¡Lo Amo! (HopeMin)

t r e s

Jimin

Había pasado una semana del parque con Hoseok Hyung. Y ya lo extrañaba.

Hoy es martes, estaba caminando por el patio de la enorme escuela y veo por lo lejos a una persona.

¡Hoseok hyung!

Voy hacia él corriendo y me brinco en su espalda sintiendo como se tensaba.

–Hola hyung.

–Ah... Hola Jimin.

–Lo había extrañado mucho después de lo del parque –Lo dije tímido, la verdad lo había extrañado y no dejaba de pensar en el, y en su sonrisa con sus hoyuelos–.

–Yo también Jimin... Yo también te extrañe mucho – Se acomodo mas poniendo sus manos en mis piernas, para sostenerme mejor, yo me sonroje un poco, pero no me veía, y eso era lo mejor. Después empezó a caminar.

–Y... ¿Que has estado haciendo esta semana sin mi? –Saque una pequeña risa por mi ego–.

–Pensando en alguien, ¿Y tu?

–Estudiando para los exámenes... Y también pensando en alguien –Me sonroje mas– ¿Y quien es esa persona en la que andas pensando hyung?

–Tu –Lo dijo muy bajo pero por nuestra cercanía lo podía oír, sentía como me ponía todo rojo y sonreía muy feliz–

–Yo también eh pensado en usted hyung –Me sentía avergonzado no pude morderme el labio, no se porque sentía eso, recargue mi cabeza en su hombro, mientras lo rodeaba mas con mis brazos–.

Fuimos a las canchas, me bajo para que nos sentaramos en las bancas que estaban ahí por si algún partido tenia que hacer la escuela, pero en ese momento era todo muy solitario, solo estábamos el y yo.

–Hyung –Hizo una especie de sonido para que supiera que le estaba oyendo–
El día del parque... Ya no me dijo porque era tierno.

–Porque... No se... Simplemente eres tierno, no hay mas discusión. –Se volteo a mi y me sonrió, yo no pude evitar voltear y sentir como el calor se acumulaba en mi cara– Te ves como un tomatito... Ahh pero que tierno.

–Ya hyung no me diga eso me avergüenza –lo voltee a ver y me miraba con una sonrisa, hice el mismo gesto y el ahora se puso rojo– Usted también se ven tierno hyung–.

Y hací estuvimos hablando y por mi parte avergonzandome, saltandonos las clases sin que nos diéramos cuenta