Capítulo 19.

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Tocó con las puntas de sus dedos la plana superficie color menta a su lado, tamborileando con sus manos empezando desde el meñique hasta el índice, en un desespero mal disimulado observaba aquel objeto por incesantes segundos, como si su sola mirada adelantara los minutos que faltaban para dar a conocer el resultado. Inclinó la cabeza hacia el retrete y, a falta de bocado, arrojó una viscosa masa blanquecina y sin sabor. Sintió el bilis pasar por su garganta y saliendo con fuerzas por su boca, dejando un rastro de saliva y lágrimas de esfuerzo que presionaban directamente contra su estómago, ante las contracciones debido al esfuerzo por saciar el asco que sentía.

Amy, finalmente, con pocas energías no se molestó a limpiar el hilo de saliva que orillaba su boca, el esfuerzo la había dejado exhausta, observaba con lágrimas orillando sus cuencas el dispositivo en sus manos cuando por fin pudo recargarse en la pared más cercana, sentada en el frío suelo apenas cubierto por una aterciopelada alfombra lavanda.

''Negativo'' dejó a ver el aparato, y eso hizo suspirar a la eriza. Un alivio instantáneo recorrió su ser y sonrió con las pocas energías que almacenaba. Bajó su mano importándole poco donde quedaba aquella prueba, pues ya sabía la respuesta que tanto estaba esperando.

Cuando, al menos una semana de haber terminado toda la ''aventura'' que tenía con el erizo, se dio cuenta que su periodo se había atrasado extrañamente, comenzó a asustarse. Claro que, no solía ser demasiado exacta en cuanto su ciclo menstrual, pero la situación la hizo suponer que podría pasar, y las nauseas que un par de días después le atacaron terminaron de horrorizarla. No fue hasta que logró hacerse la prueba que se encontraba en algún lugar del piso del baño, que pudo relajarse ante la negativa que la prueba le daba.

Después de esa, hizo tres más, solo para comprobar los resultados, y estando completamente segura de que no crecía nada en su interior, por fin se dio por satisfecha.


Por supuesto que quería un bebé, sin duda uno de sus sueños de vida es tener una familia, y un bebé claramente era parte de ello, sin embargo, considerarlo a su edad no era una opción para ella, era un horror ver un positivo en la prueba siendo ella tan joven, por supuesto que amaría a ese ser con todas sus fuerzas, pero no deseaba conocerlo en ese momento, porque aseguraba tener tantas cosas que hacer, por ver y experimentar, y, en ese momento de su vida, hacerse cargo de un infante imposibilitaría muchas de estas actividades. Muy aparte de que, sin duda, hubiera sido más que un drama quedar embarazada de un crío que sin dudas sería de Sonic y que probablemente eso solo terminaría por empeorar la situación, no se sentía preparada para ese tipo de responsabilidad, y aseguraba que, cuando fuera el momento, cuando estuviera decidida, le daría la mejor vida que pudiera tener a ese pequeño bebé, pero, por supuesto, no era el momento, y ciertamente, no lo esperaba al menos hasta un par de años.

''Eso estuvo cerca'' murmuró, arrepintiéndose en el instante en el que su garganta presentó una oleada de dolor por la sequedad y el sobre esfuerzo impuesto por las arcadas. Tomo su cuello entre su palma y dio un leve masaje, como esa acción pudiera aliviar el dolor de ardor que provocaba incluso tragar. Así, atribuyó las nauseas a un malestar estomacal causado por algo que comió, tampoco es que le diera mucha importancia tras el susto inicial, así que dejó el tema.

''Amy, ¿Estás bien?'' escuchó la voz fuera del cuarto de baño, perteneciente a la casa de la murciélago. Se exaltó, reconociendo el deje de preocupación propio del erizo que tanto anhelaba y se esforzaba por ignorar.

''Bien'' Dijo tratando de mantener su voz fuerte, mientras su garganta dolía.

Ni siquiera pudo darse cuenta en qué momento su equipo llegó a la casa de su amiga, ella, preocupada, había llegado con ella y la bolsa con cuatro pruebas de embarazo con los nervios a tope, incapaz de querer saber el resultado sola y que fuera positivo, si era el caso, necesitaría apoyo emocional y no conocía a nadie mejor que Rouge para eso, sin embargo, olvidó completamente que la junta para definir los planes de la misión para el rescate del rey sería en aquella casa, sugerido por Knuckles, pues también era su casa.

Sweet TemptationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora