Capítulo 23 Te Llevaré Ha Casa

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Era miércoles estaba en clase de historia con Chat, tenía un jodido dolor de cabeza y eso me tenía con mal genio. No había visto ha Derek en todo el día, eso lo agradecía inmensamente.

Estaba en la última hora, el profesor de historia solo hablaba de la revolución ó algo así. No prestaba mucha atención, hoy había amanecido desgana sin ganas de salir, pero tengo que ganar el año y como voy, éste periodo voy a perder hasta el examen de orina (no exagero).

-Anais- me llama Chat.

-¿Sí?- conteste.

-¿Estás prestando atención?- pregunto, yo seguía con la vista en la ventana.

-Sí- mentí.

-Bueno, ¿quieres que te ayude ha estudiar para el examen?- esperen... ¿Qué?.

-¿Qué?¿cuál examen?.

-No que estabas prestando atención- dijo burlón- pero en serio el profesor hará un examen la otro semana así que yo que tú tomaría apuntes.

¡Mierda!... Me puse ha copiar como desquiciada todo lo que el profesor decía y al terminar parecía más jeroglíficos que caligrafía.

...

-Me iré caminando- les digo ha mis hermanos mientras Caminábamos por el estacionamiento para llegar al auto.

-¿Porqué?- preguntón en dúo.

-Necesito estar sola.

Ellos entendieron mí expresión, asintieron y se metieron dentro del auto. Los vi desaparecer al salir del estacionamiento, camine fuera del colegio con la mirada perdida y es que todo era tan nuevo y confuso... ¿En qué momento todo se volvió más caótico que antes?... Bueno todo era normal antes de que mamá muriera, sólo tenía que preocuparme por pasar el año en el colegio con calificaciones buenas (no excelentes pero sí buenas) y llevar una vida con los típicos problemas adolescentes.

Ahora tenía que preocuparme por; mí hermano hombre lobo, cinco chicos jodidamente sexys vampiros, uno de los anteriores chicos mencionados que le encanta joderme la existencia que ahora tal parecía era mí guarda espaldas por siempre aparecía para salvarme. Y para completar el rompe cabezas otro vampiro que me quieres absorber la sangre, que por cierto nadie me había explicado bien ese asunto.

Y eso sin contar ha tía Mey, solté un suspiro con pesadez mientras caminaba, el cielo como siempre gris, pocas veces veía salir el sol y sólo era en las mañana los vehículo pasaban y las personas caminaban unas hablando y otras metidas en su propio mundo. Aún estaba lejos de la casa, pero está caminata me servía para reflexionar, un auto paro ha la par mía al darme cuenta de quién era lo mire con una ceja arqueada.

-¿Qué quieres?- pregunté.

-Te llevaré ha casa, sube- me ordeno.

-¿Quién te crees qué eres Derek? No me das órdenes, además quiero caminar.

-¡Por lucifer! En serio no he conocido en todos mis años una mujer tan irritante como tú- él sigue conduciendo al son que yo voy caminando.

-Sí te resulto tan irritante ¿para qué me quieres llevar?- el respira tratando de calmar su molestia.

-Anais sube al maldito auto de una vez por todas ó bajare y te meteré ha la fuerza.

-Ya te dije que no me das ordenes.

-Anais recuerda que soy un vampiro no me hagas hacer esto ha la fuerza y armar un escándalo- sabía que estaba dispuesto hacerlo si yo no lo hacía y armar un escandalo en éste pueblo no gracias han oído el dicho que dice; “Pueblo chico infierno grande”.

Me observan #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora