Liam entreabrió los ojos. La adrenalina que se le había disparado cuando supo que iba a morir había calmado sus impulsos licántropos y, aunque no había podido hacer desaparecer sus garras y colmillos, su mente pensaba con la racionalidad humana.Pero no estaba muerto. El Maramba nunca había dado su estocada final.
Liam recordaba haber escuchado un disparo. Procedía de la entrada del pasillo. Abrió los ojos del todo. Aún así no pudo ver nada. Solo una nube de humo verdoso. Le sonaba haber visto algo así en alguna otra parte pero no recordaba dónde.
El chico se incorporó un poco. Scott estaba un par de pasos más adelante, agachado sobre el cuerpo inerte de Nolan Holloway, poniendo en práctica unos movimientos de reanimación que había aprendido de su madre. Las heridas del alfa habían dejado de sangrar, y parecía que la curación característica de los hombres lobo estaba haciendo su efecto.
- Me alegro tanto de que estés bien - susurró alguien detrás de Liam.
Este se dio la vuelta rápidamente, dispuesto a atacar. Casi se cayó de espaldas al ver quién tenía en frente.
- Theo.
- Yo también me alegro de verte. - respondió este con una sonrisa.
El beta guardó sus garras. ¿Qué hacía Theo ahí? ¿No había dicho Stiles que había huido al bosque? Y el disparo, ¿quién lo había producido? La quimera nunca había usado una pistola, al menos que él supiera, ya que, como a todos los hombres lobo, no le hacía falta.
Las preguntas abrumaban su mente. Además, estaba experimentado varios sentimientos contradictorios, que lo agobiaban cada vez más. Por una parte, no podía expresar la felicidad que sentía teniendo a Theo a su lado de nuevo; pero, por otro lado, estaba enfadado con él por haberse marchado sin dar explicaciones. Le estaba dando un nuevo ataque de ira. Estaban tan furioso que no se pudo contener.
Liam le dio una bofetada a Theo con todas sus fuerzas.
El mayor retrocedió por la sorpresa mientras se llevaba las manos a la cara para tocar la zona golpeada.
-Desde luego, lo tuyo no son los reencuentros.
- ¿¡Estás mal de la cabeza o qué!? ¿¡Sabes lo que te podría haber pasado si ese monstruo te hubiera apuntado con su maldita espada!? ¿¡Y para qué narices huiste al bosque, si se puede saber!? ¡Creía que nos habías vuelto a traicionar! - Liam se cruzó de brazos para evitar pegarle a nadie más, aunque tras haber soltado todas sus preocupaciones se sentía mucho mejor.
Theo no dijo nada. No sabía por donde empezar a contar, así que simplemente se apartó un poco la chaqueta para dejar al descubierto la pistola que llevaba sujeta al cinturón. Lentamente la cogió y se la tendió a Liam.
- ¿Esto es... ?
- Sí. Es la pistola de un Jinete Fantasma. Aquel día, en el hospital, cuando las puertas del ascensor se cerraron, quince o venite vaqueros de esos se me echaron encima - el beta levantó una ceja y esbozó una media sonrisa -. Vale, puede que no fueran tantos - rió Theo -. La cuestión es que, al acabar con ellos, esta pistola me llamó la atención. Contenía tanto poder... Con tan solo apretar el gatillo puedes hacer desaparecer a cualquier persona, sobrenatural o no, incluso de los recuerdos de sus seres más queridos - por un momento Liam recordó al antiguo Theo Raeken, el que haría cualquier cosa por poder -. Así que decidí quedármela.
>Como sabrás ahora mismo no tengo casa, por lo que lo llevé a la cueva donde Malia se escondía cuando era una coyote. Pasaba muchas tardes allí, sin hacer nada más que contemplar la pistola dar vueltas en mis manos. Al principio creía que le había cogido tanto cariño por lo que era capaz de hacer. Luego pensé que tal vez me lo había quedado como símbolo de mi victoria frente a los Jinetes. Pero al final, tuve que asumir por qué estaba tan obsesionado con la dichosa arma.
>Me recordaba a tí. A nosotros. A aquel momento en el que hice algo que nunca me imaginaba que haría. A aquel momento en el que decidí enfrentarme a todos los bichos sobrenaturales que se me venían encima solo para ponerte a salvo. Vaya, así dicho parece muy cursi y estúpido - Theo escondió su rostro entre sus manos para ocultar su vergüenza.Liam no respondió. Avanzó unos pasos hasta quedarse en frente del otro muchacho. En silencio, entrelazó sus dedos con los de Theo y se los apartó de la cara. Seguía tan sonrojado como al principio, tal vez más.
- Me gusta el Theo Raeken que dice cosas cursis y estúpidas, y además se pone rojo de vergüenza - le susurró el beta, juntando sus labios con los del mayor.
El beso pilló desprevenida a la quimera, que tardó unos segundos en reaccionar. Pero la sorpresa duró tan solo unos instantes. A medida que iba disfrutando la sensación, olvidó la timidez anterior y poco a poco fue tomando el control. Agarró a Liam por la nuca, para acercarlo más a él. Sentía las manos del chico jugando con su pelo. Entre los labios del beta, Theo sonrió.
Estuvieron así un buen rato, hasta que el ruido de algo metálico cayendo al suelo los hizo separarse.
Stiles estaba en medio del pasillo, al lado de su mejor amigo, con los ojos abiertos como platos y las llaves de su Jeep en el mismo sitio donde habían caído. Intentando aparentar normalidad, pero con una mirada de triunfo, se agachó al lado de Scott y le dijo al oído:
- Me debes cinco pavos.
Theo se rió. Ya había derribado los muros que se había levantado él mismo entre él y Liam. Ya no le importaba que los vieran juntos, le daba igual lo que pensaban de ellos. Y quería que el beta se diera cuenta, por lo que lo besó. Lo besó con aún mas ganas que antes.
- Te quiero mucho.
- Y yo a tí, Theo.
Espero que os este gustando la historia!! Ya no quedan muchos capitulos para terminar, tal vez uno o dos más. Se que en este capitulo pueden quedar algunas dudas pero intentaré explicarlas todas en el siguiente. Tambien voy a intentar escribir un smut, pero aviso que sera la primera vez y no se como saldra😅. Si quereis que aparezca algo mas en el proximo dejarlo en los comentarios. Graciias por leernos❤️
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being the bait - THIAM
Fanfic- ¿Qué demonios estás haciendo? - Ser el cebo - dijo con una sonrisa, mientras las puertas de las ascensor se cerraban. El pánico invadió a Liam. No podía perder a Theo, no ahora.