CAPÍTULO 12

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   Volvió a sonar la alarma de mi teléfono, me desperecé y miré a mi alrededor, estaba un poco desorientada. Hasta que fui consciente que estaba en mi nueva casa. Me di una ducha rápida y cogí el metro hasta la estación de trenes. Hoy tenía que volver a casa de mi madre para recoger todas mis cosas. Había hablado con mi amigo que tenía una furgoneta para que pudiese llevar todas mis cosas hasta la nueva casa y habíamos quedado a las siete de la tarde para cargarlo todo.

Lucy: Teta acuérdate de recogerme en la estación a las 9:08

Sofy: Perfect, iremos a recogerte la mamá y yo 09:16

Lucy: Tengo ganas de verte y contarte todo lo que me ha pasado 09:18

Sofy: Yo también. Te dejo que salimos de camino. Besos 09:20

   Salí y allí estaban mi madre y mi hermana esperándome, nos dimos un abrazo y nos fuimos hacia el coche. El camino lo pasamos hablando un poco de todo, pero nada importante. Me dijo mi madre que había estado recolectando cajas para la mudanza y que tenía muchas. Y me iban a hacer falta, porque tenía muchísimos libros, dvd's, figuritas, peluches. Mi hermana no hacía más que mirarme con caritas raras todo el rato, pero no lograba adivinar porqué.

   Llegamos a casa y mis pequeñajos salieron corriendo a saludarme, cuánto echaba de menos estos recibimientos, no era lo mismo entrar en silencio y que nadie saliese con esa alegría a recibirte. Me tiré en el suelo y así estuve un rato con ellos. Cuando la emoción pasó, fui directa a mi habitación a empezar con el trabajo. Mi hermana entró a ayudarme, y empezamos a colocar todo en cajas, con la música puesta y haciendo un poco el tonto. No se cuanto rato pasamos así hasta que mi teléfono sonó.

-Si, dígame -dije sin reconocer el número.

-Hola renacuaja -instintivamente sonreí, claro, en mi teléfono personal no había grabado su número.

-Dígame usted.

-¿Que pasó? He pasado por la oficina a firmar unas cosillas con Mónica y no estabas, estás enferma o algo -sonreí, me giré para sentarme en la cama y vi a la idiota de mi hermana poniendo caras y haciéndome corazones con las manos, negué con la cabeza, no tenía remedio.

-No, hoy le pedí el día libre a Mónica para poder venir a casa a por mis cosas y hacer la mudanza ya.

-Que ganas tendrás.

-Pues la verdad es que si, por fin voy a empezar a controlar mi propia vida.

-Me alegro mucho, te mereces todo esto. -me puse super colorada y mi hermana empezó a reírse de mi. Le tiré un cojín, y me lo devolvió y empecé a reírme  -Te juro que esta te la devuelvo -le dije a mi hermana bajito.

-¿Que me vas a devolver qué? -me dijo.

-Perdona Jorge, tengo aquí a la idiota de mi hermana molestándome, no sabe hacer otra cosa -y la miré mal -Jorge, lo siento, pero me quedan cosas que hacer, hablamos luego ¿vale?

-Si si, solo quería saber si estabas bien. Hasta luego.

-Adiós.-mi hermana iba a decir algo -No quiero oir ni una palabra, ya te contaré todo cuando terminemos.

   Pero fue algo imposible, mientras seguíamos guardando cosas no dejó de hacerme preguntas, así que decidí contarle todo lo que había pasado en la última semana. Cómo Jorge se había ofrecido a ayudarme, que Mónica más que una jefa era una amiga, y todo el congreso de videojuegos. Ella escuchaba atentamente sentada en la cama todo lo que yo le contaba.

-Teta, me alegro que te vaya bien por fin. Ya era hora que las cosas empezasen a encauzarse -y la abracé. Hacía un mes que no la veía, y aun que siempre estábamos discutiendo ella era una parte fundamental en mi vida. De repente se abrió la puerta y entró mi hermanito.

-¡¡¡Tetaaaaa!!! -y vino a abrazarme corriendo. Y este pequeñajo de 10 años es al que más había echado de menos. Salimos y comimos todos, también habían venido mis tías a verme. Les enseñé fotos del piso que había echo y les encantó, todos me decían que había tenido mucha suerte encontrando algo así, y llevaban razón. Les dije a todos que allí tenían una casa y que esperaba que viniesen a verla pronto, que me haría mucha ilusión.

   A las 9 de la noche ya estaba debajo de mi piso descargando todo con mi hermana y mi cuñado. Yo fui la primera en subir para abrir, y en mi puerta había un pequeño paquete ¿quién lo habrá dejado ahí? No le había dado mi dirección a nadie, puede que algún vecino quisiera presentarse o no se. Lo cogí y entré en la casa, lo dejé en el suelo ya que era algo grande y nos pusimos a dejar todas las cajas en la primera habitación para que no molestasen en medio del pasillo. Les enseñé todo a mi hermana y mi cuñado y nos fuimos a cenar a un Foster's que había allí cerca. Al terminar ellos se fueron para casa, y yo a mi piso. Que bien sonaba decir mi piso.

   Llegué pasadas las diez, el barrio me gustaba mucho, era tranquilo, pero tenía la ventaja de estar a solo diez minutos del centro y a quince de mi trabajo, cosa que me permitía poder ir y venir a comer y descansar, ya que terminaba a las 13:30 y entraba a las 16:00, era una gran ventaja. Al entrar me percaté en el único paquete que había en el pasillo y recordé que aún no sabía qué era ni quién lo mandaba. Lo cogí, era una caja de cartón con un papel encima, estaba cogido con el celo que envolvía la caja. Lo leí  "Hola renacuaja, he venido a darte la bienvenida a tu nueva casa pero aún no habías llegado, así que decidí dejarte el regalo de bienvenida en tu puerta. Espero de todo corazón que te guste, y que lo pongas en algún sitio especial. Un beso. ElPirata" .

   Este chico no dejará de sorprenderme nunca, sonreí, me hacía ilusión el detalle, no me lo esperaba para nada. Me dispuse a abrir la caja, estaba llena de espumas, supongo que sería para que lo que había dentro no se rompiese. Metí las manos y rebusqué. Lo que saqué me dejó con la boca abierta, no podía ser. Esto era precioso, nunca había tenido nada igual. Era una figura de Link montado en su caballo con la espada en alto, era de cristal de colores. Busqué el teléfono en mi bolso y le mandé un mensaje a Jorge.

Lucy: Jorge no tengo palabras para agradecerte todo lo que has echo por mi estos días, y mucho menos el regalazo que he encontrado en la puerta. De verdad muchísimas gracias, pero te has pasado. 22:48

Jorge: No las des, simplemente me apetecía hacerte un regalo especial para tu nueva casa. 22:49

Lucy: Si, si te las tengo que dar, pero ya hablaremos. Buenas noches koala. 22:50

Jorge: Koala? Jajajaja y eso. 22:52

Lucy: Porque duermes más que ellos jajaja y porque yo también quería ponerte un mote, algún problema? 22:53

Jorge: No, ninguno. Buenas noches renacuaja. Descansa 22:54

Lucy: Buenas noches. 22:55

   Cogí mi regalo y me hice un selfie con él y la colgué en todas mis redes sociales con el texto "Gracias a las personitas que me apoyan día a día por ayudarme en todo. Y gracias a la personita que me ha hecho este regalo tan especial. Has acertado de lleno. Gracias de todo corazón"

   Había pasado la semana de forma muy rápida, tanto que aún no había podido abrir las cajas de la mudanza, ni había podido ir a comprar muebles para las habitaciones que estaban vacías, de las que ya tenía una ligera idea de lo que iba a hacer con ellas. Había ido al banco unas veces a pedir un pequeño crédito para poder comprar las cosas que me faltaban en el piso. No tenía ni platos, estaba a comiendo con cubiertos y platos de plástico. Al final conseguí que el banco me diese ese pequeño préstamo, y podría empezar a vivir como una persona normal.

Ficción o realidadWhere stories live. Discover now