Miraba aún sin poder dar crédito a lo hermosamente perfecto que se veía Hunter posando ante la cámara y resaltando con sus movimientos, el conjunto deportiva que estábamos promocionando.
Aun tenía el contrato en mis manos, mientras que yo estaba sentada esperando que terminaran de maquillarme.
-Aún no entiendo como conseguiste traerlo hasta aquí- dijo la chica en susurros para que no escucharan sus compañeros- nunca había aceptado trabajar con alguna marca y luego ¡pum! está aquí de lo más agradable.
Me reí dándole la razón, había tenido que convencerlo por más de una hora y a base de besos y toques que lograban sacarlo de su terquedad para que al fin aceptara.
Y es que todo había pasado muy rápido, ya que esta misma mañana, cuando me disponía a tomar desayuno sola (Hunter seguía entrenando, ya que quería poner en practica una nueva técnica, y ambos decidimos que lo mejor era vernos más tarde) una señora elegante había llegado a invadir mi espacio.
El contrato básicamente era dar una sesión de fotos JUNTOS y tendríamos los productos expuestos más una gran suma de dinero en nuestra cuenta bancaria. Esto último era lo que más me motivaba y probablemente Hunter aceptó al saberlo.
-Lamento la tardanza- dijo el modelo y la chica balbuceó una excusa antes de retirarse y dejarnos solos.
-¿Fue muy terrible?- pregunté y él me miró con cara de "para qué preguntas si sabes la respuesta", por lo que agregué- Lo siento mucho, no debí convencerte...
-Hey! Es broma- dijo riendo y al ver mi duda ante sus palabras, agregó- Me gustó bastante el que elogiaran mi cuerpo y...
Lo besé antes de que terminara la oración aunque para eso tuve que levantarme bruscamente y casi caigo en el proceso.
Estuvimos unos minutos así hasta que una chica asistente de la fotógrafa me llamara y me indicara que era mi turno.
Mi atuendo consistía en shorts y calzas mayoritariamente, además de petos deportivos y sudaderas.
-¿Puede imprimir esa?- escuché preguntar a Hunter y yo reí ante tal petición, lo que más flashes fueron disparados hacia mi.
Luego de diversas poses compartidas y unos cuantos halagos, nos hicieron la transferencia a nuestras cuentas personales y nos dieron los productos completamente nuevos además de ofrecerse a contratarnos como embajadores de la marca.
Nosotros sólo nos limitamos a decir gracias y nos fuimos del lugar con dirección al ring.
-¿Haz sabido de Richie por casualidad?- pregunté mientras nuestra masajista me colocaba aceites aromaterapeuticos y comenzaba a esparcirlos.
-Me llamó mientras me dirigía a nuestro cuarto- respondió encogiendosé de hombros y acomodandose con una postura relajada en el umbral de la puerta.
-¡Y por qué te llama a tí y no a mí!- comenté y la masajista me palmeó en la espalda a la vez que me regañaba.
-No se tense o no terminaré nunca con usted- Hunter se largó a reir mientras yo me limitaba a bufar y cerrar los ojos.
-Y ni si quiera me preguntó por ti- dijo él con la intención de provocarme.
-Y usted Ivanovic, no empiece o se queda sin masaje- amenazó la mujer y fue mi turno de reír.
15 minutos después yo estaba lista, con una toalla mojada con agua caliente rodeando todo mi tronco.
-Vuelvo enseguida- se disculpo Wilma a la vez que salía del camarín para contestar su teléfono con urgencia.
Hunter se sacó su polera y me la lanzó en la cara para molestarme, pero su perfume me hizo olvidar que debía enojarme.
Me levanté con cuidado y revisando el amarre de la toalla para que no se cayera.
-¿Me dejarás solo?- pregunto con berrinche Hunter a la vez que me veía dirigirme a la puerta, pero al ver que la cerraba y ponía seguro a la chapa su voz cambió completamente.
-Algo mejor- dije acercandome a la camilla que estaba usando y pasando mi índice por sus abdominales, pero mis planes eran otros- date la vuelta.
-Hayley...- protestó pero ante mi mirada igualmente se giró para darme la espalda, decorada con algunos tatuajes.
Preparé un poco mis manos, frotandolas para que estuvieran con la temperatura ideonea antes de poner un poco del aceite en ellas y hacer el primer contacto con el cuerpo de Hunter.
-Mierda...-susurró al momento de sentir mis suaves movimientos que de vez en cuando apretaban y estiraban sus músculos- eres buena con las manos...
-Me lo han dicho- mentía pero Hunter no lo sabía y por su mirada fría que me envió torciendo un poco su cuello, sabía que lo había tomado en doble sentido y no le gustaba.
Seguí por toda su columna, mientras que Hunter tarareaba una canción que desconocía su nombre, pero el ritmo era bueno y me hacía seguirlo.
-Cantas bien- halagué y él se giró rápidamente, sin dejar que continuara con su espalda.
Él tomó mis manos y se las llevó a sus trabajados pectorales, pidiendo sin palabras que siguiera los masajes.
La chapa sonó al girar y estar trancada, lo que me hizo ir a abrir y dejar a la persona entrar.
-Siento la demora, mi hija está embarazada y en cualquier momemto va a tener a mi primer nieto- se disculpó Wilma entrandó con una gran sonrisa y sin percatarse que Hunter estaba molesto por su interrupción.
-No te preocupes y felicitaciones- dije poniendome el buzo gris que usaría para la pelea y cogiendo el peto que le haría compañía para entrar al baño y ponermelo tranquila.
Además aproveché de cogerme el pelo en una nueva cola alta y limpiarme el poco sudor que había botado por el calor de la toalla.
-Hayley, tienes una llamada- me llamó desde a fuera uno de nuestros asistentes y me entregó el teléfono para que pudiera hablar tranquila.
-¿Si?- esperé una respuesta pero sólo se escuchaba el ruido de una respiración agitada- ¡¡Conteste el que llamó!!.
Silencio y un chirrido agudo hicieron que estuviera a punto de colgar, hasta que dijeron- preparate para mi venganza... perra.
Y colgó, sin hacer falta de que me dijera su nombre para reconocer a emisor de la llamada.
Pégame lo más fuerte que puedas Elif, veamos que tan bien pegas...
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Hayley Johanson... La reina del ring.
Conto"Todos aquí tenemos algo en común... Estamos hechos para pelear"