Capítulo 14: Adiós.

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on el pasar de los días Caleb y yo nos volvimos más cercanos. Mateo, por su parte comenzó con los preparativos para irse a Buenos Aires con mi hermano.
El había tomado su decisión, y nada parecía hacerlo cambiar de parecer. Cuando supe que finalmente había decidido irse lloré esa noche. No quería volver a tenerlo lejos. Pero si el sería feliz allí, lejos de todos nosotros, su familia. Lo entendía.

¿Quién era yo para detenerlo, además?
Yo era tan solo un mal recuerdo para el.

Adam volvió a Mendoza, así que mi única compañía era Caleb. A veces estábamos los cuatro juntos, pero la mayoría de las veces mi hermano y Mateo hacían sus planes sin incluirnos a mi y a Caleb, por lo que empezamos a pasar más tiempo juntos.

Mi madre comenzó a trabajar en la peluquería de Estela, y puedo decir que nunca la había visto tan feliz. Ellas se aman y son adorables.
Mañana traen nuestras cosas de Buenos Aires. Así que eso es todo, finalmente viviremos aquí , en Córdoba. Iré a la universidad con Caleb. Es lo que siempre he soñado, aún así, no sé siente del todo bien.

A veces cruzamos a Daniela y ella se ríe al vernos.
Maldita tonta, la odio. Caleb agacha la cabeza cuando ella aparece, lo que me hace pensar si realmente le afecta verla.

Está noche Mateo tocará con la banda. Nos invitó a todos, incluso a nuestras madres. Ya que es la última vez que tocará con su grupo. Sus amigos lo entienden. Después de todo, ellos sabían que la banda era algo pasajero hasta que cada uno tome su rumbo.

Vicky ahora me mira con rencor. Mateo debe haberle contado de lo sucedido y ella debe pensar que soy una bruja que juega con los sentimientos de dos hermanos.
Tal vez tenga razón.

Me puse un Jean y una remera, solo me recogí el cabello y me maquille un poco, lo básico como para no quedar muy pálida. La verdad es que me daba lo mismo arreglarme o no. Ya no quería impresionar a nadie. Quería pasar desapercibida ahora.

Mi madre y Estela se veían hermosas. Y Caleb estaba guapísimo.
Mi hermano y Mateo se habían marchado más temprano a pasar el rato con la banda. Los veríamos en el bar donde sería el show.

Los cuatro nos subimos al coche. Caleb y yo en el asiento trasero.

Mientras mi madre y Estela conversaban y reían por algo de la peluquería, Caleb se recostó en mi hombro.

—Eres tan hermosa—dijo, viéndome a los ojos. El estaba tan cerca de mí rostro que podía sentir su aliento chocando contra mí boca.

Pensé que iba a besarme, pero no lo hizo. Creo que por la presencia de nuestras madres en el coche.

Llegamos un poco temprano al bar.
Todavía no estaba lleno y faltaba un rato para que la banda comience.
Así que Mateo y mi hermano vinieron a sentarse con nosotros a beber algo.

Mateo tenía una remera de Lennon y un Jean desgastado, pero se veía Jodidamente sexy.
Chicas lo saludaban por todo el bar. Me molestó, pero no tanto como esperaba. Ya había aceptado la idea de que el se marcharía lo más lejos posible de mi.

—Oh mi niño, te me vas lejos—Estela lo abrazó sobre los hombros.

—Volveré en el próximo verano mamá, no seas tan dramática—bufó el.

—Yo cuidaré de el, no te preocupes—mi hermano intentó, en vano calmarla.

¿Qué clase de madre sería si quisiera a su hijo lejos? Esta claro que ella siempre va a echarlo de menos.

—¿Irás a ver a papá?—le preguntó Caleb a su hermano.

La relación de los muchachos con su padre no era lo mejor. El se había divorciado de Estela cuando ellos eran muy pequeños. Y desde entonces sólo lo habían visto una o dos veces. El solía llamarlos por teléfono y siempre les envió dinero. Lo último que supe es que el había formado una nueva familia en Buenos Aires.

—No lo sé aún, tal vez lo haga—respondió Mateo.

El sonido de un bajo le hizo saber a Mateo que los chicos harían un último ensayo antes de tocar. Así que el dejó nuestra mesa para unirse a ellos.

—Aún no puedo creer que tu vivirás con Mateo y yo viviré con Caleb, Estela y mamá—dije a mi hermano, que estaba a mi lado.

—Será una locura—exclamó sonriente.

Me costaba mucho aceptar que ellos iban a marcharse mañana. Faltaba un mes para el comienzo de las clases pero debían encargarse de la mudanza de Mateo y terminar el papeleo en la universidad. Caleb y yo debíamos hacer lo mismo aquí. Aunque no vamos a estar a estudiar en la misma uni, estaremos bastante cerca. Caleb va a estudiar medicina, yo psicología. Mateo estudiará derecho y mi hermano Santi quiere ser profesor de historia.

Aún no puedo creer que seamos adultos y que estemos a punto de tomar el rumbo que escogimos para nuestro futuro.
Solo espero que todo salga bien para nosotros.

La banda anunció que comenzaría su repertorio así que me dirigí hacia el escenario para estar lo más cerca posible de ellos.
Comenzaron con aquella canción que Mateo me había dedicado.
Casi rompo en llanto frente a todos, pero lo disimulé bien, especialmente porque Mateo no dejaba de mirarme a los ojos mientras lo cantaba.

Cuanto lo echaría de menos.
Ya no era el idiota fastidioso que siempre me molestaba. El era importante para mí. Lo quería y mucho.

Esa noche no pude pegar un ojo.
No podía dejar de pensar en que ahora mi hermano y Mateo estarían lejos. Así que salí al patio trasero, aún en pijama a tomar un poco de aire.
Al parecer no era la única que no podía conciliar el sueño, ya que Mateo fumaba un cigarrillo mirando hacia el cielo. Me tomé el atrevimiento de sentarme junto a él.

—Hola.

—¿Tu tampoco puedes dormir?

Negué con la cabeza.

—Necesitaba tomar un poco de aire.

—Yo nunca me acosté. Desde que volvimos del bar estoy aquí. Me resulta extraño saber que a partir de mañana mi vida ya no estará aquí. He vivido en Córdoba desde que nací. La ansiedad está matandome.

—Te entiendo. Aún me resulta extraño saber que ahora viviremos aquí. Es lo que siempre he querido, desde pequeña. Vivir con ustedes.

—Pues aquí lo tienes. Espero que seas muy feliz Ali.

—No será lo mismo sin ti ¿Sabes?

—Lo mismo digo. Pero como te dije antes, creo que será lo mejor para tod...

—Te quiero—Lo interrumpí.

—Y yo a ti Ali—el besó mi mejilla con toda la dulzura del mundo y mi corazón se rompió un poco. Se rompió esa noche, al darme de cuenta de que el me olvidaría.

Nota de la autora: Importante!!!!!

Espero que les haya gustado. Aquí termina la primera parte de la novela. Nos vemos el próximo capítulo, en el comienzo de la SEGUNDA PARTE, que les recuerdo, será aquí mismo.
Muchas gracias por leerme, más que nada por su paciencia. Si les gustó no olviden votar y/o comentar. Hasta la próxima :)

Mi Plan B © (Completa, En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora