El timbre de la casa de los Dunbar sonó. Liam puso los ojos en blanco y pausó el videojuego al que estaba jugando.- ¡Ya voy! - gritó mientras bajaba las escaleras de dos en dos. ¿Quién podría ser a las diez y media de la noche? ¿Scott?
La cara de Liam enrojeció rápidamente al ver a Theo apoyado en el marco de la puerta.
- Ra... Raeken. ¿Qué haces aquí?
- Encantadora bienvenida - repuso la quimera burlonamente - Habría preferido un: "Oh, ¡qué grata sorpresa! Por favor, ¡pasa!" pero parece ser que por aquí todavía no habéis descubierto los modales.
El beta no respondió, pero se apartó para dejarlo pasar.
- Ya has entrado. Ahora dime qué demonios haces en mi casa. - dijo cuando ambos se acomodaron en el salón.
- Scott me ha obligado a venir. - contestó. Liam se sintió aún más confuso que antes. Parecía una broma de mal gusto: Theo Raeken, con el que no hablaba desde hacía casi una semana, aparecía en su casa justo el día en el que le confesaba que le gustaba. Estaba bastante seguro de que ni Scott ni nadie había visto lo que había pasado esa mañana en el campo de lacrosse.
- Y ¿por qué te ha dicho Scott que tenías que venir, si puede saberse? - volvió a preguntar el beta.
Theo le relató todo lo que había visto hacía unas horas en medio de la carretera. No pudo terminar su historia, porque el alfa le llamó cuando estaba describiendo a la figurita.
- Hola Liam. Siento mucho que Theo haya llegado tan de improvisto, pero no sabía que más hacer. Supongo que a estas alturas ya te habrás hecho un poco a la idea. Aún así, me gustaría explicaros, a los dos, lo que está pasando.
> Acababa de hablar con el sheriff Stilinski cuando sonó mi móvil. Era Theo, que me contó algo parecido a lo del sheriff. Los dos habían encontrado cuerpos sin ninguna señal de asesinato o suicidio, con una estatuilla de madera de una criatura encima. Mi madre ya me había comentado que la semana pasada llegó al hospital un cadáver en circunstancias parecidas. En aquel momento nadie le prestó demasiada atención pero, como dice siempre mi mejor amigo: uno es un hecho; dos es una coincidencia; y tres es un patrón.
> Así que le mandé una foto del extraño símbolo a mi jefe, Deaton, por si sabía algo al respeto. Os voy a leer lo que me ha escrito:
> "Hola Scott. Acabo de recibir tu mensaje. Si no me equivoco, la imagen representa a Maramba, una especie de dios para los habitantes del Congo, especializado en la caza y en la justicia. Ante él juraban los acusados, asegurando su inocencia; si era cierta no les ocurría nada, en caso contrario caían muertos instantáneamente. Su figura, el hombre con cabeza de león y la espada, se colocaba encima de un cestos a la entrada de su templo, que solía ser una cabaña. Antiguamente, los muchachos se le dedicaban al llegar a la pubertad, pero parece ser que a su nueva reencarnación no le importa la edad de sus víctimas.
> Personalmente, creo que tú y toda tu manada estaréis a salvo de esta criatura sobrenatural, aunque no niego el peligro que puede suponer para otras personas. Nunca había oído que está leyendo fuera real pero, al fin y al cabo, esto es Beacon Hills. No conozco sus límites, y no sé qué es lo que considera, inocente.
> Tened cuidado y no os metáis en problemas."Liam y Theo escucharon atentamente el mensaje del veterinario, sin saber muy bien a dónde quería Scott ir a parar.
El alfa siguió hablando:
- Yo creo que todos los betas con ojos amarillos podrían sobrevivir, pero, tú, Theo... bueno, todos conocemos tu pasado. Por eso te he pedido que vayas a casa de Liam. Sé que su padre está en un curso de cirugía en Nueva York, y he pensado que no sería mucha molestia. Espero que sea más seguro que dormir en un coche.
Los dos oyentes intercambiaron una mirada. Liam desconectó el altavoz y contestó:
- Gracias por avisar Scott.
- De nada. Por cierto, Liam. Si tienes algún problema, ya sabes, con Theo... dime e iré en seguida. - y colgó.
...
Después de la llamada, ninguna de los dos dijo nada. Seguían asimilando las palabras de Scott.
- Bueno, te voy a enseñar dónde puedes dormir. - rompió el silencio el anfitrión - Esta es la habitación de mi padre. Supongo que no pasará nada si te quedas aquí.
- Vale - respondió la quimera.
El beta compuso una tímida sonrisa y se dispuso a marcharse cuando Theo le agarró del brazo:
- Liam. Gracias... por todo. - y se metió en la habitación antes de que pudiera contestar.
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being the bait - THIAM
Fanfic- ¿Qué demonios estás haciendo? - Ser el cebo - dijo con una sonrisa, mientras las puertas de las ascensor se cerraban. El pánico invadió a Liam. No podía perder a Theo, no ahora.