La entrada al Templo del Destino

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Arco del Desierto de Krill.

EPISODIO TRECE. La entrada al Templo del Destino.

No hay que realmente creer que el anciano aceptó la idea con facilidad, Fairy insistió durante mucho tiempo y el anciano se negó durante un tiempo aún mayor, inclusive por el numeroso tiempo durante el cual estuvieron diciendo "Que Sí" y "Que no", el pobre anciano se había olvidado de qué estaban hablando pero luego de ceder ante el muchacho le dijo que lo ayudaría más no consentía su actuar tan rebelde e indocto, siendo que la última palabra Fairy no la comprendió del todo pero no le puso mucha importancia.

- Lo primero que necesitarás para hallar a la bestia es esto. –Dijo Eregr poniéndole una roca áspera y roja, maciza y carmesí en la mano, la piedra se movía con fuerza como si de una atracción magnética se tratara así que le advirtió de sujetarla con firmeza. –Esto que te he dado es un buraddosuton, es una piedra especial hecha por la sangre de un ser y que sirve para localizarlo en cualquier parte del mundo pues la piedra seguirá el camino hasta encontrarse con el corazón de la cual provino la sangre de la que está hecha.

Eregr alza la mirada y es que era la primera vez en todo el día que ve al ave que descansaba cerca de su puerta en un sillón de madera.

- ¡Válgame! Pero que ave tan majestuosa, esto es lo más hermoso que la naturaleza aérea ha parido. –Dijo acercándose a Merma.

- Oh, ella es Merma, es mi ave.

- No veía un halcón marino en años, la última vez que vi uno fue un año antes de lo sucedido en Stone Bridge, ¿sabes que había una colonia de estas aves allí?

- No, acabo de enterarme.

- Bueno, la cosa es que había una colonia de alrededor de 120 ejemplares en los acantilados de Puentepiera, la colonia desapareció junto con gran porcentaje de los acantilados el día del accidente, pero eso no importa, el hecho es que nadie sabe de donde son oriundas realmente, ¡es majestuosa. –Dijo como último comentario antes de acariciarla y dejarla en paz seguidamente

Eregr se concentra de nuevo en el muchacho. Luego de eso le da una especie de reloj pero de gran tamaño así que era más parecido a un cinturón, en lugar de dar la hora y tener minuteros, este brazalete tenía una cúpula de duro cristal que se abría con presionarse un solo botón y en ella dijo a Fairy que pusiera el buraddosuton. Luego de ello se precipito hacia un maletín de cuero viejo y gastado para inspeccionar qué darle al muchacho.

- ¿Haz escuchado de las seedhermits? –Preguntó el anciano mientras volteaba su arrugado rostro hacia Fairy.

- No, nunca había escuchado de ellas. –Contesto Fairy.

- Bueno pues algo que debes saber es que están son, por así decirlo, "potenciadores" –Dijo el anciano Eregr, Fairy no entendía nada así que al ver el anciano su rostro entendió que debía seguir explicando. –Las semillas diabólicas o semillas del ermitaño demonio son semillas pero que solo florecen en el cuerpo de un organismo vivo, una vez que lo hacen no dan flores sino que dan habilidades mejoradas a uno. ¡El poder de correr tan rápido como los míticos trotes de reyes centellas! ¡El poder de tener la fuerza de los míticos malevolgias! ¡El tamaño de los gigantes! Todo eso se puede gracias a las seedhermits.

- Y, ¿realmente existen?

- ¡Niño! ¡No te contaría todo esto solo para plantearte una fábula! ¡Claro que existen y te voy a dar una!

El anciano sacó una cajita con muchas semillas de espirales negros, con forma de vainas plateadas y con tallos dorados.

- Te daré una que te he de ayudar en tu misión tan específica. –Dijo el anciano al mismo instante en el que sacaba de la caja una semilla con característicos lunares blancos. –Esta es la semilla de Hermes, cuando la pruebes podrás correr decenas de veces lo que hoy corres. Pero antes tengo que advertirte de algunos efectos secundarios que va a tener esto.

Aquellos Que Buscan JusticiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora