Veía tranquila y cómodamente en los sillones de la sección vip la pelea entre Hunter y un tal Jacob, aunque mi compañero estaba con bastante ventaja y por eso ya estaba con los guantes listos para pelear.
-Pss... Hayley- me llamó a lo lejos mi contrincante, era un tal Gerald o más conocido por "rizos furiosos", ya que destacaba sus rulos rojizos ante su piel tan blanca.
Si no me equivocaba, venía de Escocia y aunque al comienzo le habia costado obtener respeto por los demás debido a su pelo bien cuidado, ahora era de temer por su gran profesionalismo.
Me acerqué con cuidado para que Hunter no se desconcentrara con mis movimientos, ni que un juez lo viera como un acto para sospechar.
-Gerald- saludé chocando puños y él me hizo un espacio para que me sentara a su lado, lo cual yo no hice y me limité a agacharme a su altura, frente a frente.
-Se que eres una buena competidora y de verdad te ruego que no me malinterpretes, pero te dejaré ganar fácilmente este duelo- dijo en mi oido y antes de que pudiera alejarme, explicó- mi madre se está muriendo, lo supe por mi hermana y mi entrenador no me dejará volver hasta que acabe el duelo.
-Puedes retirarte- sugerí pero el negó con la cabeza.
-Ya lo intenté, creeme que fue la décimo sexta vez que pido permiso amablemente, prometiendo volver y él me amenazó con que si lo hacía, no continuaría entrenandome- dijo y yo asentí un poco- tengo una familia que alimentar desde la distancia y no puedo darme el lujo de dejar de competir ahora si tengo deudas que pagar.
-Lo entiendo, yo... te pegaré más fuerte de lo que lo haría para acabar rápido- dije y él me sonrió sinceramente con un "gracias, de verdad muchas gracias linda y sé que ganarás esto" en mi oído.
Volví a mi asiento y la leventada de cejas de Hunter no fue necesaria para saber que me había visto.
Bajó del ring luego de ser nominado como el ganador de la pelea y como no, si su actuación no merecía menos que el reconocimiento de todos.
Caminé para subirme a pelear, quería empezar y terminar luego el duelo, pero cuando nuestros caminos se interceptaron, él dijo.
-Espero que no haya sido una amenaza lo que te dijo.
-No lo fue- sonreí- estuviste muy bien.
-Gracias- dijo y me dió un casto beso antes de chocar puños y dejarme subir al ring.
El presentador hizo lo suyo y aunque seguido de mi nombre agregó el "Reina del ring", yo no me lo creía.
Gerald pisó con su pie derecho, luego con el izquiero y acabó con dos movimientos del derecho.
¿Esa era su estrategia?...
Y efectivamente, él se acercó y ejecutó esos movimientos, confirmando lo que pensaba.
Arremetí contra él y al quinto puñetazo, yacía en el suelo con su labio sangrando y apretando un lado de su torso, al nivel de las costillas.
Por una parte me sentía mal verlo así, pero por otra sentía la satisfacción porque el público me apoyaba y que hacía algo por él.
Su entrenador lo obligó a levantarse y seguir hasta el tercer combate, logrando que él me efectura sólo 2 golpes contra a los 40 que yo le había dado.
-Creo que la victoria es clara- dijo el presentador levantando mi brazo, haciendo que el público se manifestara contento- Hayley Queen Johanson.
Mi nombre en las pantallas subía de posición y anunciaba mi siguiente contrincante, mientras que el nombre de Gerald era seleccionado con la palabra de eliminado y borrado de la lista.
Bajé del ring y Hunter se me acercó para inspeccionar mi pómulo derecho y barbilla del mismo lado.
-Estoy bien- dije pero él seguía con la cercanía- no duele.
-Mentirosa- dijo a la vez que su dedo pasaba con un poco de presión por mi pómulo y yo hacía una leve mueca- necesitas hielo y la crema antihematoma.
-Sisi- dije y él pasó una toalla por mi cara- Hunter... no soy un bebé.
Pero él continuó- Y nos están mirando...
-Y qué- dijo sonriendo y llevando un mechón de pelo detras de mi oreja.
Rodé los ojos y devolví los guantes al equipo para liberar mis manos, aunque su libertad no duró demasiado ya que las manos de Hunter las interceptaron y me hizo entrelazarlas.
-Buen duelo- dijo Gerald llegando a mi lado con su bolso y con una sonrisa imborrable- Un honor competir contra ti.
-Digo lo mismo y suerte- dije y él me guiñó el ojo para salir corriendo a la salida con personas de su equipo en su siga.
-¿Disculpa?- dijo casi gruñendo un Hunter molesto.
-Disculpado- respondí y obligué a que siguieramos nuestro camino al auto que nos esperaba en la salida, con nuestras cosas ya arriba de este.
Las quejas de Hunter siguieron y yo no hacía más que burlarme de ellas, hasta que claro, él decidió hablar de la misteriosa llamada...
-Fue Elif- dije dudando si decirle las palabras exactas de ella o dejarlo en el aire el tema.
-¿Y para qué?- preguntó y apretó mi mano para atrapar mi atención ya que había quedado en silencio unos segundos.
-Me advirtió que se vengaría por que "le robé el amor de su vida"- escupí furiosa recordando las palabras de las que se hacía llamar mi madre.
-Hayley...-pero lo interrumpí.
-No es nada Hunter, ella es más de ladrar y no morder...- dije deteniendome por culpa de que Hunter se adelantó un poco para abrir la puerta del auto y dejarme pasar- así que estaré bien.
-Quiero creerte, pero aun así me preocupa lo que puede hacer esa demente- dijo ya montado en el auto a mi lado y cerrando la puerta de este.
-Sólo... sostenme si me caigo- dije y él me atrajo a su pecho para depositar un beso en mi cabeza.
-Claro que lo haré- dijo y yo sonreí ante la seguridad que me embriagó.
Tenía razón... él... simboliza los guantes que necesito para defenderme y para derrotar.
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Hayley Johanson... La reina del ring.
Cerita Pendek"Todos aquí tenemos algo en común... Estamos hechos para pelear"