Arco de Unimportant-Town
EPISODIO DOS. El fuego del alma.
Por naturaleza los hombres siempre terminan tomando las ideas más primigenias, está en nuestro cerebro reptiliano, somos incapaces de ver más allá del simple momento, imaginar y razonar el largo plazo no es fácil, especialmente cuando un momento así se daba. Fairy se levanta, piensa en darle un golpe en su boca pero no lo hace, pero se queda mirando con unos ojos odiosos, que buscaban enterrarse como dagas dentro de aquel hombre masivo, Bramón examina luego de contener su impulso sanguinario.
- Arrodíllate, pide disculpas perro estúpido. Si me golpeas, yo te mato, si te mato nadie me golpea. Nadie recrimina, todo termina allí pues nadie va a suplicar cuando un hombre mata a una mosca.
- ¡Nunca!
- ¿Orgullo? Dime tu nombre, muchacho estúpido.
- Draco D. Fairy. –Contesta con furia, se sentía insultado gravemente ante tal gesto egocéntrico y discriminador.
- ¡Ze-ja-ja-ja-ja! ¡Ze-ja-ja-ja-ja! –Ríe con burlona tonada el corsario, deja escapar sus dientes blancos y agujereados en ocasiones ante todos mientras que se burla del honor del muchacho. -¡¿Draco?! ¡Un Draco con honor! Pero miren que miedo tengo, un apellido que puede ponérsele a inclusive un perro, un apellido de renombre. ¡Claro que de renombre! ¡Claro que es mencionado en todo el país! ¡Claro que sí! ¡Ese apellido es del vulgo más estúpido! ¿¡Un Draco con honor!? Ze-ja-ja-ja-ja, hay por los cielos. Mira, como me has hecho reír te perdono la vida, lárgate con la cabeza baja y no vuelvas o te mato...es, es tan gracioso. ¡Ze-ja-ja-ja-ja!
A Fairy no le hace gracia alguna su comentario, se siente humillado. Deja atrás su bolsa con las gallinas molidas a palos y se acerca a donde el pirata estaba para retarlo con la mirada.
- ¡¿Cómo puede hablar de honor un pirata?! ¡Más aún un corsario que no es fiel ni al mar! Si alguien debería estar riéndose aquí sería yo. Es más, mira como me rio: ¡JA-JA-JA-JA! –Comenta riéndose con una falsa carcajada grave, imitando los grotescos sonidos eructados por la boca de Bramón hace unos momentos.
Merma ve al muchacho con sigilo, luego ve cómo es que el corsario arremete un fuerte puño sobre la mandíbula del muchacho, dejándolo retroceder obligatoriamente hacia el suelo, ante esto, el ave sale volando por sus propios fines y acometidos.
Fairy se resigna y vuelve a ponerse de pie para volver a retar a su contrincante.
- ¡No te tengo miedo! –Grita con insolencia simulada.
La gente retrocede, es incapaz de retar al corsario y por lo tanto, de ayudar al muchacho. El vulgo cobarde se aparta sin algún sentido de justicia, salen de entre la escena lentamente pues tenían hasta el ridículo miedo de hacer una escena dramática, muestra de cómo es que eran tan estúpidos y débiles en su voluntad.
Bramón limpia su chaqueta negra del polvo, se detiene con los brazos cruzados y mira con gran desprecio pero intriga al muchacho, esperaba que no le levantara del suelo, no por la fuerza del golpe sino porque predecía que no tendría el valor.
- Te daré una última oportunidad, la tercera oportunidad. ¡¿Entendido?! No te levantes, quédate allí, yo me marchare porque no quiero ensuciarme el uniforme y me quedan días que recorrer para irme hacia mi destino. No quiero llegar más tarde que mi rival y hermano.
Fairy se incorpora nuevamente, pone sus brazos delgados por entre el suelo y empuja haciendo una lagartija, se levanta por completo mostrando como es que de su rostro se percibe una raspadura que enrojece su tejido facial en un tono sanguíneo.
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Aquellos Que Buscan Justicia
FantasiFairy es un muchacho, hijo de unos campesinos libres dentro de la nación de Diagon que atraviesa plenamente la Gran Era de la Navegación (Edad Moderna dentro de nuestro contexto histórico real), despreocupado y con un destino incierto, que un día fa...