Ficción o realidad

CAPÍTULO 2

   Voy a cambiarme y ponerme algo más cómodo, y salgo a la cocina para empezar a preparar algo para cenar, Cris no tardará y yo desde la comida con mi escritora favorita Merche no he comido nada, y muero de hambre. Abro la nevera y bueeeeenoo no hay mucho donde elegir, pero puedo preparar algo bueno y que espero a Cris le guste. Cojo una berenjena, calabacín, tomate y pechuga de pollo, y al cerrar la nevera veo nuestra pizarra de "mensajes especiales" y apunto en grande hacer la compra. Lo corto todo a daditos y lo sofrío con un poquito de aceite, agrego los trozos de tomate, pongo unas especias lo tapo y esperar a que suelte sabor.

-Buenas!!! Ya estoy en casa – grita Cris mientras cierra la puerta. Yo salgo corriendo hacia ella la abrazo y le digo:

-Cariño, no sabes cuánto te he echado de menos – me mira raro, y las dos nos empezamos a reír.

-Oye, huele bien, ¿has preparado la cena?

-Si tia, tenía muchísima hambre y me he puesto a ello.

-Pues hoy te lo agradezco más que nunca, el trabajo ha sido intenso- y mientras ponemos la mesa me cuenta que su jefe es un poquito idiota y la trae loca mandándole cosas, y encima hoy ha tenido que quedarse hasta más tarde. Yo sigo en mi mundo paralelo pensando en el morenazo que esta mañana no he podido conocer y vuelvo a maldecirme. -Hey Lucyy sigues ahí o que te pasa.

-Nada tranquila, estaba pensando en que es lo que faltaba en la mesa, perdona ¿qué me decías?

-Nada tranquila, no te preocupes-y veo como se dirige a la cocina moviendo la cabeza hacia los lados. Si, lo sé, no tengo ningún tipo de remedio, qué le vamos a hacer, perdóname Cris.

   Las dos cenamos algo calladas ya que yo no tengo el día, algo raro porque soy una cotorra de cuidado, y después decidimos ponernos una película, pero antes quitamos la mesa y Cris decide fregar ya que yo he hecho la cena. Me siento en el sofá y pongo Netflix en la televisión para ver qué novedades hay, en lo que viene Cris y me hace parar en una película, qué justo, hoy le apetecen pelis de este estilo, y con el día que yo tengo, pero bueno, la veremos.

   Empieza caballo de batalla y quiero deciros que yo soy especialmente sensible con todo tipo de películas que tengan que ver con animales, en especial los caballos y los perros. Así que el drama está servido. Cuando llevamos como media hora poco más, ya estoy llorando, en silencio claro está, pero mis lágrimas no terminan ahí, me paso toda la puñetera película llorando, y en mi defensa tengo que decir que esta película es demasiado ¿cuándo dejarán en paz al pobre animal? ¡Que manera de sufrir!

   Acaba la película y yo estoy sumida en el llanto, tanto es así que no me he dado ni cuenta que Cris ha quitado la película y me está mirando con los ojos abiertos, sorprendida. Y de repente, sin pedirlo, me abraza, y esa es mi perdición. Lloro, lloro como hacía tiempo, necesitaba desahogarme, suspiro fuerte e incluso creo gritar, y cuando creo que ya me falta hasta la respiración, me alejo un poco de ella, y medio sonriendo me limpio las lágrimas y le doy las gracias.

-¿Qué ha sido esto Lucy? - pregunta Cris un poco preocupada.

-Tía, no lo se. Creo que hoy estoy un poco sensible, echo de menos a mi familia, los pocos amigos que tengo en mi ciudad, y mi hermanito, es al que más necesito abrazar, y creo que la película ha terminado de sacar todo lo que llevo dentro, todo lo que me ha pasado. Realmente no puedo explicarte que ha pasado exactamente, solo sé que he empezado a llorar y no he podido parar, ha sido superior a mis fuerzas, sentía un nudo en la garganta que no me dejaba respirar.

-No pasa nada cariño, sabes que me tienes aquí y estoy encantada, de verdad nunca dudes en que siempre voy a estar para ti, ya que tu lo has estado para mí- y sonrío, pero ella me mira, me mira, me mira. -¿Ha pasado algo más? Osea, vale que ya lleves unos días echando de menos a tu familia y tal, pero hay algo que haya podido hacer que lo saques todo?

-Bueno, puede ser aunque no estoy segura la verdad, hoy me pasó algo.

-¿Quieres contármelo?

-Es que me da palo porque igual piensas que soy una neuras, o que me lo estoy inventando, porque esto que me ha pasado es raro, no se, a mi no me ha pasado nunca.

-Tranquila, te conozco y se que no eres así, venga cuéntamelo – y decido contarle todo lo que me ha pasado con el increíble chico de ojos azules y espectacular sonrisa, y ella a cada palabra que voy diciendo flipa más. -Tía esto que me estás contando es súper bonito, solo podía pasarte a ti. A ver, vamos a pensar un poco, ¿has podido fijarte en como era el libro que llevaban las chicas para que se lo firmara?

-No – y me mira mal- Joder tía, estaba a cierta distancia de él, y te acabo de contar que no podía quitarle los ojos de encima, lo que no se es como no se ha dado cuenta de que lo estaba mirando tan intensamente.

-Bueno, vamos a tranquilizarnos, al menos sabes como es.-Se queda pensativa un momento y así sin avisar pega un salto del sofá y desaparece, para volver al momento con su tablet entre las manos.

-¿Qué haces con la tablet?- pregunto algo extrañada.

-Se me acaba de ocurrir una idea, que funcione o no ya no se. - La sigo mirando esperando que me explique esa maravillosa idea- A ver, todos los autores que van a firmar a la feria del libro aparecen en la página web de la feria, da igual lo conocidos que sean, están todos. Lo único que tenemos que hacer es meternos en la página web-dice mientras escribe- y mirar en el día de hoy todas las personas que han ido a firmar.

-Claro es perfecto- digo con ironíoa- Pero te recuerdo que no se ni su nombre.

-No pasa nada, buscamos a los autores que no conozcamos en google y listo. Yo voy leyendo nombres, y si hay alguno que no sepamos quién es, tu en tu móvil lo buscas, imagino que habrán fotos de todos. En algún momento tendremos que dar con tu enamorado-me dice sonriente.

-Te quiero- le digo dando un salto y besándole la frente. Las dos empezamos a reirnos.

   Nos pusimos manos a la obra y cuando quisimos darnos cuenta eran las tres de la mañana, y Cris se fue a dormir, se levanta todos los días a las 6 para ir a currar, pero yo seguí con mi búsqueda hasta que me quedé frita en el sofá.