Every Night

Capítulo 24: Imanes

Hola lectores, estare publicando mas seguido, esta vez los domingos que me es mas facil actualizar saludos a todos ;)

-Hani yo, no creo que esto sea buena idea- me dijo tartamudeando, podía notar que a pesar del tiempo transcurrido podía ser que aun sintiese algo por mi

-¿por qué te fuiste?- pregunte tratando de contener mis emociones.

-vamos, tú y yo sabemos que era lo correcto-

-¿lo correcto?, para quién?, ¿para ti?-

-Hani, trata de entender, lo hice por tu propio bien-

-no, no LE, no te atrevas a decirme eso, porque si decidiste alejarte fue porque tu vida se solucionaría sin mí en el mapa, ni siquiera me diste tiempo de ayudarte, maldita sea- me acerque para recargarme en el lavamanos de aquel amplio baño, aun después de todo este tiempo, el recordar el día en que me dejo dolía como si hubiese sido ayer.

-¿Tú crees que no fue doloroso para mí?, ¿tú crees que no te pensaba cada maldito día a cada maldita hora?, ¿crees que no estaba muriendo por llamarte, por escuchar tu voz, por verte?-

LE se acercó hasta a mi acariciando mi mejilla, cerré los ojos a su contacto, mi piel había esperado sentirla por tanto tiempo.

-Si eso fuese verdad, no te hubiese sido tan fácil dejarme- LE dio un paso hacia atrás y me fui dejándola en el baño, ¿Cuántas veces había fantaseado con encontrarla con tocarla una vez más, y ahora que después de un año podía verla, había huido. Camine hasta la mesa donde Junsu estaba.

-adelante mi amor- dijo mi novio mientras se paraba de su silla para acomodar la mía.

-sabes Junsu, yo no me siento bien, podríamos ir a casa, en verdad, creo que quiero vomitar- como era de esperarse la situación alarmo por completo a mi compañero, enseguida pidió la cuenta y nos fuimos a su casa.

Otra noche común, sexo, ¿amor?, por primera vez en mucho tiempo, acostada desnuda en cama de mi novio me preguntaba si en verdad lo amaba, no dormí del todo, mi cabeza daba vueltas, verla de nuevo, el que me dijera lo difícil que había sido para ella, mi corazón se aceleraba con el pensamiento de encontrarla de nuevo.

Otra monótona mañana se avecinaba, desayunaba cereales en la barra de la cocina.

-¿y ya oíste la noticia?-

-¿Qué?- le pregunte a mi novio quien parecía que llevaba tiempo conversando conmigo, sin querer lo estaba ignorando.- ¿Cuál noticia?- respondí sin mucho interés.

-LE regreso a la ciudad, pero ahora es la señora Park-

-¿Qué-q?- dije casi atragantándome con el cereal.

-si ayer mientras fuiste al baño vi a Jungwha y su hermano en el restaurant, los salude y su hermano me dijo que LE es su esposa, demasiado loco todo ¿no?-

-sí, si claro, y en tan poco tiempo- así que después de todo había accedido a hacer público su matrimonio con ese idiota pensé.

-hey, tierra llamando a Hani-

-lo siento, es solo muy extraño escuchar eso-

-tal vez deberías llamarle, ustedes eran buenas amigas ¿no?-

-ja ja ja- reí sarcásticamente- si tal vez- conteste con una fingida sonrisa.

-genial, bueno bebe me tengo que ir- se despidió mi novio de mi con un pequeño beso, escuche la puerta de la casa cerrarse.

-mire el reloj en la pantalla del microondas era tarde- mierda pensé, hoy me tocaba trabajar de mañana por que iba a la escuela en la tarde.
Corrí al cuarto de Junsu por lo general siempre guardaba algo de ropa en su casa, tome lo primero que encontré. En un esfuerzo sobrehumano llegue a tiempo al café.

-buenos días Hani me dijo Hyerin quien trabajaba conmigo los turnos de la mañana-

-buenos días- le di un pequeño abrazo saludándola, aunque ya no fuésemos compañeras en la música había encontrado en ella una buena amiga.

Comenzamos a acomodar las sillas, como cada día, los clientes poco a poco fueron llenando el lugar. Iba a dar la una de la tarde, mi turno por fin terminaría, estaba por irme cuando escuche la campana de la puerta sonar, automáticamente tome un vaso y el plumón para anotar el nombre del cliente, diciendo mi frase habitual de memoria.

-buenas tardes puedo tomar su orden- dije sin siquiera levantar la vista

-nnno gracias- escuche la familiar voz y la iba apresurarse a la puerta cuando volteé a verla, era ella.

No estoy segura, pero un extraño sentimiento me invadió, no sé si era coraje, ya no sé si era porque la quería pero corrí tras ella y la vi meterse en el callejón al lado del local del café.

-LE, mierda, espera- se detuvo en seco.

-Hani, lo estoy haciendo por las dos, una de nosotras debe ser lo suficientemente fuerte para alejarse, yo ya no quiero lastimarte, desde que te conocí no he hecho mas que hacerte daño, mi vida es demasiado complicada, hay mucha mierda de por medio, y yo no quiero que salgas mal, por favor- me dijo, casi suplicando.

- ya basta- le conteste acercándome hasta ella, sin quererlo mi voz habia subido de tono- estoy harta, de que te creas con el derecho de decidir qué es lo mejor para mí, y ahora asumo toda responsabilidad de lo que estoy a punto de hacer-

-de que habl....-le interrumpí con un beso haciéndola retroceder hasta que su espalda toco la pared, sentí sus labios indecisos pero poco a poco cualquier duda se despejo de su mente, cambio de lugar haciendo que mi espalda chocara con los ladrillos del callejón. Su lengua se abrió paso en mis labios haciéndome estremecer, hacia tanto que no me sentía tan viva.

Su mano comenzó a descender por mi cintura hasta que bajo a la corta falda que usaba del uniforme y tomando mi pierna hizo que la enredara en su cintura aprisionándome contra la pared. Comenzó a acariciar mis muslos mientras mis manos se enredaban en su ahora largo y castaño cabello. Apenas si soltó mis labios respire con esfuerzo mientras LE comenzaba a repartir besos en mi cuello.

-te extrañe tanto maldita sea, tanto- me dijo con la voz tan agitada al oído que sentí un escalofrió recorrer mi espalda.

Ella siempre seria mi imán, jamás me iba ser posible alejarme de ella..