CAPITULO 7

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 "Nada sucede por casualidad, en el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos."

Olivia se había puesto celosa de Harry, súper celosa aunque no lo quisiera admitir. Esa chica era un mar profundo y misterioso de celos, aunque no lo quisiera aceptar, yo lo sabia. Siempre decía que pasaba más tiempo con Harry que con ella y yo siempre lo negaba, pero era verdad.

Si, era como, violar la regla numero uno de mejores amigos: "nunca cambies a tu mejor amiga por algún chico" y me sentía mal por eso. Yo amaba a Olivia muchísimo, ella era mi mejor amiga desde niños, mi casi hermana, mi pedazo de siamés separado al nacer y siempre lo sería, siempre iba a ser mi mejor amiga –o, bueno, hasta que esos meses terminaran– ella siempre me apoyaba en todo y era una estupenda amiga, la mejor de todas. Pero con el tema de la lista era completamente diferente, de hecho ella ya lo había olvidado. Pero Harry era simplemente sorprendente, él no solo me apoyaba con la lista sino que me exigía casi todos los días que cumpliera algún punto.

Y aunque tenia apenas unas cuantas semanas de conocerlo, realmente parecía mi amigo de toda la vida, le había tomado muchísima confianza. No había un solo segundo que no sonriera cuando estaba con él, no había un momento de silencio incomodo cuando estábamos juntos. Hablábamos todo el tiempo y nos callábamos cuando debíamos de callar, y no se sentía mal, no me volvía loco pensando en algún tema para hablar rápidamente y deshacer el horrible nudo del silencio, solo me quedaba tranquilamente callado viéndolo a los ojos y sonriendo porque sabia que aunque no estábamos diciendo nada, el solo hecho de estar juntos ya era algo importante, ya se sentía bien.

—vamos, solo acepta que te gusta —insistió Olivia. Estábamos acostados en mi cama, yo tenía mi cabeza recostada en sus piernas y ella estaba recargada en el respaldo de la cama. 

—no me gusta —renegué una vez más— es guapo y divertido y genial y todo eso. Pero no... Ya sabes que no me puede gustar nadie y yo no quiero que nadie me guste —¿No entiendes aun? 

—No puedes evitar que te guste —abrí el esmalte rojo y empece a pintar las uñas de su mano izquierda, decidido a ignorar un poquito el tema— el chico es perfecto para ti 

—si lo es —suspiré— pero no me puede gustar, aparte, hace días me contó que le gustaba un estúpido tipo de Londres

—¿en serio? ¿Te contó como es el? —me preguntó asombrada.  Terminé con esa mano y tome la derecha.

—ya sabes, alto, delgado, rubio, ojos azules, lindo y dulce, tooooodo un señorito perfección —contesté con los dientes apretados. El era todo lo que yo no era y que jamas sería. Era todo lo opuesto a mí.

Era mas que obvio que a él le gustaría alguien así. ¿O que, acaso estaba esperando que se enamorara de mí, el chico bajito, el chico gracioso, el chico raro, el chico torpe que nunca dice nada serio, que no sirve nisiquiera para cumplir sus estúpidos sueños? Pues no, obviamente no iba a pasar jamas. Nadie nunca se enamora de chicos así.

—agh, que común —se quejó ella. —Pensé que él tendría mejor gusto.

—de seguro el chico es hermoso —murmuré más para mi mismo que para ella. Estaba todo tenso y enojado, estaba listo para golpear a alguien, se podría decir que el tema no me agradaba del todo. Mi celular vibró en la cama, cerré el esmalte y tomé el celular. Era Harry. 

—hola —contesté con una sonrisa. Me senté rápidamente y arreglé mi cabello como si él lo fuera a ver.

 —hola ¿Como le va hoy, señorito? —me preguntó con su hermoso acento que por teléfono se escuchaba aun mas sexy. Reí suavemente. 

Infinity • 1era Edición•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora