CAPÍTULO 10

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Liam estaba demasiado nervioso como para conciliar el sueño. Theo Raeken estaba durmiendo a menos de tres metros de él. De entre todas las casas a las que Scott podría haberle enviado, había elegido la suya. No sabía si odiarlo o adorarlo.

De repente, Liam oyó el susurro de una ventana abriéndose. Un oído humano no lo hubiera percibido, pero el lado sobrenatural del joven beta lo escuchó sin problemas: venía de la habitación de su padre.

No habían pasado ni cinco segundos cuando Liam abrió la puerta contigua. Ya era tarde. El gran lobo negro corría entre la espesura de la noche.

- Mierda - murmuró Liam. Sabía que por mucho que corriera no podía alcanzarlo, así que acercó una butaca a la cama, decidido a esperarle.

...


Mientras avanzaba a toda velocidad por las calles desiertas, Theo no podía dejar de pensar en la extraña criatura sobrenatural que había aparecido en Beacon Hills. Caza y justicia, ¡Venga ya! ¿No podía dedicarse a otra cosa?

Este pensamiento le trajo los recuerdos de todos los asesinatos que había cometido, empezando por el de su hermana. Tenía más sangre de la que le gustaría en las manos. Sus ojos no eran azules, pero estaba muy lejos de ser inocente.

Cansado de dar vueltas en la cama, se había levantado y se había transformado en lobo. Sabía que Scott no le habría dejado salir a esas horas con el Maramba suelto, pero necesitaba dar un paseo, y el alfa no estaba ahí. Había abierto la ventana cuidadosamente y había saltado fuera.

Corrió durante media hora sin parar, intentando agotar sus fuerzas, pero no pudo. Cuando volvió a casa de los Dunbar, estaba más despierto que cuando salió.

No había dejado de pensar en su macabro pasado, ni en lo impotente que sentía con el monstruo corriendo a sus anchas por ahí. Aun así, la idea que más le preocupaba era la de perder a Liam, o que él se diera cuenta lo malo que había sido en realidad.

being the bait - THIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora