Capítulo 11.

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- ¿Amy?

La nombrada salió de sus pensamientos al escuchar su nombre, observando a la chica castaña que la llamaba, donde simplemente contestó con un ''Mmm'' interrogativo.

- Últimamente estás en tu mundo a menudo, ¿Algo que quieras confesar?- pregunta la ardilla a su lado con una sonrisa de oreja a oreja.

- No, lo siento- rió un poco- es solo que he pensado en muchas cosas, personas y...eso- explicó tocando sus púas aislándolas en el proceso.

- ¿Personas? ¿Nicky, acaso?- sonrió coqueta mientas codeaba a su amiga, quien la miró con confusión.

- ¿Nicky?- repitió confundida, recordando de pronto la conversación de ella y su amiga sobre su supuesto ''enamorado'' - ¡Oh! claro, por supuesto...

- ¿Qué hay de él? ¿Cuándo tendré el gusto de conocerlo?

- Pronto...estoy segura de que volverá en cualquier momento- rió ocultando sus nervios ante una de sus tantas mentiras.

Sally no insistió más.

Amy agradeció que no lo hiciera.

Realmente no quería tener que inventar más cosas sobre el falso amor de su vida, sabiendo que el verdadero era su novio. No quería recordar como antes no le ocultaba nada a la que nombraba su mejor amiga, y ahora, podría llenar un frasco entero con todas las mentiras que había dicho desde aquel día.

Siempre se sentía la peor de todas.

Siempre se recordaba que no era la víctima, que únicamente la culpa era suya, y por supuesto de Sonic, por dejarse embrujar por sus deseos. Ambos eran unos idiotas, solo que uno podría dejarlo cuando quisiera e ir con su novia y amor, mientras que ella...estaba terriblemente enamorada, demasiado como para querer dejar lo que sea que tuvieran.

Necesitaba que alguien le hiciera entrar en razón, ella misma no podría por más que se repetía, pues sabía que terminaría cayendo en el deseo de pasar un día más en aquella fantasía de tenerlo, al menos un día más, de los que llevaron a meses de toda una tortura. Quería que alguien llegara a decirle que lo que hacía estaba mal y no podía continuar, pues sabía que Sonic no lo haría. Pero no deseaba que alguien más se enterara de la situación, sin embargo, como siempre todo se le había ido de las manos, como sabía que sucedería tarde o temprano.

- Eriza, ¿puedo preguntarte algo?- interrumpió una vez más Sally los pensamientos de la rosada.

- Por supuesto Sall, ¿Qué pasa?

- Nada en especial...solo que, en vista de que Sonic preparará una sorpresa para nuestro aniversario...quisiera prepararle un regalo también- se encogió de hombros a la par que mordía su labio inferior.

- Oh...- sintió un pequeño vuelco en el estómago- ¿Y qué hay con eso?

- Pensé en todos los posibles regalos...solo que descubrí que no sé mucho de mi novio y sus gustos- murmuró un tanto avergonzada, nunca se había dado el suficiente tiempo para descubrir por completo los gustos de su pareja. - es por eso que pensé en preguntarte, quiero decir...has estado con él desde muy pequeños y sabes de él más que muchos y sobre todo más que yo, así que...

- ¿Quieres que te ayude con el regalo? - completó arqueando una ceja con

diversión.

- ¡Por favor, mejor amiga!- juntó sus manos en súplica mientras sacaba el labio inferior en un puchero.

Amy rió levemente antes de contestar- Por supuesto, déjame pensar...- quedó muda unos leves segundos antes de mirarla a los ojos con una sonrisa- Principalmente Chilli Dogs, son sus favoritos, pero no basta con uno, al menos una docena o si puedes más, extra picantes, son sus favoritos, incluso tengo una receta especial que es la favorita de Sonic realizada por mí, la presentación es lo de menos pero te recomendaría llevarlos en una canasta adornada, también es bastante ególatra, una que otra cosa podrías sacar de eso, adora el azul por obvias razones y le gusta jugar videojuego, más aue nada de carreras...- sonrió perdiéndose entre los años de experiencia junto al erizo, obviando la mirada atónita de la ardilla.

Sweet TemptationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora