Capítulo 34 ¿Derek?

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Desperté de un momento a otro, todo me daba vueltas, estaba oscuro y el frío entraba por las ventanas, estaba en mi habitación. En ese instante recordé lo que había sucedido un escalofrío me recorrió, aún me parecía sentir ese jodido dolor, recoste mi espalda contra el respaldo de la cama, el pitido de la alarma digital en mi mesa de noche informando la hora me sobresalto.

Eran las 4:00 AM en punto, cerré los ojos un momento, quería sacar esa sensación de dolor en mí cuerpo. Jamás había experimentado algo así, ni siquiera cuando Daxson me hirió, de algo si estaba segura y era que jamás en mi existencia quería volver a sentirlo, abrí los ojos nuevamente, pase mí vista por toda la habitación y ahí donde lo había visto por primera vez de nuevo estaba esa silueta humana en medio de la oscuridad.

Ahí en ese lugar, fácilmente podría pasar desapercibido, rogaba a Dios para que no fuera Daxson de verdad que no quería discutir ó pasar más sustos, me sentía muy débil como para hacerlo. Así que si venía a matarme sólo lo dejaría hacerlo porque ya estaba exhausta de luchar, pero algo muy en el fondo una bocesita me decía que no se trataba de él, creo que esa aura la conocía esa silueta, ese porte. Tal vez estaba muy obsesionada.

-¿Derek?- pregunte tragando saliva- ¿Eres tú?- no escucho respuesta.

Me inclinó hacia mi izquierda donde tengo un pequeña lámpara de noche, la luz ilumino lo suficiente toda la habitación, para entonces el temor de que no fuera Derek era mayor, estaba cansada y no quería gritar.

-Me enteré de lo que paso- un pequeño viento me recorrió y en un parpadeo lo tenía a mí lado.

-¿Quién te lo dijo?- pregunte, cerro los ojos un momento.

-Llegue en el instante en el que perdiste el conocimiento, te lo dije tengo un conexión muy fuerte contigo, pero llegue tarde.

-No paso nada Derek.

-¿Ahora lo entiendes?- preguntó, se sentó en la cama a la par mío así quedamos cara a cara- Éste es mí miedo Anais, miedo de que algún día yo no puedo llegar a tiempo, de que puedas perder la vida frente a mis ojos ¿te imaginas dónde no hubieras estado con Macristen?.

-Derek... Yo... En serio no paso nada.

-Pude escuchar tus gritos desgarradores, fue el peor sonido que han escuchado mis oídos- nuestras miradas coincidieron- Aquí ya no es seguro para ti- susurro acariciando con su pulga mi mejilla.

Con él aquí me sentía bien, conforme, completa, me sentía protegida. Sin miedo, invencible, sí, eso y mucho más provocaba en Derek en mí, todo sin excepción era mágico a su lado. Su frialdad lo hacía único... El y su extraña manera de querer.

-Ahora lo es, estás aquí sé que nunca me dejarías caer- dije cerrando lo ojos permitiéndome disfrutar de su pequeño tacto.

-¿Cómo estás tan segura?- preguntó.

-Confió en ti- jamás en mi vida había depositado toda mi confianza en alguien que no fuera Kary ó James, en éste instante le estaba depositando todo de mí a él.

Está vez yo decidí dar el primer paso, me acerque a él tome su rostro con mi mano me acomode en mi sitió y lo bese, sus labios era tan carnosos y suaves, ese perfecto dulce entre ángel y demonio (o así lo veo yo) con sus brazos me abrazo y me apretó más contra él. Puse mi brazos por encima de sus hombros y lo abrace... ¡Maldición!... Me encantaba ese momento no quería que de acabará.

Al separarnos nuestros ojos se encontraron, brillaban con intensidad, si, me había enamorado de un vampiro. Me había enamorado de él, de éste ser oscuro y lleno de secretos.

-Ya me iba- hablo interrumpiendo mis pensamientos.

-No tienes que hacerlo- esperen... ¿Que acabe de decir?.

Me observan #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora