LA DECISIÓN DE UNA LOBA

DIEZ

La mañana siguiente me desperté con una extraña sensación recorriéndome la espina dorsal.

Me levanté de la cama siendo rodeada por un silencio estremecedor.

Fui al baño de la habitación y me duché con calma para, a continuación, vestirme.

Una vez vestida, miré hacia mi mesita de noche y me dí cuenta de que me había dormido y que hacía media hora que las clases habían empezado. Me puse los zapatos y salí corriendo hacia mi primera clase. O más bien, lo que quedaba de ella.

Finalmente llegué a la puerta de mi primera clase; matemáticas. Cogí aire y toqué la puerta esperando que la profesora me abriera la puerta y me dejara pasar.

Abrió la directora.

Después de disculparme con ella, confundida, me dirigí a mi asiento para darme cuenta de que al lado de la directora había otra persona.

En el lugar que anteriormente había ocupado nuestra profesora de matemáticas, hoy se encontraba Nikolay vestido con el uniforme de la institución.

Mis ojos se abrieron tanto que por un momento me temí que se salieran de sus cuencas. Puse cara de sorpresa y de desagrado, pero antes de que pudiera abrir la boca para decir algo, la directora me mando una mirada que decía claramente dí algo y no volverás a ver la luz del sol.

- Como os estaba diciendo, vuestra profesora, la señorita Suárez se ha puesto enferma. Este es Nikolay, vuestro nuevo profesor sustituto de matemáticas. Debido a los problemas de salud de la señorita Suárez, Nikolay se quedará con nosotros hasta que se termine el curso. - Se giró a mirarme.- Ha sido asignado como tu profesor particular, así que para cualquier problema, él estará para tí cualquier hora del día.

Volví a abrir los ojos todo lo que pude pero, de nuevo, no pude decir nada.

- Espero que no tengas intenciones de quejarte de que Nikolay haya sido asignado como tu tutor, porque te recuerdo que tus notas de matemáticas son pésimas, y si quieres aprobar el año deberás trabajar más duro que la mayoría.

Arrugué la nariz y me pasé el resto de la clase sin prestar atención a lo que Nikolay decía.

* * *

Al terminar las clases del día me reuní con mis amigos en la cafetería central, un lugar muy popular situado entre el edificio de los chicos y el de las chicas donde alumnos de todas las edades se reunían cada día.

Me pasé toda la tarde con mis amigos discutiendo sobre los deberes de física que nos habían puesto para mañana, los quales me parecían imposible; y sobre mi nuevo profesor particular alias el ex de Bella.

Drew estuvo echando humo mientras hablábamos de Nikolay y Bella parecía aterrorizada; y fue por esa razón que terminamos rápido con el tema y pasamos al siguiente.

* * *

Por la noche me fui a dormir temprano sintiéndome mareada pero contenta, y por una vez desde hacía mucho tiempo, no soñé nada.

* * *

¡Hola! :3

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Hasta pronto.