Mamá

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Este es dedicado a @@PeligroMilagros. 

ESTOY VIVO!!!!! Lamento mi falta de inspiración, tuve algunos problemas en la compu y en la escuela. Espero estar más activo... Por ahora disfruten las actualizaciones

Las mamás son bonitas, son tiernas, amorosas y simplemente perfectas. Eleven ve así a Joyce y a Karen y posiblemente a Nancy, quien se la pasa día y noche despierta buscando información sobre bebés. Ella también está buscando información , pero no de bebés y tampoco lo hace sola sino con sus amigos y se extraña de su propia opinión respecto a Max, quien hace unas semanas era apenas una desconocida y ahora la considera una compañera más dentro del grupo de su extraño club. Cómo pueden cambiar las cosas en un par de días. 

-¿Ya encontraron algo?- anima Mike quien se aparta de los periódicos antiguos para darle un tierno beso a Eleven en la mejilla. Lucas examina con unos lentes sin cristal dos pedazos de periódico que por "accidente" ha roto Dustin. Max niega con la cabeza.

-Buscar a una mamá es más complicado de lo que dicen las películas- se queja Will -Es más difícil que hacerle entender a Dustin que romper periódicos de la bilbioteca está mal.

-Yo no lo rompí, la hoja de papel era demasiado blanda- se excusó el chico. 

-Va a ser más difícil de lo que pensé- murmura Eleven bajando la cabeza y suspirando. En la escuela el maestro de Mike les dio varias recomendaciones, pero incluso para alguien tan listo el localizar a una persona en específico es más complicado de lo que muestran las películas y las series de televisión, en ese mundo todo es sencillo y basta una casualidad para dar con el resultado que se espera, menuda decepción. Eleven está a punto de sollozar cuando Lucas le toca el hombro. 

-Hey- el chico le sonríe -Tranquila, si no la encontramos hoy, lo haremos mañana- Está en lo cierto, el problema radica en que es el tercer día que los chicos van a buscar a la mamá de Eleven entre miles de notas de periódico sin resultado, lo más difícil es dar con algo cuando no se sabe lo que se busca. -Ya verás que dentro de poco estaremos en camino a ver a tu mamá. 

-Y si no hay nada...- Lucas niega con la cabeza interrumpiendo los malos pensamientos. 

-Lo habrá- le asegura volviendo a las notas. Eleven sonríe más tranquila, pero no puede decirle a su corazón que se calme y a su mente que se despeje; El no recordaba a su madre y sin embargo sentía la necesidad de todo niño por conocerla. Se la imaginaba de la misma edad que Joyce, con el cabello recogido y una sonrisa angelical, quizá tuviera los mismos ojos que ella y el mismo cabello, algunas ocasiones, soñaba con la voz que ella tendría cantando una canción de cuna mientras Eleven se quedaba dormida entre sus brazos. 

¿Cómo sería su cabello?

¿Trabajaría en una tienda como Joyce o quizá sería profesora?

¿Cómo eran sus ojos?

¿Se parecería a ella? ¿Se acordaría siquiera de su nombre?

-¡Aquí hay algo!- dice Max sacándola de sus pensamientos -Miren, una mujer que asegura que raptaron a su hija- Eleven inmeditamente se levanta de su silla para colocarse al lado de su amiga, la imagen que ve le hiela la sangre unos segundos, su padre y luego una serie de personas con batas sueltas, idénticas a las que ella llevaba el día que escapó. 

-¿Quién es...?-pregunta Max al notar la frialdad y el miedo de Eleven. 

-Un desgraciado- dice Mike mientras toma cariñosamente la mano de su novia como una promesa de que esos días han quedado en el pasado y nunca volverán. -Sigue leyendo- Max lee la nota completa y luego le muestra el pedazo de periódico a Eleven, las personas con bata le perforan el alma ¿Cuántos de ellos ya estarían muertos? Ella lo habría estado, de no ser por los cuatro chicos que arriesgaron su vida para traerla de regreso, ellos y otras personas más eran la razón por la cual continuaba respirando, jamás les agradecería lo suficiente. 

Mira con detenimiento a cada una de las personas, de pronto, una punzada la invade al ver un perfil bajo, por demás simple pero que le hace sonreír, la imagen de la mujer que busca a su hija. No es como Eleven la había imaginado, no tienen el cabello igual pero si hay un aire de parentesco, una corazonada. Solo puede pensar una cosa al verla, que la mujer es hermosa, que no pudo haber tenido una mamá más hermosa que aquella en la fotografía. 

-Es ella- señala con la voz entrecortada. Will sonríe mientras dustin trata de encontrarle parecido con Eleven. 

-¿Estás segura, corazón?- pregunta Mike quien al inicio no nota ningún parecido, pero para ser sincero, él tampoco se parece a su madre. Sonríe y aprieta la mano de su novia mientras ésta sonríe y sus ojos se llenan de diminutas lágrimas. 

-Sí- susurra Eleven. 

-Ves, te dije que íbamos a encontrar algo- dice Dustin. -Yo digo que debemos ir por una pizza para celebrar. 

-¿Quieres callarte?- dice Lucas -En verdad, arruinaste el momento más emotivo de la vida- Eleven ríe y se seca las lágrimas. Es una pena que las reglas digan que debe dejar ese trozo de papel dentro de esos muros. 

-Podemos fotocopiarlo si quieres. le dice Mike al oído al ver su expresión de dolor. 

-O robarlo- completa Max -¿Qué? No creo que nadie lo extrañe- Mike por una vez está de acuerdo. 

-Quiero conservarlo- dice El llevándoselo al pecho, es una foto de mi mamá, lo único que tengo de ella- Dustin está al borde de las lágrimas al escuchar a su amiga. Will se muerde la lengua y los demás sienten un nudo en la garganta al ver a Eleven aferrarse con sus frágiles manos a un pedazo de periódico. Cada uno de ellos tiene una mamá, quizá no una mujer perfecta ni mucho menos, pero que a su modo es la correcta para cada uno de ellos, vamos, han hecho lo posible por darles lo mejor y hacer que ellos estén a salvo... Pero también admitían que ellos no eran los mejores hijos del mundo. 

Ver a Eleven había cambiado algo en cada uno. Al verla sonreír de ese modo con una simple imagen hizo a cada uno sentir que era un ser afortunado. Eleven por su parte, no podía sentirse más afortunada, todos esos meses, Joyce, Karen y las mamás dde sus amigos la había tratado como una hija, sin embargo, Eleven quería una madre, conocer a la persona que la había traído al mundo y a pesar de no haber conocido nunca anhelaba su presencia. 

Beso la foto de su madre antes de guardarla en su bolsillo. Antes de salir de la biblioteca, se promete a sí misma que averiguará que pasó con su madre, algo le dice que está viva y mientras Mike y sus amigos le afirman que ayudarán a dar con ella, su pensamiento viaja por el espacio diciendo unas palabras de espezanza: "Mamá, ya voy"

Las Primeras Once Veces...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora