CAPITULO 38

428 59 54
                                    

Perdonar: no es sinónimo de "seguir aguantando estupideces"

Me senté solo y miserable a cenar el pollo que había cocinado Lou, y aunque estuviera un poco frío, seguía con un sabor estupendo.

Me senté solo y miserable a cenar el pollo que había cocinado Lou, y aunque estuviera un poco frío, seguía con un sabor estupendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A mi siempre me había dado igual comer solo, y comer comidas malas. Pero ahí, con él acostado en el sillón, obviamente enojado cómo el infierno conmigo, algo se estaba removiendo dentro de mí, unas ganas incontrolables de estar sentado con él frente a mi, mientras me mira sonriendo, sin decir una palabra, yo solo quería verlo frente a mi, quería que no se fuera de mi lado.

 Pero ahí, con él acostado en el sillón, obviamente enojado cómo el infierno conmigo, algo se estaba removiendo dentro de mí, unas ganas incontrolables de estar sentado con él frente a mi, mientras me mira sonriendo, sin decir una palabra, yo solo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Necesitaba con urgencia, ir con él y estrecharlo entre mis brazos hasta que se quedara sin aire y hasta que mis brazos se durmieran, pedirle que me perdonara y saber que todo estaría bien entre nosotros. Sin confusiones, sin enojos, simplemente bien.

Comí rápido y fui a mi habitación para tomar unas sabanas y llevarlas al sillón. No quería dormir en la habitación yo solo, no sí el estaba ahí para abrazarlo. Me acomodé a su lado y lo cubrí con la sabana. Gracias a dios este sillón es lo suficientemente ancho para que podamos estar los dos cómodamente acostados.

Él se quejó en su sueño, se removió inquieto hasta que se encontró con mi cuerpo y me abrazó soltando un gruñido-suspiro.

—oh, Hazz —murmuró contra mi pecho mientras se acomodaba más contra mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—oh, Hazz —murmuró contra mi pecho mientras se acomodaba más contra mí. Mi cuerpo se tenso al pensar que estuviera despierto, pero segundos después suspiro profundamente y supe que estaba hablando dormido... de nuevo.
Y estaba soñando conmigo, lo cual era genial.  —¿Por qué eres tan tonto? —se quejó con voz acongojada, como si estuviera apunto de llorar. Quizás no tan genial después de todo.

Infinity • 1era Edición•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora