Capítulo 19 Sueños raros

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-Que feo es ese cuadro- le digo ha mí mamá miestras ella lo balancea para que quede derecho.

-Es hermoso Isis- me contradice.

-Mamá no me digas Isis ya no soy una niña... Y respecto al cuadro ¿cómo puedes pensar que es hermoso? Lo deberías de tirara ya, está contigo desde que tengo memoria.

-Para mí siempre serás una niña... Además Isis recuerda que aunque la imperfección es más hermosa la gente sigue prefiriendo la belleza.

Ella se queda admirando ese cuadro por horas, es una sala de biblioteca pitada. De esas bibliotes medievales que sólo son iluminadas por antorchas, es tétrica y rústica, eso hace que no me guste, todo está perfectamente bien pitado y detallado.

-Yo podrías pintarte un cuadro más hermoso- contestó.

-Hazlo Isis me encanta como dibujas... Pero entiende que éste cuadro tiene mucho valor, por eso cuando yo muera no quiero que lo tires.

-¿Qué tiene de especial?- pregunto levantando mí vista del libro que estoy leyendo.

-Nada en realidad, escucha miralo de este modo- ella toma una rosa artificial de un florero- las rosas son hermosas, todos sus pétalos están donde tienen que estar sincronizados ha la perfección, tiene un color rojizo pitado por la madre naturaleza que contrasta con su belleza haciendo de está una de las flores más hermosas existentes ¿no?.

-Sí- digo poniendo mucha atención ha su comparación.

-Pero nada es perfecto Isis, apesar de que es hermosa tiene espinas que te pinchan el dedo, es hermosa todo en ella es llamativo, te ínsita ha que la tomes y la pongas en un florero para que todos admiren su belleza, pero cuando la tomas sus espinas te Lastiman provocando dolor ¿no?

-Así es mamá- le doy la razón.

-Bien, Anais comprende nada ni nadie es totalmente perfecto, la belleza viene acompañado de imperfección, la cosa más imperfecta puede de llegar ha ser algo muy perfecto.

-Aunque prefieron las gardenias- ella suelta una carcajada.

-Contigo no se puede Isis.

Me despierto dado un brincó, mí pecho subía y bajaba. Escondí mí rostro entre mis manos para calmarme, primero el sueño raro con octovos y ahora con mí madre, aunque era un sueño recordando el pasado, por un momento sentí estar en una realidad, al dormir siento que todo esto no es real y que ya desperté de mí pesadilla. Pero después me doy cuenta que no es así.

Es como un miedo ha desperté del sueño y darme cuenta de que la pesadilla apenas está empezando, trato de calmar mí desenfrando corazón que quiere salir, trago saliva estoy sudando. Miro mí habitación todo es penumbra y se puede escuchar el silenció.

....

-Lista para enfrentarte ha los hermanos Cranwel- pregunta Tess mientras bajamos del auto.

-Ya te imaginarás lo jodida que está la situación- suelto un suspiró- por lo menos ya las heridas no duelen al caminar.

-¿Podrían dejar de hablar de esos jodidos chupa sangre? Con sólo su nombre me dan ganas de vomitar- expresa Aaron.

-Todos se comportan como niños de quider incluido ha ti Aaron, creo que la única medio normal es Líz- opina Elif.

Pongo los ojos en blanco, hoy es lunes, ayer después del incidente en el patio Aaron desapareció hasta la noche. En la tarde llegaron Claudia y Marco, felices de vernos nos contaron como fue su viaje, lo que hablaron en la junta de policías y que lugar visitaron en sus tiempos libres, Elif llego en la noche comportándose un poco rara, le pedí disculpas por lo sucedido y ella las acepto. En fin, ayer extrañamente todo fue tranquilo sin vampiros, ni sangre, ni más noticias inesperadas.

Me observan #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora