Pagliacci No Baggye, el Pirata Payaso

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Arco del puerto de Lager.

EPISODIO VEINTIUNO. Pagliacci No Baggye, el Pirata Payaso.

Después de la ardiente batalla entre los dos hombres, todos se reunieron en la cubierta del barco, las velas sosegadas se movían por el viento mientras estaban plegadas en el mástil y amarradas con gruesos nudos. El mar era alcanzado por los últimos rayos del sol a esa hora, Fairy había pasado todo el día en el barco haciendo charla con los tripulantes y en la noche el capitán Baggye estaba presente junto a su adversario bebiendo de una botella de ron.

La espuma del mar se colaba entre las partes secas de la arena blanca y en el punto más sobresaliente del barco se encontraba el capitán y su roja nariz, sus crespos cabellos rubios, sus bíceps de atleta, su gran tricornio y enorme sonrisa. Fairy entonces se acerca a él mientras hacía equilibrio en la punta sobresaliente del barco en donde estaba sentado.

- Los usuarios de esas semillas no deben tocar el mar, son como alérgicos al mar. ¿Cómo alguien puede estar lejos de esta bella agua? –Menciona el payaso riéndose.

- ¿Cómo es la vida de un pirata? –Pregunta Fairy sin importarle el detalle de que supiera su habilidad.

- La gente odia a los piratas, nos toman por criminales, no es que sea un concepto del todo erróneo pero no es una descripción adecuada para nosotros. Nosotros somos hombres libres, nos lanzamos a la mar por un sueño. Nos encontramos en la era de la navegación, una era en la cual los hombres arriesgan sus vidas por sus ambiciones. No existen bandos en blanco o negro, existe gran cantidad de matices y el mundo no se divide en dos bandos opuestos, es erróneo describir con una palabra a todos los que ejercen el oficio de la piratería.

Fairy se silencia un largo tiempo mientras el capitán pirata observa al sol en el horizonte posarse en el manto azulado que se busca unir con el cielo junto a la noche oscura. Los piratas crean un banquete puesto sobre la mesa con enormes platillos deliciosos y bebidas que en su mayoría eran ron o vino. El extraño hombre que apareció en la tarde disparado por una bala de cañón estaba sentado en un sillón mientras bebía vino en una copa de oro. Fairy y el capitán pirata se acercan al individuo extraño. Fairy con curiosidad, se acerca lentamente viendo fijamente con gran rareza.

- Se lo que piensas, pero no te podrás fiar de tus ojos, los rostro pueden ser a veces más antiguos que lo que puedes pensar. Y si te preguntabas qué clase de poder es el que tengo, pues simplemente es todo lo que yo pueda imaginar.-Contesta el extraño hombre a la pregunta que la mirada de Fairy formulaba.

Un par de guitarras asomaban en las manos de unos hombres y entonces otros más se levantaron y empezaron a cantar una tonada alegre. El capitán pirata se sentó en un adornado sillón dorado y empezó a contar una historia, la historia que más solía contar a los de su tripulación.

Y dice así su historia entonces: "Hace ya muchos pares de años se dio el inicio de la gran era de la navegación, en donde los navegantes de cada país salieron en busca de tierras nueva en altamar. Y yo estuve presente cuando él capitán estuvo frente a los negros sables de la ley en posición amenazante para ser fusilado por un total de doce cañones de gruesa piedra negra y balas de plata, en observación de los doce comandantes del mar. En esos tiempos surque las aguas bajo las ordenes de una gran pirata llamada Annehack la cual me guio al fragor de la batalla. Las olas eran un murmuro de las almas, acudiendo con su espuma el tiempo de los recuerdos de todos y cubriéndolos hasta que quedaran en la oscuridad, el viento soplaba salitre en las mejillas de todos y pronto ese mismo vendaval arrastraría la pesada sangre de los marinos que se acomodaban cada vez más cerca de la orilla de lo que era un símbolo de la ley. ¡¡¡Stratigeía!!! ¡¡¡La isla de mármol y piedra, el Cuartel General de los Poderes Armados Mundialistas del Orden!!!

Treinta y dos barcos aliados de ese pirata, uno era la insignia y tesoro de su vida, ahora iba en busca de su libertad, hombres libres dirigidos por el respeto a ese hombre, hijo de aquel gran pirata blanco que con una enorme barba dirigía su barco cantando la tonada de los navegantes de antaño y que murió a manos de los que ahora apresaban a su hijo. La guerra en mar más grande y yo estaba como un simple grumete de no menos valor que el que ponía las balas en los cañones, con un torpe dominio de la estocada pero voluntad suficiente para encarar a las grande figuras que se erguían frente a mí.

La furia de los cañones se desato contra nosotros y por primera vez supe lo que era una guerra de magnitudes exageradas, el mástil de una madera mágica era lo suficientemente fuerte para resistir balas pero esta vez se quebró con unas cuantas, ya en la tierra firme vimos con enorme sorpresa que la ejecución se daba en marcha pero de entre la insignia de los barcos asomaron tres hombres que eran los más fuertes de bajo órdenes de ese gran pirata y detuvieron rápidamente a los verdugos. Nunca he visto el fin del mundo con mis ojos pero si he visto el fin de una era, y todos sabían que era inevitable pero una era terminaba y otra daba inicio lentamente, cuatro hombres con las irónicas palabras "justicia" tras su espalda se levantaban de sus asientos dorados por la orden de un hombre de porte gigantesco y entonces vi a los monstruos que tanto había leído en leyendas alzarse de entre las sombras. Gigantes, bestias que no eran hombres normales o decentes siquiera emergían como demonios de las profundidades y atrás de ellos se alzó una barricada de hierro solido que impedía el paso, la ejecución daba curso y no había nada que hacer."

El capitán sonríe con una enorme carcajada de complemento, su nariz roja se levanta y luego su cuerpo se para. Su tripulación sabe perfectamente que esta historia nunca la cuenta completa, esta vez ya dijo demasiados detalles y estaba satisfecho, del rostro de Fairy se ve claramente la curiosidad y el hombre extraño se digna a hablar.

- Me llaman Nay, veo en esos ojos la curiosidad, un arma de doble filo ciertamente que a los míos les tomo muchas vidas inocente por alimentarla y a otros aún más por retenerla. Ten cuidado en donde la buscas o utilizas. –Comenta el hombre y por fin revelando su nombre.

Fairy permaneció callado pero algo que siempre fue más fuerte que su curiosidad era su hambre, no dudo posteriormente a sonreír y tomar algunas piezas de carne de la mesa. Cogió lo necesario y tomo una copa de vino para saciar su sed aunque esta no lo hizo así que la dejo a medias para que al final Merma se la terminara de beber. La tonada de los músicos se volvía más alegre cada vez, la letra hablaba de un país con forma de polo en donde había vacas y tulipanes, un tema muy interesante, los piratas no titubearon en empezar a cantar y así la noche se fue. Fairy durmió en la borda acobijado con una manta de gruesa lana y en un colchón de suaves plumas el cual le dieron para su comodidad. Nay decidió dormir sobre las velas del barco, aunque se caía repetidamente en el transcurso de la noche, este al final subía de nuevo y se acomodaba como si nada hubiera pasado. El capitán del barco se quedó hasta altas horas en el punto más sobresaliente del barco hasta dormirse en este y caerse al mar, solo cuando pasó esto decidió volver a su recamara personal.

En la mañana siguiente a esa noche, Fairy partió al encuentro de su maestro para darle su encargo.

Aquellos Que Buscan JusticiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora