11. Manipuladora

4.5K 454 67
                                    


-Pe...pero...¿cómo fue eso posible?- Harry se levantó de golpe y comenzó a caminar en círculos, era imposible borrar el registro de los hechizos de una varita, mas si se trataba de alguno imperdonable.

-Lo mismo me pregunté por años y llegué a la conclusión de que jamás uso la varita- suspiró el anciano.

-¿Magia sin varita?, ¿eso es posible?- lo miró escandalizado.

-Lo es, muy pocas personas poseen esa habilidad, entre ellos estaba Addeline y Tom se enteró esa misma noche, cuando le pidió una explicación de lo sucedido.

-Ella era muy lista- admitió el joven acomodándose sus anteojos y disculpándose para retirase un par de minutos al baño pues había bebido demasiado té.

Al volver volvió a acomodarse en su lugar, mordió uno de los bizcochos que Albus había vuelto a aparecer y con la boca llena le indicó que procediera....

Al volver volvió a acomodarse en su lugar, mordió uno de los bizcochos que Albus había vuelto a aparecer y con la boca llena le indicó que procediera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 9: Manipuladora

Tom tenía en su poder ya dos horrocruxes el anillo de su abuelo y su tan amado diario, pero no estaba conforme con ellos, él quería más, cinco más, por lo que aquella noche entró en la sección prohibida a investigar si existía una manera en la que no cambiara su apariencia al crear más horrocruxes.

Estaba sentado tranquilamente en el piso, leyendo el tercer capítulo de aquel libro justo en la parte que más le interesaba cuando de pronto un ruido lo hizo sobresaltar.

-¿Por qué no me avisaste que estarías aquí?- reclamó Addeline.

-No tengo que informarte a donde voy- respondió Riddle sin despegar su mirada del libro.

-¿Así es como me agradeces lo que he hecho por ti?- preguntó la chica, caminando hacia él.

-No me interrumpas Addeline, esto es muy importante.

-¿Qué tanto lees?- la chica se hincó frente a él e intentó leer la tapa del libro. "Desgarrador de almas".

Riddle encontraba divertida la manera en la que la chica reclamaba su atención así que la miró.

-¿Qué tanto lees?- preguntó de nuevo esta vez mirándolo a los ojos.

-No es de tu incumbencia- respondió probando a la chica, tratando de encontrar hasta donde sería capaz de llegar por un poco información.

-Lo es- ella se inclinó hacia adelante e intentó arrebatarle el libro de las manos. Si alguien los hubiera visto, habría pensado que eran una pareja de jóvenes jugando y coqueteando a la vez, aquella actitud era tan poco típica de Tom que creerían que se trata de cualquier otra persona.

Él retiró el libro lo más lejos que pudo, ella seguía insistiendo y en un extraño movimiento se vieron ambos en una comprometedora posición, dejándolos a centímetros.

Riddle se dedicó a mirarla bastante cerca, su rostro seguía siendo el mismo de siempre, tan dulce y perfecto la única diferencia era aquella mirada que podría jurar indicaban deseo.

Y sin previo aviso, Addeline juntó sus labio a los de él. Tom se sorprendió por completo, jamás lo habían besado y ella lo hacía justo ahora, de una manera excitante. Por más que el chico se negaba y trataba de zafarse, ella lo besó hasta hacerlo ceder y su cuerpo que antes luchaba, ahora se encontraba totalmente relajado, incluso se dejó llevar por la chica.

Pero ahí no se detuvo pues ella se inclinó aún más confundiendo a Riddle a la hora que separó sus labios de golpe.

-Con que esto es- dijo la joven hojeando el libro que había logrado quitarle con tan innecesaria distracción.

En la mente del chico pasaron mil pensamientos y lo único que al final logró hacer fue mirarla y sonreír.

-Eres una manipuladora- susurró logrando que ella le devolviera una mirada traviesa. -Me agrada- repitió mientras se acercaba a ella y le explicaba de lo que trataba.

Mientras tanto, en el colegio las actividades ilícitas de los Caballeros habían cesado, Tom creía que era necesario para recuperar la confianza de unas cuantas personas. A demás de que tendría más tiempo para crear sus horrocruxes.

El final de año se acercaba y ya tenía planeado lo que haría después de marcharse, debía desaparecer y se llevaría a la chica, pero ya tendrían tiempo para pensar en ello con más profundidad.

Para Slughorn era maravillosa la manera en la que Addeline y Tom pasaban más tiempo juntos a la luz pública, no había ni una sola persona en todo Hogwarts que no lo hubiese notado.

Dejaron pasar por un par de semanas en las que se comportaban como los aparentes adolescentes normales que se supone que eran. Ambos pasaban tiempo a solas en la habitación de Riddle y lo único que hacían era hablar y hablar.

A esas alturas los dos no podían ignorar la manera en la que se atraían el uno al otro, él al inicio tuvo miedo pero conforme el tiempo pasaba, se rendía poco a poco.

Una tarde en la que Addeline lo esperaba en el gran comedor, Tom llegó cansado a su lado.

-Toma, bebe esto- dijo la chica tendiéndole una taza con un líquido que no logró reconocer, para su sorpresa ella sostenía otra taza con el mismo contenido.

Markasman le guiñó un ojo y bebió aquello, él dudoso la miró y poco después entregó su total confianza a su fiel acompañante bebiendo la sustancia por completo.

Le alegró que no hubieran cambios en él pero un par de días más tarde al sentirse completamente atado a la chica, llego a la conclusión de que había sido envenenado con amortentia.

Tom rió amargamente al pensar en que había caído exactamente igual que su asqueroso padre con esa estúpido filtro de amor.

Tom rió amargamente al pensar en que había caído exactamente igual que su asqueroso padre con esa estúpido filtro de amor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maligno {Tom Riddle}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora