âme passionnée

Capítulo 10

Hola mis amados lectores no tengo un empleo fijo aun y estoy tan ocupada aun así jajaja ando ilusionada mis amores, espero en este capítulo se emocionen como cada semana porque bueno un miembro más al grupo!!! Dios será bien genial.

Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 10. El escritor que admiro

Osomatsu se había vuelto una molestia para Ichimatsu incluso más que para el propio Choromatsu.

Se había puesto de lo más impertinente cuando se le metió a la cabeza "que no seré joven por siempre y ya desperdicie un año encontrándolo" No había querido escuchar razones y había terminado arrastrando al joven despeinado a todo su embrollo amoroso.

Choromatsu no era precisamente la clase de persona tolerante ante esa clase de cosas, seguramente estaría muy enfadado con él de nuevo. Siempre se enfada por tonterías pero siendo tan delicado y sensible, lo más probable es que ahora si le retire el saludo. Una persona como él está acostumbrada a que la gente no tolere su presencia, pero con el de ojos verdes es diferente. Es de las pocas personas que han intentado entenderlo y ayudarlo de verdad. Una sincera preocupación. Un sincero interés. Por extraño que parezca el profesor de verdad había creído que tenía talento. Él, una basura inservible siendo considerado talentoso por alguien tan verdaderamente habilidoso como lo era su profesor fue algo que lo tomo por sorpresa. Por lo general odia ser sorprendido, pero en esta ocasión fue diferente. Halagador. Todo aquello le había provocado en su interior una calidez que ha experimentado en pocas veces. Todo esto resultaba una locura. Era una situación aterradora. Sin embargo le encantaba.

Era un maldito masoquista.

Era consciente de que perdería definitivamente a esta persona por lo ocurrido ayer. Si el profesor no se alejó cuando perdió aquel concurso de forma lastimera y tampoco tras su hundimiento tanto como escritor como persona, ahora sí que esto sería la gota que derramó el vaso. No le sorprende la verdad, en este punto estaba sinceramente preguntándose que tenía mal en la cabeza el de ojos verdes para aun no mandarlo al demonio. Sabía que era cuestión de tiempo antes que finalmente colmara su paciencia y se diera cuenta de que es inútil perder su tiempo con un ser insignificante como él.

Si era consiente de todo aquello ¿Por qué aun así sentía una incomodidad al pensar que no volvería a verlo de la misma manera?

Estúpida sensación.

Estúpido Osomatsu.

Desearía poder decir que bajo otras circunstancias no lo hubiera ayudado nunca, y eso es precisamente lo que diría públicamente, pero en el fondo es perfectamente consciente de que bajo la circunstancia que fuera aun así habría ayudado al de ojos rojos. No solo porque es terriblemente difícil negarle algo a ese hombre despreocupado, sino porque está verdaderamente enamorado. Tiene la vaga sensación de que esos dos podrían ser felices juntos. Su profesor jamás había expresado tener otro tipo de preferencias, pero creía que si Osomatsu no lograba conquistarlo al menos el de ojos marrones lograría hacerse su amigo y con despreocupado de uno y lo controlador del otro serian una pareja dispareja. Les deseaba lo mejor a ambos y por eso mismo había terminado perdiendo la simpatía del más joven.

A veces no puedes tener todo en la vida.

Ya estaba de camino a la escuela con Ichiko y Jyushimatsu como una de tantas de sus mañanas, lo cierto era que pese a lo deprimente de sus pensamientos (lo cual se está volviendo una costumbre) no estaba de mal humor el día de hoy.