LA DECISIÓN DE UNA LOBA

VEINTICINCO

Jonathan

La vida no había sido nada fácil para mi familia.

Primero, la muerte de mi padre a manos de un lobo de una manada rival mientras protegía a esta maldita manada, y luego la muerte de ella.

La muerte de Dasy había hecho que todos cambiáramos demasiado rápido, demasiado pronto.

Su muerte había causado que mi madre entrara en depresión, que Black empezara a odiar a todo el mundo, que Henry se hubiera convertido en una persona a la cual le da todo igual, y que yo me tuviera que convertir en el adulto responsable de la familia.

Con el tiempo, mi madre había vuelto a la vida, pero mis hermanos seguían siendo muy diferentes a los que eran antes.

La verdad era que no lo dudé ni un instante cuando el alfa me pidió engañar a una loba estúpida, ganarme su confianza y convencerla de hacer todo lo que quisiéramos, a cambio de dejar tranquila a mi familia.

Yo hacía lo que me pedían, y ellos nos dejaban vivir en paz. Todo el mundo ganaba. O eso pensaba hasta que la conocí.

Divertida, alegre y más fuerte de lo que jamás había sido nadie. Bryana era una persona excepcional, la cual era muy fácil de querer.

Y no pude.

Dejé de hacer lo que me pedían y me hice su amigo, me convertí en su apoyo en medio de un infierno.

Cuando la invité a comer en mi casa, a conocer a mi familia, no estaba pensando en eso, solo pensaba en que era lo más bueno que me había pasado en la vida y que la quería conservar para siempre.

Era por esa razón que ahora, sentado delante de mi madre y mis hermanos, estaba tan contento de que le hubiera gustado tanto a ellos, las otras personas más importantes para mí.

- Esa chica es estupenda.- Dijo mi madre.

- Me cae bien.-Dijo Henry sorprendiéndome.- Y a Black también, aunque no lo diga.

Les sonreí con cariño.

- Me alegro que os caiga bien.

Mi madre me abrazó con ese amor materno que tienen las madres.

- Si a ti te hace feliz, a nosotros nos hace feliz, cariño.

La miré con lágrimas en los ojos.

- Os quiero mucho a todos, ¿lo sabéis?

- Nosotros te queremos a ti.-Dijo ella. Y mirando a mis hermanos, me di cuenta de que asentían con disimulo.

Me separé de ella y les sonreí.

- Bueno.- Dijo Henry.- ¿Cuándo vuelve a venir a comer?

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¡Hasta pronto! <3