Las Primeras Once Veces...

Dolor

Sé que esto no es gracioso, lo digo porque a mi cuando me duele algi ando casi llorando. Pero es para todas las chicas que fuertemente resisten el dolor que ningún hombre podría soportar. Sois admirables por eso... A ustedes les dedico este capítulo. 

Eleven ha despertado con un fuerte dolor de estómago. Mike la ha abrazado y ha ido a prepararle un té, pero conforme pasa el tiempo y toma todos los remedios que él y la mamá de Mike conocen, nada la ayuda a disminuir ese malestar, se siente triste e incluso el dolor ha aumentado. "El lunes golpearé a Dustin" dice Mike "No debió darte ese pastel" pero Eleven no siente que haya sido el pastel, sabía delicioso y además ella no es de las chicas frágiles que se enferman del estómago con facilidad, de las ventajas que tenía el otro lado, una era el desarrollo (en su caso) de un excelente estómago capaz de comer casi sin límite y sin ningún tipo de enfermedad bacteriana. 

-Mike...- se queja cuando siente una contracción extraña en el vientre, abajo de su ombligo, lleva puesto un pantalón cómodo y un suéter que hace juego con un broche de conejito que Will le hizo en clase de arte. 

-Ya voy- el chico sale de la cocina llevando una tacita de té con miel y una cucharita -Listo, esto te pondrá bien, mientras tanto creo que encenderé la televisión para que nos entretengamos.- Eleven asiente con la cabeza y comienza a dar pequeños sorbos de té mientras mira con una sonrisa que a veces se convierte en mueca por la contracción de su estómago la televisión, donde están pasando una de sus caricaturas favoritas: La Pantera Rosa. 

Mike se sienta a su lado acercando a una silla al sillón que crearon para ella hace casi un año. Mike aún recuerda la expresión de asombro y alegría de su novia cuando descubrieron su sillón pintado a mano, ahora estaba en la sala, junto a los sillones que ocupaba la familia Wheeler. Eleven siempre se sentaba en su pequeño espacio cuando la familia se reunía para asuntos importante, de vez en cuando, cuando no había nadie en casa, Mike se sentaba en el sillón de Eleven y ella en sus piernas, la mayoría de las veces ella se quedaba dormida, las otras veces hablaban y veían televisión juntos, su pequeño espacio en el sótano estaba reservado para las tareas y los juegos. 

-¿Mejor?- Eleven asiente pero tiene las mejillas rojas, está apenada. -¿Qué pasa?- el chico se acerca y empieza a tomar su temperatura con el dorso de la mano -¿Llamo a mamá?- El niega y se pone más roja. 

-V..Voy al... B...baño- dice entre tartamudeos antes de levantarse con sumo cuidado. Hace una mueca de dolor y después rodea al chico para salir corriendo escaleras arriba. Mike tiene el impulso de seguirla pero se contiene. En la escuela y lugares públicos puede seguirla y vigilar que ningún pervertido se le acerque, además El suele olvidarse de llevar papel de baño, para eso esta Mike. Pero en casa es una historia distinta. Eleven puede ir sola e incluso ha dejado en claro que en casa está y se siente muy cómoda, sobre todo porque ama los baños con burbujas y los jabones que se deshacen al colocarlos en las bañeras. Mike espera, seguramente se ha enfermado del estómago... Sí, a Dustin le espera un gran regaño. 

Eleven llega al baño intranquila, con las mejillas rojas... ¿Acaso está tan enferma por ese pastel? se apena, jamás en la vida, desde que era pequeña ha sentido tanta pena, "algo" líquido se desliza por sus piernas, tibio y pegajoso... Seguramente ha manchado sus pantalones por culpa de ese pastel, quizá los riñones también resultaron afectados por el pastel después de todos. 

Con cautela se prepara para limpiarse y para posiblemente ir al... al... ¿Cómo se llaman esos hombres buenos de bata blanca? ¿Los que llevan un collar muy raro que ponen en sus orejas? Eleven no lo recuerda pero sabe que ayudan a la gente para que se alivien y ella quiere eso, alivio. Cuando está en proceso de ir al baño, nota una coloración extraña en la entrepierna de su pantalón gris, como si hubieran derramado jugo de uvas... ¿Pero...?