Capítulo 4.

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Se encontraban juntos, en medio de una relajante noche donde solamente el sonido de la televisión daba ambiente al lugar. El erizo estaba cruzado de brazos mirando aburrido la empalagosa película que su novia eligió para la ocasión, mientras ella, prestaba mas atención a su pareja que a la misma película que había tardado en elegir. Tragó saliva y tomó el brazo del cobalto, llamando su atención.

-¿Estás aburrido? - preguntó cautelosa- podemos quitarla si quieres.

Él la miró unos segundos. Sin duda la baja iluminación y el brillo de sus ojos azules la hacían ver preciosa. Frunció el ceño y apretó sus labios tratando de evitar su mirada, por alguna razón.

-No te preocupes, te prometí que esta vez tú elegirías que ver ¿cierto?

-Eso y que te obligaría a que la vieras de una u otra forma- le sonrió divertida, sacando una risa leve a su acompañante.

Algo andaba mal, ella lo sabía.

-Sonic...¿me ocultas algo?- indagó, por fin armándose de valor para preguntar sobre el extraño comportamiento de su novio.

-...No, estoy perfectamente ¿por qué?- los nervios de notaban a leguas, eso y que ella lo conocía lo suficiente.

-Es solo que...Amy me dijo- fue abruptamente interrumpida.

-¿Qué te dijo?

Y eso solo hizo que sus sospechas aumentaran, solo consiguió que su ceño frunciera y sus azulados ojos mostraran confusión.

-¿Me están ocultando algo? - se acomodó en el sofá de esa gran sala y lo miró fijamente.

Silencio.

-Escucha, Sally...- con una mirada llena de remordimiento -el cual la ardilla no entendía-, se levantó del sillón y tomó sus manos apretándolas suavemente, no se atrevía a verla a los ojos sabiendo que lo odiaría después de lo que trataría de confesar.

Porque ni él sabía a donde estaba yendo.

Porque ni siquiera sabía lo que sentía.

Porque no quería hacer daño.

¿O por deseo propio?

-No...siempre las cosas son lo que parecen, ni las personas toman las mejores elecciones- calló lanzando una risa sarcástica al aire- no siempre se puede justificar el daño que alguien hace ni las cosas que ocultas, pero a veces, la culpa es tan grande que aún sabiendo que es imperdonable...

Tardó en continuar, de un momento a otro su garganta secó y sus labios se apretaron mas.

-¿Eso es...por la misión que te asignaron mis padres?- preguntó juntando ambas cejas, interrumpiendolo, pero mas que nada, sorprendiéndolo.

-Tú, ¿como sabes de eso?- aparentemente la verdadera razón de su discurso se esfumó para darle paso a lo que lo frustraba.

-No pude evitar escuchar un poco, mas no lo suficiente para saber de que se trata- respondió ante la mirada de confusión de su pareja- no quería...bueno, no te mentiré, claro que quería saber pero no logré escuchar mas.

-Sally, es algo delicado, me temo que es lo único que puedo decir.

-¿Delicado? - preguntó incrédula - ¿cuál de tus misiones no son algo "delicado" , Sonic? Intenté darte tu espacio con eso, con tus misiones pero esto ya es otro nivel, esta...misión fue asignada por mis padres a ti, y como tu novia, y futura reina tengo derecho a saber que le pasa a mi reino.

-Puedes confiar en...- detuvo su frase. Sabía que ese "puedes confiar en mi palabra" era una total mentira en cuanto su actual relación, lo que lo hacía querer darse un tiro en la cabeza. - simplemente tienes que saber que nada pasará, puedes estar tranquila.

Sweet TemptationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora