Estrellas

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Eleven va de un lado a otro mientras observa a  Mike instalar el extraño aparato para mirar estrellas, agita en su mano un diminuto mapa estelar y trata de contener sus ansias, no sabe que logrará mirar por el extraño aparato que Mike llama telescopio pero la idea de mirar de cerca las estrellas le emociona. El profesor les ha explicado que las estrellas pueden albergar más misterios de los que a simple vista se ve, algunos son planetas, otros bolas que arden en la lejanía y unos más son formaciones que podrían ser galaxias donde existen planetas similares a la tierra y soles como el que ve cada mañana al levantarse. 

Eleven ama la escuela, a veces se aburre y otras veces le cuesta levantarse temprano, pero le encanta aprender y se ha posicionado entre las mejores de su clase, Mike la anima a que aprenda, tanto así que siempre busca cosas nuevas para enseñarle o para aprender juntos, a veces van a la biblioteca y escogen libros que jamás han leído, otras veces Hopper y Joyce les dan revistan para que lean y últimamente el profesor también les ha donado uno que otro ejemplar literario para que inicien un pequeño librero en el ático. Incluso han tomado la costumbre de leer antes de dormirse y cuando Eleven no puede dormir por culpa de una pesadilla abren un libro y hacen pausas para tratar de adivinar cómo terminará el capítulo y la historia, últimamente leen juntos las novelas de Julio Verne y cuentan con un gastado ejemplar de la Guerra de los Mundos. Mike pensó que Eleven se asustaría, pero ella terminó fascinándose por la historia. 

-¿El, me pasas el instructivo?- pregunta Mike tratando se averiguar donde debe poner un extraño tubo color verde. Eleven busca entre los papeles y la basura hasta dar con una serie de hojas sin color "MANUAL PARA LA INSTALACIÓN CORRECTA" 

-Toma.- le pasa el conjunto de hojas y luego para mitigar las ansias y las ganas de preguntar si ya está busca las galletas que ha llevado para pasar la velada. 

-Rayos- Mike luce preocupado -Debí leer antes el manual- se queja aantes de desarmas varias piezas para luego volverlas a poner en un orden distinto. Al parecer montar un telescopio no es tan fácil como pensaba, sin embargo se da cuenta de que solo necesita movilizar unas cuantas piezas para que funcione. -Listo, creo que ya está- Eleven sonríe emocionada mientras mordisquea una galleta de malvavisco, adora esas galletas casi tanto como los waffles. -¿No tienes frío?- pregunta Mike, El niega. En general las noches de otoño no han sido tan frías últimamente, su maestro y varios reportajes afirman que es por algo relacionado con el calentamiento global. Eleven se acerca y ofrece una galleta a su novio. -No gracias, El, guardalas para ti cariño- con un suave beso en la mejilla comienza a enfocar varios puntos luminosos para mostrarle a su novia 

-¿Ya está Mike?- Eleven comienza a desesperarse -Quiero ver, Mike, ¿Ya puedo ver?- Mike sonríe mientras su novia le agita el brazo, es realmente adorable cuando se desespera. Mike se aparta y la invita a ver un trocito de universo a través del cristal. Eleven lo aparta emocionada y enfoca la mirada en un punto de luz salpicado de estrellas, puede distinguir una figura conocida, se la ha mostrado Mike en varios libros. -¿Andrómeda?- Mike afirma con la cabeza -Es más brillante.- Mike espera a que Eleven se aburra de contemplar y quiera ver más de cerca otras constelaciones -¿Dónde está Venus?- Mike enfoca el planeta para ella, es complicado al inicio manejar su regalo pero luego es capaz de enfocar otros planetas y más figuras en el cielo. 

-¿Te gusta?- pregunta Mike mientras la observa completamente anonadada. Eleven deja de mirar y le sonríe a su amigo. 

-Me encanta. El cielo es impresionante de noche- Eleven va a volver a mirar cuando una pregunta invade su mente -¿Quién puso las estrellas allá arriba, Mike?

-Nadie las puso El. 

-¿Entonces?- Mike sonríe y la invita a sentarse en el pequeño balcón. 

-El universo se formó por una explosión hace miles de millones de años, esa explosión creó las estrellas, el mundo, todo. 

-¿Pero quién hizo la explosión?- pregunta Eleven curiosa y esperando una historia, pero Mike no tiene ninguna. 

-No la hizo nadie, El, simplemente es una teoría, dicen que sucedió... 

-¿Y por qué si solo sucedió las estrellas se acomodan formando figuras?- Mike no sabe que responder -¿Y por qué nuestro planeta no choca con otro? ¿No hay una maquinaria que controle el universo para evitar que algo choque con otro algo?- Mike solo se encoge de hombros. 

-Las personas vieron figuras donde solo había estrellas, El. Y crearon historias fantásticas, o al menos eso creo, no hay máquinas que controlen lo que pasa en el universo, ahí solo pasa lo que debe de pasar...No sé como explicarlo. 

-¿Y no crees que algo de lo fantástico pudo ser real?

-¿Qué los dioses hubieran tomado historias al azar y las hubieran inmortalizado en el cielo? No- Mike ríe de su comentario pero Eleven solo lo mira con seriedad. -¿Por qué me miras así? 

-Nada. Es solo que aquí abajo hay demasiadas preguntas y allá arriba hay muchas más. Sería asombroso conocerlo todo, saber todas las respuestas. 

-Pero si supiéramos todo no habría misterios- señala Mike. -No habría nada que resolver y quizá las respuestas no nos agradarían... ¿Te gustaría saber que eres una pieza de ajedrez de los dioses?- Eleven niega con la cabeza y se recarga en el hombro de Mike. Por primera vez siente que la vida es demasiado corta para enterarse de todos los secretos que el mundo guarda. 

-¿Quisieras resolver alguna de las preguntas que tiene el mundo?- Mike la abraza por los hombros y se sonroja antes de responder. 

-Ya resolví una- recuerda la carta que le escribió hace un año -Quizá sea muy pequeña pero es el planeta que faltaba, la estrella que no iluminaba un espacio oscuro del infinito, la palabra que no encontraba en medio de la línea pero que daba sentido al párrafo y al libro por entero. Encontré la respuesta de una pregunta que jamás me hice pero que necesitaba saber y ni la partícula de Dios ni la prueba del origen del universo son tan maravillosos como ella- Eleven lo mira sonriendo, sus ojitos se iluminan a medida de que Mike continua -Y lo mejor de todo es que esa respuesta está ahora aquí, conmigo. 

-¿Y qué es esa respuesta?- Mike le acaricia dulcemente la mejilla y luego le da un beso en la frente. Toma su mano y acaricia el pequeño tatuaje que la chica lleva aún consigo en la muñeca. 

-Eleven- 

Las Primeras Once Veces...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora