Arco del Desierto de Krill.
EPISODIO QUINCE. Anera Tab Empañe, el Corsario de las Arenas.
Fairy seguía su recorrido para encontrarse con Empañe hasta que entonces tras un rato de haber dejado a Reguen, se topó entonces con otra de las habitaciones al azar que se aparecían sin orden alguno, pero esta era diferente a todas. Mientras que todas eran amplios cuarto bien iluminados, este era el doble de amplio y tenía un enorme portón entreabierto de madera al final del corredor para entrar en ella, pero no existía fuente de luz además de un candelabro que colgaba en el enorme techo del salón y desde allí se escuchaba una risa tenebrosa y aguda.
Fairy entró corriendo por la puerta para empujar su pesado porte, la puerta salió despedida hacia atrás en el momento en el cual el muchacho entró. Había algo totalmente diferente en esa habitación a comparación de las demás del templo. La habitación tenía un techo amplio y grande, con rocas puntiagudas colgando del techo y rodeando en un círculo perfecto un candelabro de velas negras que era la única lumbre dentro de la habitación, detrás de esta habitación había otra puerta enorme pero de hierro macizo con barrotes oscuros y mango de plata brillante, dentro del salón estaban acumulados al filo de las paredes soldados con aspecto tétrico, pálidos y delgados armados con espadas y arcos que buscaban ser tirados a matar cuando Fairy entró.
Un chasquido se escuchó instantáneamente al entrar él, era un chasquido que rompía por completo el silencio y al mismo tiempo en el cual se daba, un montón de antorchas eran prendidas por los soldados obedientes, al mismo tiempo que se notaba que había un sillón amplio y afelpado sobresaliendo de entre todo y detrás de este algo grande cubierto con una manta negra, estaba puesto en una grada pálida y sobre el colchón estaba sentado un personaje en específico, Fairy sabía de quien se trataba al solo verlo.
- Draco D. Fairy, eres solo un perro que busca algo que morder. ¡No! ¡No huyas, quiero descuartizarte!
Dijo el personaje con su voz característica, era una voz algo chillona y estridente, pero no tanto como para ser ridícula, era a la vez lo suficientemente áspera como para inspirar miedo.
Era alguien masivo, medía más de dos metros y medio y se veía magnánimo a pesar de estar sentado. Era un verdadero espectro en apariencia. Su cabello era erizado y suave con el viento, como felpa amontonada bruscamente sobre el cráneo, y acerca de su cabeza, esta era pálida, blanca y lechosa al igual que toda su piel, en su semblante pálido se distinguían un par de cuernos como los que posee un becerro, entre sus dos cuernos blancuzcos estaban dos aspas de cordones gruesos que se inyectaban dentro de la piel en la misma frente, sus ojos eran ocultados por protuberancias que remplazaban a las cejas, no poseía nariz pero si tres orificios finos, pero lo que más perturbaba era su inamovible boca abierta, con una continuidad de dientes serrados ondulantes que conformaban hileras parabólicas.
- Así que eres tú. ¡Arena Tab Empañe! –Dice Fairy mientras que el corsario lo miraba fijamente.
- ¡Anera! ¡Es Anera pedazo de imbécil! ¡A-N-E-R-A! ¡¿Qué acaso del pueblo de donde saliste no existen letrados?!
El corsario se levanta de entre su sillón, sus abultonadas felpas negras que rodeaban su cuello flotaban en el aire pequeño y sumiso de la habitación, la cual tenía diferentes ductos de ventilación en la sima de sus paredes. De repente, de por debajo de su sillón puso sus dedos blancos y puntiagudos, con uñas tan blancas como la piel y de hecho, estaban fundidas completamente con las yemas de sus cuatro dedos por mano, puso estas manos, puso entonces sus dedos en una esfera oblata de cristal, cuando acarició suavemente su polo, esta se volvió una esfera perfecta en donde un humo extraño se reflejaba.
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Aquellos Que Buscan Justicia
FantasíaFairy es un muchacho, hijo de unos campesinos libres dentro de la nación de Diagon que atraviesa plenamente la Gran Era de la Navegación (Edad Moderna dentro de nuestro contexto histórico real), despreocupado y con un destino incierto, que un día fa...