la ambición cambio nuestro destinó [Finalizado]

capitulo 25

Decidieron evitar las carreteras principales para minimizar cualquier encuentro con sus recién descubiertos 'fans'. 

Caminaron hasta justo después de que el sol se puso, y luego comenzaron a buscar un lugar para establecer el campamento para la noche. Ryoga vio un claro protegido cerca de un pequeño arroyo.

Ryoga instaló el campamento mientras Ranma recogía leña. 

Ranma no quería que Ryoga vagara y se perdiera. Años de viajes de entrenamiento con su padre le habían enseñado a Ranma las habilidades necesarias para acampar, mientras que Ryoga había perfeccionado sus años de viajero, así que tuvieron el campamento establecido en muy poco tiempo.

Mientras Ryoga encendía el fuego, Ranma se acercó a la corriente y llenó una olla con agua, con la intención de hacer estofado con algunas de sus provisiones. 

Mirando el agua clara, vio una trucha grande nadando en una de las partes más profundas del arroyo. Lentamente, con cautela, se arrastró sobre la trucha, moviéndose con cuidado para no asustarla. Luego, con sus rápidos reflejos  como  artistas marcial, rápidamente sacó la trucha y la arrojó al banco del riachuelo.

Ranma; lo tengo!!

Sintiéndose más orgullosa de sí misma, se puso las manos en las caderas y gritó:

Ranma: Oye, Ryoga, Atrapé un pescado para la cena.

Ryoga se paró de alimentar el fuego para mirar a lo que Ranma estaba gritando. 

La observó salpicarse con un triunfo presumido de sus habilidades forrajeras, pero ella no estaba mirando a dónde iba.

 Pisó sobre una roca cubierta de musgo y en un instante sus pies salieron de debajo de ella, cayó en el arroyo helado con un fuerte chapoteo.

Ryoga gritó y salió corriendo, salpicándose en el agua después de ella. "Ranma, ¿estás bien?"

Ranma saltó del agua y entró en los brazos de Ryoga. "¡Cccc-frío!" ella charlaba Ryoga la sacó del agua, su ropa mojada lo empapó también. Se encaminó hacia el fuego, pero ella agarró su brazo. el pez -dijo, señalando la gran trucha que flotaba en la hierba.

Ríoga: Vamos a llevarte al fuego, entonces volveré y buscaré tus peces.

 Él la llevó y la puso en un tronco grande que había tirado al lado del pequeño fuego, y luego agregó combustible al fuego hasta que se convirtió en furia crepitante. Una vez hecho esto, se acercó a su mochila y sacó una manta que envolvió alrededor de sus hombros.

ella a través de los labios azules.

Ranma: recoge mi pezcado

Ryoga sacudió la cabeza y volvió al arroyo. Cogió su cubo y, recogiendo la trucha, la dejó caer.

Se apresuró a regresar al fuego, empezando a sentir el frío mismo desde que llevaba a Ranma había empapado su ropa también.

 Colocó el cubo a su lado y comenzó a hacer un comentario sarcástico acerca de su torpeza al caer, pero cuando vio cuánto temblaba, el comentario murió en sus labios.

Él se sentó a su lado, envolvió sus brazos alrededor de ella, y comenzó vigorosamente frotar sus brazos. Sus estremecimientos disminuyeron y, como un bono adicional, el vigoroso ejercicio lo calentó un poco a el también. Dejó de frotarse y simplemente la abrazó, calentándola con su propio calor corporal.

Ranma se acurrucó más cerca de él. Su mente le estaba diciendo que lo apartara. Esto era Ryoga por el bien de los dioses, Pero tenía tanto frío y se sentía tan caliente. Solo unos minutos. Hasta que ella estaba más caliente. Entonces ella lo empujaría lejos.

Ryoga sintió que sus estremecimientos disminuían, y finalmente paraba todos juntos. Sin embargo, no la dejó ir. Con el sol puesto largo, había un frío distinto en el aire y no quería que empezara a temblar de nuevo. No era que le importara particularmente, se dijo. 

Él sólo la necesitaba para completar la búsqueda y si se enfermaba lo retrasaría.

Sin embargo, no pudo resistir al menos una pequeña excavación. 

Ríoga: ( diciendo suavemente) Interesante técnica de pesca.

Ranma no respondió. Se había quedado dormida en sus brazos.