(LEVI)
Compruebo que llevo todo lo necesario para la cita de hoy. No estoy tan nervioso como el otro día, pero siento que hoy tendremos que hablar ciertos detalles que no quedaron muy claros tras nuestro último encuentro.
Ayer regresé más tarde a casa porque me quedé más tiempo en la tienda. Llegaron unos pedidos especiales que había encargado hace tiempo y estuve preparando packs de regalo para ponerlos en el escaparate. Pronto será Navidad y, aunque pocos piensan en visitar una tienda de té para comprar un regalo, siempre acabo vendiendo casi todas las existencias.
Resultaría más cómodo para mi encargar algunos que ya vinieran preparados, pero me gusta elegir los diseños de las tazas, los accesorios para el preparado y las bolsitas con té de distinto origen y otras infusiones aromatizadas. No es que sea un artista a la hora de realizar los envoltorios, pero me manejo lo suficientemente bien debido a los años que llevo dedicándome a esto.
De repente, me topé con un diseño bastante peculiar. Tenía dibujada la silueta de un gato bastante elegante, con poco detalle. El trazo recordaba un poco al arte oriental, como si de un solo movimiento del pincel hubieran realizado todo el dibujo con tinta china. El asa de la taza asemejaba la cola del animal y el resto estaba decorado concorde al mismo estilo.
Me recordó a Eren. Durante la cena había mencionado que hacía poco había tenido que despedirse para siempre de su gata, la cual vivía en casa de sus padres, ya que en la residencia de estudiantes no le permitían tener animales. Recordé el tono nostálgico de su voz, al parecer se sentía culpable por no haber podido pasar con ella sus últimos momentos.
Sin pensarlo demasiado, busqué la tetera con el infusor que correspondía a ese diseño y seleccioné un té negro a la naranja con cardamomo, el cual tiene un ligero regusto a canela. Y otro té verde con jazmín ecológico.
Ahora observo con ojo crítico la bolsa donde tengo colocado el envoltorio con el pack que preparé ayer. La verdad es que lo realicé de forma impulsiva, pero ahora me siento un poco ridículo ante la idea de regalárselo a Eren. Sé que dentro de poco tendrá sus exámenes y ya había pensado en regalarle algunas de las infusiones de mi tienda para que lo ayudaran a despejarse y estudiar mejor. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en que quizás me he excedido un poco con el pack.
Suspiro y miro hacia la cachorrita que no para de mordisquear el arnés que le compré ayer en la tienda de animales. Jamás pensé que existirían tantos tipos de correas y arneses para perro. Es un mundo completamente desconocido para mí. Estuve veinte minutos escuchando al vendedor e intentando memorizar todo lo que me estaba comentando, a punto de mandarlo a la mierda porque cada vez que me decidía por uno me enseñaba otros tres.
Al final me decidí por un modelo simple y ajustable.
La muy maldita ha crecido bastante en el poco tiempo que lleva conmigo. Eso también quiero consultarlo con Eren. Mi apartamento es bastante modesto y vivimos de alquiler. En el contrato no pone objeciones a la tenencia de mascotas, sin embargo, tampoco es lógico que tenga un perro descomunal destrozándolo todo.
Ya la tuve que castigar esta mañana por mordisquear las patas de las sillas del comedor.
El sonido de mi móvil me sobresalta. Me asomo a la ventana y veo que el coche de Eren ya está aparcado delante de mi portal.
Hange se marchó bastante temprano con Moblit para ver el desfile y las actuaciones que se preparan en la plaza mayor con motivo de la fiesta nacional. El año pasado decidí acompañarlos, pero me agobié en seguida al estar rodeado de tanta gente. La idea de irme a un parque apartado junto con Eren y el perro me parece la excusa perfecta para alejarme de todo el jaleo que se forma en la ciudad.

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Tinder
Hayran KurguFanfic de Shingeki No Kyojin. AU. Levi es un joven de 29 años con poca vida social que comparte piso con su amiga Hange. Ella, al ver que su amigo lleva bastante tiempo sin pareja, le propone que utilice una aplicación que sirve para conocer gente...