Capítulo uno

4.9K 194 4
                                    

Narra Dariya

Maldigo a mi hermano, lo estaba esperando, estaba en una heladería de mala muerte rodeada de gente escrupulosa. Además, me había hecho un peinado de lo más adolescente que podía haber, me pinte natural y me vestí como nunca lo había hecho.

Me levanto cansada de esperar a mi Alexander y aparece un hombre, de unos veinte años mirándome como si yo estuviera exhibiéndome como Rose del Titanic.

-Que buena estas rubia- me grita, ahora note que aparentemente tiene abstinencia sexual.

-que suerte que estoy buena y no mala- le respondo con aparente inocencia

-me gustan las chicas como vos.

-¿cómo yo?

-si, duras y lindas.

-y a mi me gustan los que son como vos.

-¿cómo?- me sonríe juguetonamente acercándose y poniendo una mano en mi trasero

-Blandos- le doy una piña y cae al suelo agarrándose la nariz. Era el típico pajero con complejo de Brad Pitt.

-esa es mi chica- me doy vuelta y lo encuentro, ojos verdes, cabello castaño y sonrisa irresistible. Con sólo verlo se notaba desde lejos que estaba entrenado, enseguida el hombre que me miraba con desprecio desde el suelo salió huyendo.

-¿dónde estabas?- pongo mis manos en mi cintura

-estaba viendo cuanta paciencia tenías para esperar. Me gusta mucho tu disfraz de hoy, pareces una adolescente.

-claaaaro- ruedo los ojos.

-tenemos que hablar de algo muy importante.- se pone serio y me señala un asiento, cuando me siento besa mi frente- te extrañe hermanita- me susurra y sonrío.

-yo igual estúpido

-que linda mi cielo, bueno, tenía que decirte algo muy importante como sabrás- se sienta frente a mí y pone ambos codos sobre la mesa y entrelazando sus dedos. Todo un Ejecutivo.

-ya lo dijiste, anda al grano.- odiaba que den vueltas y más él porque a fin de cuentas nunca dice nada interesante. Siempre es hablar de él.

-pero en verdad lo es. Por si no lo sabías te informo que falta poco para mi cumpleaños- se lo dije, él sonríe como si fuera una novedad la que me está diciendo justamente ahora.

-¿tuyo? No sabía.

-no te hagas, herís mi corazón. -hace puchero

-jamás. Pero puedo herirte de verdad si seguís con esa cara de pan triste

-estas muy agresiva hoy

-motivada

-emocionada por tu cumple- finge una voz de mujer

-yo no hablo así

-no te importo

-me importas mucho estupido. ¿vamos a comer algo?

-pensé que íbamos a tomar helado.

-piensas muchas cosas

-al menos yo pienso

-¿qué acabas de decir?- lo miro de forma amenazadora

-tengo hambre -se encoge

-¿pero no comiste?- río por su cara asustadiza

-si, pero siempre hay lugar para la comida

-tenes razón Alexander y más si es una hamburguesa.- hace cara de asco- es lo mas rico que hay. Y vas a comer una

MARCADOS POR SANGRE #2 [Completa Y En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora