y espaciosa que era indescriptible.

-Sr. Ivanovic, Srta Johanson- dijo una voz desde la entrada mientras sostenía dos sobres, ambos nos acercamos y tomamos aquel presente- Espero que su estadía aquí sea completamente de su agrado y cualquier duda o inconveniente no duden en comunicarse conmigo.

-Muchas gracias, Sr. Smith- dijo Hunter y estiró su mano, yo le imité.

El Sr. Smith se retiró, dejándonos solos y sin saber muy bien que hacer ni que decir.

-Si no me equivoco, ahora tenemos el día libre completamente- dijo Hunter mientras comenzaba a desarmar sus maletas y ordenar su ropa en la cómoda, dejando completamente el closet para mi- ¿Te parece si salimos a pasear y relajarnos?.

-Por su puesto- respondí dando vueltas y vueltas y vueltas por la habitación, sin sentir el hambre y el cansancio que me invadía al momento de bajar del avión.

-Te vas a marear o peor aún, caer- dijo decretado las cosas porque dos segundos después mi trasero estampó contra el suelo.

-Auch!- me quejé, generando sus risas burlonas y unos cuantos te lo dije- voy a darme una ducha rápida, ni se te ocurra entrar al baño Ivanovic.

-Esta bien- dijo aún riendo y ordenando sus ropas.

Entré en el cuarto de baño y abrí el grifo justo como me gusta la temperatura del agua, me deshice de mis prendas y ya bajo el agua pude sacarme el sudor y suciedad del cuerpo.

Nunca había extrañado tanto un baño.

10 minutos después salí del cuarto de baño con una toalla enrollada en el cuerpo y otra sobre mi pelo.

-Estoy li- no pude terminar, un Hunter sin polera tirado en su cama con los brazos detrás de su nuca y con los ojos cerrados me desconcentraban totalmente.

Cogí la ropa que me iba a poner y me vestí en menos de un minuto, siempre vigilando de que Hunter no me estuviera espiando.

Mi compañero de boxeo respiraba lento, un poco de cabello caía por su frente y no dejaba nada que desear.

Comencé a acercarme mientras me peinada y meditada si despertarlo o no

¿Qué haría él en mi lugar?

                                💣

Nos encontramos caminando por las calles de Sydney, sacando bastantes fotos y haciendo bromas que a más de un desconocido hizo reír.

La verdad es que era bien entretenido molestar a Hunter, porque fingía enojarse y juraba una venganza mortal, aunque hasta el momento no había llegado.

Era extraño, me estaba encariñando con alguien que recién conocía pero que pasaba bastante con él, aunque muchas veces teniendo que aguantarme esa actitud tan fría e hijo de puta.

Unas inmensas ganas de preguntarle por su vida personal me invadieron, él conocía bastante a mi familia y amistades, hasta anécdotas con mi padre en mi infancia y adolescencia.

Estiré mi brazo para tocarlo, ya que había apurado el paso, pero como si hubiera sabido mi cometido, se adelantó unos pasos para sacar una foto a una calle representativa de la ciudad, dejándome ver su actitud de fotógrafo.

Hayley Johanson... La reina del ring.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora