Lux Aeterna{#1} Darius x Lux |Ángeles y maldiciones|

{17}.Vínculo

Notas: Holita hermosas/os!. Hoy os traigo un 2x1 jajajaja.
Al final me pasé escribiendo así que he dividido lo que iba a ser un capítulo inicial en dos. Creo que además de ser menos engorroso de leer, es mejor así porque no sé, me pega más que pase en dos secuencias distintas.
Espero que como siempre que os guste mucho, y de nuevo muchísimas gracias por leerme y apoyarme. Os quiero muuuucho ❤ ❤ ❤ .
Ojalá tengáis un día maravilloso. Un fuerte abrazo.
Vuestra Yhoshi!

[*****]

Abrió los ojos, se encontraba sentada en una gran piedra redondeada y rodeada de hojas amarillentas. Alzó la vista, divisó altos y finos troncos de árboles de hoja caduca, las cuales, con el viento amenazaban con caerse de un momento a otro. Sintió algo en su cabeza así que alzó su mano para ver qué se posaba con tanta delicadeza sobre ella. Un sombrero. Se lo quitó para mirarlo, era de paja con un lacito azul oscuro alrededor. Se miró a sí misma, llevaba puesto un vestido del mismo color que el lazo, sólo ajustaba en su pecho, y el resto caía con vuelo, haciéndolo cómodo y ligero. Las mangas eran de un color azulado que transparentaba, siendo de una tela tan fina que el aire la surcaba como quería.

Notó las hojas bajo sus pies y supo que iba descalza. Miró a los alrededores de nuevo, mientras el Sol le acariciaba su delicada piel haciéndola más brillante aun si cabe. Pero lo árboles eran celosos y con su altura sólo dejaban traspasar unos cuantos rayitos de calidez.

Avanzó unos pasos, no estando segura de qué hacer. Entonces la divisó. Otra chica se encontraba a lo lejos. Su piel morena, era cubierta por un vestido de tirantes blanco y suelto, que ondeaba con el caprichoso viento. Portaba un sombrero idéntico al de Lux, con la única distinción de que el lazo que lo rodeaba era blanco.

La demaciana le sonrió y levantó una mano para saludarla con entusiasmo. La chica le respondió al gesto y cuando la rubia se había acercado lo suficiente a ella, continuó caminando entre las hojas, los árboles y los rayos del Sol.

— ¡Mera!— Llamó la pequeña muchacha rubia al ver que no la esperaba.

Ésta se giró para sonreírle y seguir andando.

El ambiente era placentero y pacífico, el olor del bosque, el aire frio que respiraba renovándola por completo le hacían sentir una serenidad absoluta.

— Hay, cosas que necesito saber, por favor. — Trató de convencer Lux a la morena mujer que tenía delante.

Pero no se detuvo, volvió a mirarla para hacerle un gesto con la cabeza de manera amable y seguir andando.

Pasearon durante un tiempo, la noxiana delante y la otra chica tras ella. Hasta que Mera se detuvo, pues ya no había más camino, sólo un abismo precedido por un gran precipicio de sólida y afilada roca que se dejaba caer por él hasta donde la vista no alcanzaba a ver.

Lux se puso a la par de su acompañante. Y sorprendida miró hacia abajo, quitando su vista rápidamente al ver aquel vacío que se extendía bajo sus pies.

Mera entrelazó una mano con la de la chica rubia que sorprendida la miraba y señaló al abismo. La demaciana la miró con confusión, tratando de comprender qué sucedía, entonces la chica morena apretó su mano y tiró un poco de ella para posicionarse más al borde del precipicio. La pequeña mujer negó con la cabeza.

— No quiero saltar. — Dijo con firmeza.

Mera ladeó la cabeza, le sonrió y volvió a tirar de ella.