12

6.7K 620 429
                                    


—¿Quién tenía razón? —pregunta Farlan con recochineo mientras le da vueltas a un plumero.

—Tch, esto no demuestra que la tengas —respondo concentrado en revisar que la ventana haya quedado totalmente limpia.

—Levi, guapo, tu mismo lo has descrito como intenso —me giro para mirarlo con el ceño fruncido—. No eres gay, porque también te gustan las mujeres. Pero admite que un hetero no va besando a otros chicos de esa forma.

—¿Acaso importa? —me quito el pañuelo que tapa mi boca para poder hablar mejor—. ¿Es necesario etiquetarlo todo?.

—Bueno, a veces sí que lo es —responde encogiéndose de hombros y con una amplia sonrisa en su rostro.

—Hace tiempo que no beso a nadie... —empiezo a argumentar, pero Farlan se acerca hacia mi meneando la cabeza y el palo del plumero.

—No, Levi. No empieces con eso —se detiene a pocos centímetros de mi rostro y quita el pañuelo que cubre mi pelo—. Ahórrate el discurso de que es por desesperación. Te gusta, no es malo.

—Farlan que me guste besarlo no implica que me vaya a gustar todo lo demás —replico cruzándome de brazos.

Él se echa a reír y camina hacia el sofá para dejarse caer con una pierna por encima del apoya brazos.

—Oye, nadie te está diciendo que te acuestes con él —abre la lata de cerveza que le ofrecí minutos antes y da un buen trago antes de añadir—. Aún.

Pongo los ojos en blanco y me dejo caer a su lado. Por un momento compartimos un largo silencio, sumido cada uno en nuestros pensamientos. Yo no paro de darle vueltas a lo sucedido con Eren la noche anterior y debo estar siendo más expresivo que de costumbre porque Farlan me mira de reojo y vuelve a reírse de nuevo.

—Empiezo a envidiar a Eren —dice con una sonrisa ladeada—. Provoca reacciones en ti que no había visto hasta ahora.

—Farlan —digo con fastidio, no me apetece que me eche en cara lo nervioso que estoy.

—Es verdad —da otro trago a su cerveza antes de inclinarse hacia mi—. Yo lo llevo intentando años y ni siquiera me has dado un pico en los labios.

Noto su aliento cerca de mi rostro y me giro al mismo tiempo que junto mi dedo índice con el pulgar para darle un golpe en la nariz.

—Ah, joder —se frota el rostro y vuelve a su posición anterior.

No estoy de humor para estas tonterías.

De repente, escucho que algo cae contra el suelo detrás nuestra y ambos nos giramos como movidos por un resorte. Ahí se encuentra Hange, a quien se le acaba de caer una carpeta al suelo.

—Por favor, seguid —dice mientras se agacha con rapidez para recuperarla.

¿Cuánto tiempo lleva ahí?. Esta mujer está cada día peor de la cabeza.

—¿Cuándo viene Moblit? —pregunto para desviar el tema.

—Estará aquí dentro de diez minutos —avanza hacia la ventana que he estado limpiando con tanto esmero—. Buen trabajo enano, ahora se ve todo mucho mejor.

Farlan se ríe con ganas al escuchar su comentario y yo me incorporo del sofá liberando un profundo suspiro, juntar a estos dos me da dolor de cabeza.

Me dirijo a la ducha para quitarme esa sensación de suciedad que siento en la piel después de sacudir el polvo en el salón. A pesar de ser domingo, he tenido que madrugar para que me diera tiempo de limpiar gran parte del piso antes de marcharnos. La perrita sigue sin comprender que tiene una zona con periódicos para hacer pis, algo me dice que voy a tener que lidiar con eso durante un tiempo.

TinderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora