Capítulo 28.

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Amy soltó un suspiro, caminando hacia la casa de la ardilla. Ahí sería la siguiente junta y esperaba que una de las últimas. Era realmente cansado tener que organizar planes de ataque, siendo algo que no hacían desde hace tiempo, aun cuando fuera un asunto serio.

En el camino pensó en todo lo que había pasado recientemente, parecía que todo sucedía tan apresuradamente que era difícil digerirlo, demasiado drama en unos meses. Se dio su tiempo de pensar en Tails, ahora mantenía su distancia de ella, no como para ser grosero, pero lo suficiente para hacerla sentir un poco triste. Es cierto que a veces se necesitaba de tiempo y espacio para superar a alguien, aun cuando pretendes seguir siendo parte de su vida, y ella lo entendía completamente, sin embargo, no dejaba de saberle mal lo lejanos que se habían vuelto esos últimos días.

Luego pensó en Sonic, con un poco más de pesar que antes. Aunque ahora pudiera ver sin titubear a Sally y él juntos, podía estar alejada y no pensar como prioridad en aquel erizo, lo que consideraba un gran paso si veías a su yo de antes, debía admitir que seguía sintiendo algo por él, ahora sin las energías para negarlo, lo sentía. No estaba orgullosa, pero, ¿Qué le iba a hacer? Intentó seguir adelante con Tails, no lo consiguió, pues admitía que sacar un clavo con otro clavo era estúpido en todos los sentidos, aunque en un principio su intención no era esa. De todas formas, en lo único que estaba completamente segura, era que hablaría seriamente con Sonic para hacerle saber que iba a contarle todo a Sally. Por supuesto que no le sentaba bien, cada que pensaba en ello se le hacía un nudo en la garganta y los nervios y vergüenza llegaban con fuerza, pero ella se metió en todo eso, hizo cosas que no podía cambiar, y definitivamente no esperaba que Sally perdonara y olvidara, pues era totalmente comprensible si se sentía traicionada, decepcionada o la odiaba, ¿Quién no lo haría en su lugar?

Cuando llegó a la puerta del hogar de la ardilla, suspiró con menos ánimos que antes y tocó un par de veces, sin recibir respuesta.

''¡Sally, estoy fuera!'' gritó, con la esperanza de ser escuchada. Suspiró al no encontrar señales de que alguien abriría la puerta. Buscó en su llavero las llaves correspondientes y abrió.

Cuando entró, como esperaba, no encontró a nadie del equipo. Ella solía llegar antes de que los demás, a petición de Sally.

''Ardilla, eres muy mala anfitriona.'' Dijo en voz alta, subiendo las escaleras en busca de la chica. Escuchó los pasos rápidos de la mencionada dentro, y pronto, salió por la puerta.

''No los encuentro''

Amy la miró confundida, acercándose a ella y tomando sus hombros en señal de calma. ''Respira, Acorn. ¿Qué no encuentras?''

''¡Los planos, Amy, no los encuentro!'' alzó la voz como si fuera lo más obvio del mundo. Caminó un par de veces a su alrededor y masajeó sus sienes. ''Los puse en mi armario, estoy segura. Y ahora no están, desaparecieron.''

''No pudieron desaparecer. Debes buscar bien''

''¡Pues lo hicieron, Rose, porque no están!'' pasó ambas manos por su rostro antes de suspirar. ''Estoy gritando, lo sé, lo siento.''

''Está bien. Te ayudaré a buscar, estoy segura que debe ser una falsa alarma. ¿De acuerdo?'' Amy también se encontraba desconcertada. Si los planos de verdad habían desaparecido, atrasaría de manera alarmante lo que tenían planeado.

''Es con lo único en lo que puedo ser realmente útil, Amy. No quiero arriesgar a mi padre, mi reino, a ustedes, por perder unos planos''

''No lo harás. Los encontraremos. ¿Dónde está Bunnie? Nos ayudará a buscarlos'' Entró a la habitación con Sally detrás, comenzando a buscar por los alrededores.

Sweet TemptationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora