Cuando abrí los ojos un día, deseé estar muerto
Deseé que alguien me matase en en este ruidoso silencio.
Estoy viviendo para entender el mundo pero, ¿por qué el mundo no trata de entenderme?—No leas mis letras, es algo vergonzoso.— Namjoon se sentó a mi lado, luego de quitarme su cuaderno de las manos. Su cabello negro estaba algo alborotado luego de cambiarse la ropa. Ahora estaba cómodo, había recuperado algo de su esencia, pero seguía con el tono rojizo sobre sus mejillas que lograba pasar desapercibido. Se acomodó a mi lado, sentándose con las manos apoyadas, cada una a lado de sus caderas, casi rozando las mías. Levantó la mirada pero no la cabeza, logrando hacer estremecer mi interior; abrió los labios, sin lograr mediar palabra. Llevé mi mano a su hombro, dándole un golpe en él, si no lo hacía se quedaría callado.—¿te gustan?
—¿Las letras?— lo miré algo curiosa, asintiendo al instante, respondiendo mi pregunta, obviamente hablaba de eso.—Tengo sentimientos encontrados.— levanté los hombros en cuanto su mirada me pedía respuestas, se acomodó en su sitio, acercándose unos milímetros, lo suficiente para tomar mi mano con la suya, dirigiendo su mirada al encuentro de ambas sobre las sábanas. ¥Me gustan, pero me duele que pienses así... Si mueres, ¿qué haría yo?
Me desplomé sobre la cama, afirmando el agarre de nuestras manos, rebotando levemente ante el suave colchón de Namjoon, el no tardó en hacer lo mismo, a mi lado, haciéndome saltar nuevamente ante su acción.
—Encontrarás a alguien mejor.—giró la cabeza, con una mueca que simulaba una sonrisa, sin mostrar los dientes, y me dolió tanto que creyese que alguien podría importarme más que él.
Me decidí por ser fuerte, o débil, ya no sabía como tomarlo, había sucumbido ante mis problemas y me estaba desmoronando, no quería que él se viniese abajo conmigo.
Subí ambas piernas sobre las sábanas grises de su habitación, acomodando las medias que llevaba; suspiré con parsimonia y le regalé una sonrisa. Supe cuánto la necesitaba justo cuando soltó una carcajada, cansada.
Lo tomé de la mano, apretando sus delgados dedos sobre los míos, alzándolo de su sitio.
—¿Quieres ir a rappear algo hoy? Vamos, yo te elijo la ropa.
•
Bajó del escenario, con ese brillo en los ojos que tanto extrañaba, devolviendo uno que otro saludo que sus compañeros le hacían en el camino; el lugar era algo pequeño y asfixiante para mi gusto, pero para él parecía ser perfecto, simplemente acogedor, donde podía expresarse tan bien y podía ser libre de una forma tan particular.
Yo no lo hacía libre.
Pero estaba bien con ello.
Él no me necesitaba, pero yo sí.
No pensaba ser egoísta, me enfermaba encontrarme tan infantil, tan superficial, porque no podía decirle cuánto odiaba tener que amanecerme estudiando, cuanto hastío le tenía a aprender fórmulas en el colegio, cuantas veces me había parado frente al espejo preguntándome por la porquería sin sueños frente a mí, preguntándome por qué lloraba si se suponía que a su lado era más que feliz.
¿Eres feliz, Namjoon?
¿Alguna vez te preguntaste qué pasaría conmigo si alguno de tus deseos se hacía realidad?
Deseabas tanto morir que me hacía preguntarme si estabas vivo, deseabas con tu alma encontrarte en el camino pero me encontraste a mí, y supongo que te decepcioné muchísimo.
Yo creía estar viva, pero si lo estuviera te hubiese respondido al instante en cuanto me pediste demostrártelo.
Ya no sabía qué hacer, y solo me estabas hundiendo en la desesperación.
Pero estaba bien con ello.
Sabía que no iba a salir de ahí, pero quería ser egoísta un poco más, y darte al menos una respuesta a tus curiosas preguntas.
Solo espera un poco más.
▫
❤🐰

ESTÁS LEYENDO
mono; knj
Poesía❝Si pudiese escoger mi sueño, quisiera quedarme a tu lado.❞ Entre los trazos a tinta negra, tu rostro seguía apareciendo tan claramente que por un momento creí que duraríamos una eternidad, pero nuestra eternidad fue tan efímera que terminó antes de...