VEINTITRÉS

73 4 0
                                    

Después de oír la petición de mis hermanos, me había levantado y había salido corriendo hacia el bosque.

Ahora me encontraba tumbada en el suelo del bosque, entre dos árboles, sintiéndome confundida y traicionada.


Solo nos buscaron para aprovecharse de nosotras. Solo somos algo para ayudarlos a lograr su objetivo. No les importamos.

Tranquilízate, Clea. Ahora debemos pensar bien qué haremos.

¿Qué haremos? ¡Deberíamos mandarlos a la mierda y dejar que se las arreglen solos!


Suspiré.

Entendía el enfado de Clea, yo me sentía de una forma bastante similar, pero también debía entender que era algo importante poder derrotar a Blue Moon Blood.

Me sentía tan confundida...

De repente, oí el sonido de unos pasos acercándose.

Me levanté con sigilo, pero antes de que pudiera hacer nada, una mano agarró mi brazo. Me giré asustada, decidida a golpear a la persona que me estaba reteniendo, cuando vi a dos personas que nunca se me hubiera pasado por la cabeza encontrar dentro de los límites de Sylver Moon.

- Tranquilízate, Ana.- dijo mi amiga.

- Hola.- dijo Drew.

Miré como Bella se ponía al lado de Drew, que, aun sosteniéndome por el brazo, me miraba fijamente.

- ¿Se puede saber qué...?

- Somos aliados de Sylver Moon.- Interrumpió Bella.

Los miré sorprendida.

- ¿Desde cuándo me habéis mentido? Porque está claro que sabéis quien soy, no mintáis.

Drew me sonrió con cansancio y arrepentimiento.

- Des del principio. Aunque a nosotros no nos mandó nadie. Fuimos nosotros quienes decidimos ir a conocerte.

- ¿Qué sois?- Pregunté confundida.

Ellos sonrieron misteriosos.

- Yo soy una ninfa de los animales.- Confesó Bella.

Me giré para mirar a Drew, que ya me había dejado el brazo.

- Yo... Lo que soy es un poco más difícil de explicar. Así que dejémoslo para más tarde, ¿vale?

- No.- Dije un poco irritada.- No cuesta tanto decir de qué especie eres.

Drew suspiró, sin exaltarse.

- De acuerdo, vamos a hablar. Sentémonos, ¿vale?.- Asentí. Vi como Bella se iba diciendo algo de comprobar el perímetro, pero no le hice caso ya que en aquel momento, toda mi atención era para Drew.- Es una historia un poco larga, así que ponte cómoda.

<< Esto empezó hace muchos milenios. Cuando había dragones surcando los cielos, y solo seres místicos habitando las tierras.

Existía una especie que era la encargada de proteger y cuidar a las otras. Esa especie eran los licántropos.

Los licántropos eran buenos guerreros, los mejores.

Pero entonces, un día, un grupo de licántropos se reveló. Estaban hartos de proteger y cuidar a todos los demás y a no conseguir nada a cambio.

Este grupo, empezó a matar a todas las criaturas místicas que pudieron. De hecho, ellos fueron los encargados de eliminar a los dragones del mundo místico.

Los demás licántropos, terminaron teniendo que matar al grupo de rebeldes; pero cuando lo lograron ya se habían perdido muchísimas vidas.

La diosa de los licántropos y las demás criaturas místicas, enfadada, decidió crear a otra especie; una especie encargada de controlar y proteger a los licántropos, encargada de asegurarse de que ese suceso no volviera a pasar.

Creó a esa nueva especie, los guardians.

Estos, al principio, se encargaban de controlar a todos los licántropos del mundo.

Pasaron siglos, y al final la Diosa decidió que los guardians ya no eran necesarios, que los licántropos habían aprendido la lección. Pero la Diosa sabía que si los guardians no tenían ningún objetivo en la vida, debería eliminarlos.

Por eso, eligió a unos pocos licántropos en todo el mundo, y les dijo a los guardians que su nueva misión era protegerlos, a ellos ya todos sus descendientes.

La Diosa los marcó con una pequeña estrella en la pata izquierda.

Con el paso de los años, muchos de esos licántropos terminaron muriendo, y con ellos, sus guardians.

Hasta que al final, tan solo quedó una familia con guardian.

El problema era que en esa familia había muchos integrantes, y el guardian no sabía a quién tenía que proteger. De manera que la Diosa intervino una vez más.

Ella, examinó a todas las personas que había en esa familia y a todas las que vendrían, y eligió a un bebé acabado de nacer para que el guardian lo protegiera.

Y esa es la historia de cómo terminé jurando protegerte hasta el fin de mis días.>>

Cuando Drew terminó de hablar me quedé muy confundida.

- ¿Pero, tú cuántos años tienes?

Drew sonrió, divertido.

- Cuando juré protegerte, tenía siete años, así que siete más que tú.

- Buf, que vejestorio.- Le sonreí.

Entonces me puse seria y lo miré fijamente.

- ¿Así que me estás diciendo que eres un guardian y yo soy la última de una raza de licántropos que la Diosa eligió para que fueran protegidos?

- Hasta que tengas hijos, y yo tenga los míos, sí.- Afirmó.

Me puse a reír como una loca.

- Pues vale, qué más puedo decir. ¿Y ahora qué?

- Ahora...

- Espera.- Lo interrumpí.- ¿Quién más sabe sobre esto, sobre qué eres?

Drew volvió a sonreír.

Verdaderamente que no entendía cómo podía no cansársele la cara de tanto sonreír.

- Solo lo sabemos Bella, tú y yo.- Contestó.- La Diosa me pidió que no se lo contara a nadie más. Para el resto de la gente, los guardians se han extinguido o nunca han existido. De manera que no puedes decir nada a nadie sobre mí.

- De acuerdo.

- Y ahora, vámonos. Bella nos espera en la casa de la manada, y tú tienes una proposición que aceptar.

* * *

¡Feliz Navidad a todos y pronto año nuevo!

Espero que os vayan muy bien éstas navidades y que el año próximo os sea maravilloso ;D

Si os ha gustado no os olvidéis de comentar y votar ;3

Hasta pronto <3



LA DECISIÓN DE UNA LOBADonde viven las historias. Descúbrelo ahora