Lecciones

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—Alteza lamento interrumpir su charla, pero el joven Plisetsky debe asistir a sus lecciones —dijo una de las damas del palacio quien hizo una reverencia y luego indicó a Yuri que la siguiera.

—Hablamos luego, Beka —le dice Yuri a Otabek.

—Suerte en tus lecciones, Yura —dijo Otabek despidiéndose.

Yuri fue llevado al salón de estudio en donde lo esperaba sentada Marreen, su tutora; una omega de diecinueve años de mirada estricta y que cuándo lo vio entrar lo miró de reojo y dijo:

—Sé que no eres aun él esposo de su alteza, él príncipe heredero, así que no tengo que llamarte alteza.

Yuri estaba agradecido al escuchar esas palabras, pues odiaba que para todo lo llamaran alteza.

—Sin embargo, sé que tu comportamiento no encaja en palacio y también que eres demasiado rebelde, por lo que yo no te trataré igual como todos en palacio lo hacen, no entiendo porque te eligieron a ti como él segundo príncipe, ya que no te puedo llamar princesa, que vio en ti el príncipe Altin —se quejó Marleen.

—No vine aquí para ser criticado por usted, y no tengo porque decirle la razón del porque Beka me eligió a mí y no a alguien más ¿Acaso esta celosa dama Marleen? —dijo Yuri contraatacando.

Marleen se quedó callada porque aquello que había dicho Yuri era real, Marleen deseaba ser princesa, por eso estudio todo lo que habría de saber para estar en el palacio desde que era una niña, era una dama refinada sin duda, nacida en una familia que servía a la casa real desde generaciones atrás. Aquello hizo que pudiera vivir en palacio y conocer todo de Otabek, incluso la reina tenía altas expectativas de ella, por eso la hizo convertirse en tutora real de la princesa heredera, pues sabía que tenía todo lo necesario para educar a alguien que se convertiría en parte de la familia real. Marleen deseaba acercarse más al príncipe Otabek, algo que nunca logró, por eso estaba celosa de que un chico como Yuri fuera el que se casaría con Otabek, pues, estaba convencida de que el príncipe, al que tanto admiraba se casaría con una bella omega y que por eso no tenía oportunidad con él, así que sin decir más cambio de tema.

—Joven Plisetsky, evita usar ese vocabulario dentro del palacio, no te dirijas al príncipe heredero como Beka, debes decirle siempre su alteza ¿comprendiste?

Yuri cruzó los brazos y asintió.

—Bien—prosiguió Marleen—, sé que eres un patinador profesional y no estas familiarizado con el estudio o los libros, pero tendrás que leer mucho de ahora en adelante, así que comenzaras con el libro de los deberes del esposo de un príncipe, luego con el de las reglas de etiqueta y vocabulario —dijo Marleen poniendo ambos libros gruesos y pesados sobre la mesa.

Yuri soltó un suspiro aburrido al verlos, pues nunca en su vida había leído un libro por el mismo. Yuri tomo el primero y Marleen le indicó desde donde empezaría a leer, pues lo que tenía que aprender estaba a la mitad del libro, algo que no era tan antiguo como el resto de los capítulos y, que se había añadido recientemente después de que se hiciera el acuerdo de que la pareja del príncipe o princesa heredero, debía ser alguien del pueblo y el primer párrafo decía así:

"El nuevo príncipe o princesa no tiene permitido salir del palacio real solo, siempre debe de ser acompañado por sus damas o sus guardas espaldas.

Siempre debe cumplir con la etiqueta del palacio y nunca pensar en regresar a su vida normal.

Él divorcio solo existirá si el nuevo príncipe o princesa comete actos de infidelidad, pues no se concederá, si el divorcio es a consecuencia de actos tan triviales como el amor no correspondido de parte de cualquiera de los dos.

Una vez que el nuevo príncipe recibe la marca en la primera noche, tiene la obligación de procrear a un cachorro alfa, para que sea él nuevo heredero.

En los días de celo, como omega deberá permanecer encerrado en su habitación y solo el personal que también sea omega, lo atenderá esto es para evitar peleas, actos de infidelidad o que él príncipe o princesa heredera, rompa los protocolos del palacio y él olor de su pareja lo haga hacer actos indebidos.

Se tiene absolutamente prohibido salir después de las siete de la noche, al menos que sea una situación completamente de urgencia y deberá ser acompañado por mínimo cuatro guardas espaldas".

Yuri terminó de leer y cerro el libro. Marleen asintió y empezó a hacerle preguntas para saber cuánto había entendido de lo que había leído y cuando término le indico que se retirara a su habitación a leer el siguiente y que más tarde lo llamarían para sus lecciones de baile.

Yuri tomó aquel pesado libro y se fue a su habitación a seguir leyendo:

—A ver, vamos a ver con que me van a torturar más en este palacio aparte de esas reglas del libro anterior —dijo Yuri quien se sentó en su cama y empezó a hojear él libro:

"La etiqueta y él vocabulario es algo que cualquiera que sea parte de la familia real, debe tener pues es lo que los distingue de los demás por lo cual un príncipe debe vestir formalmente cuando se esté en el palacio principal y solo se podrá hacerlo informalmente en el palacio que será su residencia después de la boda real..."

En ese momento el teléfono que se encontraba en su chaqueta comenzó a sonar y sin revisar de quien era la llamada contesto:

—Bueno ¿Quién habla?

—Oh, Yuri-Kun, cuanto me alegro de que hayas tomado mi llamada, felicidades por conseguir ser el prometido del príncipe Altin.

—¡Yuuri! —dijo Yurio sorprendido y con el corazón a punto de salirse del pecho por la felicidad tan grande de hablar con Yuuri.

—Sí, Yuri-Kun, soy yo y quería hablarte desde hace tiempo, pero el trabajo y estudio no me dejaban, por cierto, Viktor dijo que iremos a tu boda.

—No, está bien, Yuuri, te comprendo justo en estos momentos estudiaba las reglas de etiqueta sabes estuve pensando que hubiera pasado si en lugar de que fueras tú hace un año hubiera sido yo él elegido.

—Hablando de eso también te llame para saber, cómo estas llevando todo eso de ya sabes ¿olvidarme?

—Yuuri, dices eso después de llamarme, eres insensible o que sabes que ahora estoy en Kazajistán porque quería escapar de Rusia, para no ver todas esas noticias tuyas con Viktor, ni siquiera te preocupaste por mí y preguntaste cómo estaba mi abuelo, ¿acaso tú ya me olvidaste y ahora amas a Viktor? —dijo Yurio con las lágrimas al borde de derramarse

en la línea del otro lado del teléfono solo hubo silencio absoluto—: Yuuri contesta, oye Yuuri está bien si lo que te dije te molesto, ¡Yuuri! —y las lágrimas terminaron resbalándose por sus mejillas.

Educando Al Príncipe [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora