CAPITULO 36

372 72 41
                                    

Hay heridas que en vez de abrirnos la piel, nos abren los ojos

Después de cinco minutos de incomodidad extrema a su máxima expresión, mi estómago hizo un sonido exigiendo más comida, porque lo único que probé en la cafetería fue un sándwich pequeño y un pastel, y últimamente había estado comiendo mucho más que eso.

—¿Tienes hambre? –le pregunté con voz baja.

Se sintió como si hubiéramos hablado por ultima vez hace años. Él se encogió de hombros levemente sin voltear siquiera a verme y ese había sido el único movimiento que lo había visto dar desde que nos sentamos. Parecía que ni siquiera se movía. Viré los ojos y me levanté de ahí. ¿Que demonios pasaba conmigo? Yo estaba actuando como si nada hubiera pasado, aunque para todo lo que pasó ese día debería de dejarle de hablar a ese maldito cretino, en cambio, le pregunto que si tiene hambre para prepararle algo de cena al lindo y perfecto hombre celoso.

¡Agh, maldito tonto! Y el muy idiota sentado con la mandíbula apretada, enojado porque besé a Niall. Un estúpido beso que ni siquiera me correspondió. ¿Acaso nos encontró en la cama? ¡No! Creo que fue al revés. Y aparte ¿Que demonios se supone que fue eso que dijo Niall de "tu eres de él"? ¡¿Que mierda tienen estos estúpidos hombres en la cabeza?! ¿Se supone que soy de él solo porque me besó en un momento de calentura? ¡No! No sería nunca "de él" porque él no me amaba y yo no era tan tonto, bueno, si lo era, pero no estaba dispuesto a besarlo de nuevo ¡Claro que no! ¿Tiene ganas de besar a algún chico? Que llame al mugroso de Josh que hace lo que el señor Styles mande y ordene.

Abrí la puerta del refrigerador para sacar algo pero las opciones estaban demasiado cortas, tendría que ser espagueti, pollo con verduras o cereal; y como llevábamos dos días cenando espagueti, saqué el pollo y las verduras. Saqué también una olla mediana y puse agua a hervir para el pollo. Tomé la tabla de cortar y comencé a partir una zanahoria como si fuera una parte sensible de Harry que me moría por lastimar; la partía furiosamente refunfuñando en silencio.

Sin necesidad de palabras o algún ruido, fui muy consiente de la presencia de Harry entrando a la cocina, no me volteé ni nada, quizás solo quería tomar agua o algo así. Mis piernas temblaron cuando unas grandes y tibias manos se posaron en mi cintura, contuve la respiración y dejé de atacar verduras con el cuchillo pero seguí sin mover ni una sola fibra de mi cuerpo.
Las manos de Harry empezaron a acariciar muy delicadamente mi cintura, bajando hacia mis caderas y dejándolas ahí como si nada, como si no me fuera a dar un ataque en cualquier momento debido a eso.

Las manos de Harry empezaron a acariciar muy delicadamente mi cintura, bajando hacia mis caderas y dejándolas ahí como si nada, como si no me fuera a dar un ataque en cualquier momento debido a eso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentí su respiración medio agitada en mi oído; apartó con una mano mi cabello dejando mi cuello totalmente expuesto y lo besó sin ningún ápice de rudeza.

Un beso, dos besos... Oh, tres besos, oh me voy a volver loco. Y yo había dicho que no dejaría que pasara nada de ese tipo otra vez, pero me volvía estupido teniendo tan cerca de mi a ese hombre y no podía pensar en nada mas coherente que en él, en su perfección, en lo que mi cuerpo sentía cada vez que me tocaba, en que quería todo de él, en que patética y desesperadamente necesitaba su amor y en que ojalá en ese momento dijera algo romántico.

Infinity • 1era Edición•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora