LEVI
Entro por la puerta del apartamento y veo que la luz del pasillo está encendida. Había temido durante todo el camino que Eren estuviera esperando en la entrada, deseoso de darme una explicación.
No sé si me alivia o me decepciona el hecho de que no sea así.
Hange sale a mi encuentro, agitando los brazos de forma frenética delante de mi rostro.
—Enano, enano, no te enfades. Ya me voy, olvidé una cosa —dice a modo de disculpa.
No estoy seguro de qué le digo, pero sé que descargo parte de la frustración que siento con ella. Arremeto con la paliza que me he tenido que dar para limpiar su mierda, lo harto que estoy de tropezarme con sus putas cajas de la mudanza y las ganas que tengo de estar solo. Solo como al parecer merezco estar, solo como me quedo siempre.
Lanzo el arnés de Moira al sofá y le suelto una patada a los restos que quedan de mi móvil, ignorando la voz de mi compañera y cerrando la puerta de mi dormitorio con fuerza.
Moira es la única a la que le permito estar conmigo en estos momentos, aunque su mera presencia me recuerda a Eren.
Me tumbo bocabajo sobre mi colchón. Estoy cansado, pero es demasiado pronto para dormir. No quiero pensar en Eren. Esperaba que viniera, una parte de mi deseaba que lo hiciera, pero su silencio, su ausencia, me confirma mis suposiciones.
He sido un imbécil. Pensar que esto podría haber salido bien, pensar que había dado con alguien decente en una aplicación para ligar.
Escucho la puerta del apartamento al cabo de unos minutos y por un momento pienso que Hange me ha dejado solo. Sin embargo, mi corazón se acelera cuando escucho unos nudillos en mi puerta.
—No —digo de manera cortante.
Escucho que se abre de todas formas, debería poner cerrojos en las habitaciones.
—Es el segundo que sufre tu ira.
Me giro incrédulo y veo que Farlan está apoyado sobre el marco de mi puerta con los restos de mi móvil en una mano y una botella de vino en la otra.
Suspiro y vuelvo a darle la espalda.
—Vete Farlan —digo con poca amabilidad—. No estoy de humor.
—Ni hablar —deja caer de forma ruidosa y poco delicada el móvil en mi escritorio—. No he venido hasta aquí corriendo con unas pizzas y una botella de vino para nada. Estaba muy ocupado babeando en mi nueva casa con los posters que he colgado en mi dormitorio. Tienes que verlos, creo que ahora los apreciarás de verdad. Por cierto, espero tu ayuda cuando tenga que trasladar mis cosas.
Suspiro, poniendo los ojos en blanco e incorporándome para encarar a mi amigo.
—Te ha llamado Hange —es más una afirmación que una pregunta.
Asiente y me atraviesa con esos ojos gris azulado que conozco tan bien.
—Venga Levi, vamos a cenar y me cuentas todo —me mira de arriba a abajo sin disimulo cuando me levanto de la cama—. Por cierto, estás de infarto.
Sonrío de forma cansada, sin alegría.
—Al parecer no lo suficiente —murmuro al pasar a su lado en dirección a la cocina.
Cenamos y vaciamos la botella de vino entre los dos, mientras le cuento con pelos y señales todo lo que ha sucedido durante la tarde. La rabia inicial se ha aplacado un poco con la ayuda del cansancio físico y el alcohol. Siento mi mente embotada y en este momento estoy agradecido por ello.

ESTÁS LEYENDO
Tinder
FanfictionFanfic de Shingeki No Kyojin. AU. Levi es un joven de 29 años con poca vida social que comparte piso con su amiga Hange. Ella, al ver que su amigo lleva bastante tiempo sin pareja, le propone que utilice una aplicación que sirve para conocer gente...