12. Pensando en Horrocruxes

4.3K 417 24
                                    


Harry rió, soltó una sonora carcajada que solo se vio interrumpida por la seriedad de Dumbledore.

-¿Qué ocurre?- preguntó al mirarlo de aquella manera.

-Si crees Harry que eso era filtro de amor no es así- dijo Albus tranquilamente. El chico lo miro confundido esperando una explicación. -En los recuerdos que la señorita Addeline me entregó, pude darme cuenta que ella jamás le dio Amortentia o cualquier otro filtro parecido. Riddle estaba cayendo en sus redes y no quería admitirlo por lo que prefirió creer que estaba siendo envenenado en lugar de asumir la verdad- rectificó.

-Pero....¿qué le dio entonces?

-Oh Harry, no fue más que un elixir que ella misma preparó....

-Oh Harry, no fue más que un elixir que ella misma preparó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 10: Pensando en Horrocruxes

Addeline había sido bastante persuasiva pues logró que Riddle le contara a cerca de los Horrocruxes e incluso confesó que ya había logrado crear dos con total éxito.

Al inicio la chica se vio totalmente sorprendida, eso no lo había visto venir, sin embargo poco después sintió un creciente deseo por saber cómo lo había logrado.

Ese día él llevaba en el bolsillo de su túnica la libreta y el anillo, finalmente se los mostraría.

-Yo te aconsejaría no tocarlos- advirtió el chico mientras ella se paseaba por la habitación rodeando el escritorio donde los había dejado.

-Creo que esto se vería bien aquí- dijo ella tomando el anillo y colocándolo en uno de sus dedos. Tom se acercó asustado a ella pero después le sorprendió el hecho de que nada había pasado. Aquel anillo estaba destinado a causar la peor de las muertes a quién osara usarlo sin embargo ella lo portaba con tal naturalidad que incluso a él le gustó.

Addeline notó la fascinación con la que le miraba y se acercó con pasos lentos.

Riddle sintió una fuerte atracción hacia ella, trató de eliminarla de su mente pero conforme más avanzaba esta empeoró. La chica se dio cuenta y pasó su mano sobre la mejilla de él sintiendo aquel toque especial.

El chico tuvo un impulso que no pudo evitar y comenzó a besarla, atrayéndola más a su propio cuerpo. No era la primera vez que algo como esto pasaba, de hecho ambos habían comenzado a acostumbrarse a la compañía y cercanía del otro, tanto que incluso más de uno llegó a ver alguna de sus escenas de arrebato donde se besaban y tocaban un poco más que eso. Claro que nadie tuvo el atrevimiento de mencionarlo.

-¿Qué ocurrió?- preguntó la chica al separarse lentamente de su agarre.

-Nada Addeline, solo una idea cruzó por mi mente- confesó y se dirigió de inmediato hacia un pergamino que tenía bien oculto para continuar de lo que hablaban anteriormente. En él había escrito los objetos que tenía pensados para volver horrocruxes.

Dos de siete llevaba y esperaba que el camino hacia su meta no fuera tan largo como parecía.

Después de horas de charla sobre el asunto, a ambos chicos les pareció perfecto el hecho de volver horrocruxes al menos una pertenencia de los cuatro fundadores de Hogwarts.

Riddle recordó entonces una vieja historia sobre Rowena Rawenclaw y su hija, fue ahí donde la más fascinante idea llegó.

Caminaron hasta llegar a la torre de Ravenclaw donde trataron de pasar desapercibidos.
Si bien lo recordaban, la dama gris no tardaría en aparecer.

De pronto Addeline se paró en uno de los pasillos más oscuros y sostuvo fuertemente la mano de Tom quien correspondió.

Al inicio se mostraron como una dulce pareja que sólo rondaba por el castillo, ganándose poco a poco la confianza de la fantasma. Ninguno mencionó el tema de la diadema hasta que la propia mujer confesó ser Helena Ravenclaw hija de la fundadora da dicha casa, contándoles su historia de lo que hizo en vida.

Para Rowena su Diadema era su más preciado objeto, con los años Helena se sintió celosa por ella debido a que contenía dicha virtud que la propia chica codiciaba, así que no tardó robarla y huir de ahí para esconderla de su madre.

Pero un trágico final llegó para Helena pues el Barón Sanguinario fue enviado a buscarla en el lecho de la muerte de su madre, sin embargo solo logró matar a ambos con una extraña fascinación.

Tanto el Barón como la Dama de Gris volvieron como fantasmas al castillo donde han pasado su eternidad.

-Si esa diadema te ha causado tanto dolor, yo podría destruirla- comentó el chico avanzando hacia Helena quien los observaba desde una esquina, temerosa.

-¿Destruirla?, pero para eso tendrías que encontrarla- lo miró ligeramente interesada en ello. Habían pasado tantos años.

-¿En dónde está?

-No estoy tan segura, no puedo ayudarte con eso- la fantasma se giró a punto de irse pero Addeline la miró y usó cada herramienta que tuvo en sus manos para convencerla de decirles.

-Está oculta en un bosque de Albania- fue lo último que susurró antes de desaparecer.

Aquel objeto sería difícil de buscar pero no imposible, más si juntábamos las habilidades de ambos chicos y el deseo de hacerlo.

Planearon de inmediato el momento en el que irían a buscarla y el hecho de que faltaba poco menos de dos meses para salir de ahí les ayudó bastante.

Para estas alturas aquellos jóvenes ya cargaban con un Aura misterioso y lo que les hacía más escalofriante era el hecho de que Albus sabía que había más de un suceso que involucraba magia oscura a su alrededor y que a pesar de ello siempre libraban los castigos y la sospecha, tenía que poner un alto o sería demasiado tarde.

Para estas alturas aquellos jóvenes ya cargaban con un Aura misterioso y lo que les hacía más escalofriante era el hecho de que Albus sabía que había más de un suceso que involucraba magia oscura a su alrededor y que a pesar de ello siempre librab...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maligno {Tom Riddle}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora