Capítulo 7 ¿Abuela?

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(...)

Me arrodillo sin poder contener las lágrimas que corren por mis ojos, en serio, en serio que Derek logró intimidarme mucho. De verdad que no me había sentido así en mucho, mucho tiempo, me abrace a mí misma y suelto un sollozo. En el transcurso de mi vida, después de que mi padre nos abandonó. Mi madre siempre me acompañó me ayudó a superar algunos traumas de mi infancia, yo estuve para ella y ella para mí. Pero ahora ella ya no estaba, tenía que enfrentarme a la vida sin mí columna de sostenimiento. Y aquí estaba vuelta un completo desastre, jodida mente dañada. Sin poder evitar el llanto, me hice una bolita y escondí mi rostro en mis rodillas, dicen que llorar es la forma de purificar el alma, yo llore, llore y llore. Y cuando pensaba que ya estaba saciada volvían a salir sin dar tregua.

-¿Anais?- yo no conocía esa voz, pero sin duda el portador sí me conocía a mí- ¿Estás bien? Me llamo Dominick.

-Sí- susurro, al chico frente a mí.

-¿Cómo puedes decir eso? Anais mírate estas mal, llamare a Aaron no te puedes quedar aquí en ese estado- ¿de dónde conocía a mí hermano?.

-No por favor- suplicó- no le digas nada a Aaron estoy bien serio.

Me escaneo y sus ojos estaban llenos de preocupación, no entendí porque si apenas me conocía. Él se sentó a mi lado me rodeó con sus brazos. Yo lo único que pude hacer fue esconder mi cabeza en su cuello y seguir llorando, porque en realidad estaba mal y necesita vaciar toda está ira y frustración que me dominaban hacía muchos días.

-Anais ¿qué ha pasado?- pregunta él después de un rato.

-No fue nada, es decir, yo sólo fue una decaída me pasa a menudo desde que murió mi madre- respondí separándome un poco de él.

-¿Segura que no quieres que llame a Aaron?.

-No- Me separo de él y le sonrió- Yo no te conozco, pero parece que si conoces a mis hermanos.

-No llevo una bueno convivencia con Aaron pero... Me preocupa sus hermanas.

...

Llegó a la cafetería y me siento en una mesa a esperar a mis hermanos, después de lo sucedido en la primera hora. La mañana se ha ido exageradamente lenta, absorbida por mis pensamientos y recuerdos no le he puesto cuidado a las clases Y es que no puedo sacar de mí cabeza la forma en la Derek me hizo sentir intimidada. Miro mi comida y es que no entiendo porque la pedí si ni siquiera tengo hambre, cogí el tenedor y empiezo a jugar con la ensalada. Se escuchan como las puertas de la cafetería se abre, el silencio inunda el salón por un momento. Mientras cinco chicos jodida y exageradamente sexys, con cuerpos de Dioses romanos y ojos que mandan a la tumba a cualquier mujer. Entran al salón y de sientan en una mesa un poco lejos de todos, sí, los hermanos Cranwell haciendo una entrada épica como si fueran reyes de otro continente. Miró a Derek y mi cuerpo se estremece, llevo mi mano a uno de mis hombros. Recordando el agarre que él tenía en ellos, y es que puedo apostar los ahorros de toda mi vida que eso dejara unos buenos moretones. Trago saliva y desvío mi mirada a mí hermana, que está comiéndose una Hamburguesa con todo el gusto del mundo.

-Elif- la llamó.

-¿Sí?- contesta ella limpiándose con una servilleta.

-Dime más sobre los hermanos Cranwell.

-¿Qué quieres saber?- pregunta ella con una ceja arqueada.

-No lo sé, lo que sepas- dije encogiéndome de hombros. Ella gira en su asiento para ver hacía los hermanos, después me vuelven a mirar a mí.

-Bueno ya conoces a Derek- dice ella.

-El acosador- susurro.

-¿Cómo dijiste?.

Me observan #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora