CAPÍTULO 6

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{ En la casa del Dr Bardock}

Es el día de entrenamiento, Raditz, el hijo mayor del Dr Bardock hace alarde de sus habilidades como peleador.

―¡Ataquenme! ¡Yo no les pago para que vean!.

Les grita Raditz con arrogancia.
Todos lanzan sus mejores puños y patadas pero su técnica es mejor.
No logran darle ni un sólo golpe, a pesar de que los oponentes son más de los que un peleador normal puede enfrentar, uno a uno caen al piso con traumas y fracturas muy graves, sus golpes son certeros y no tiene ni la más mínima compasión por ellos, aunque algunos sangran por las heridas que les causa con sus ataques, son unos pobres diablos como contrincantes de Raditz. Estaba furioso por no tener un oponente que le diera una buena pelea, hasta el momento con el único que ha tenido un verdadero combate ha sido con su padre, el Dr Bardock.

―¡Por favor señor Raditz! ¡es sólo un entrenamiento, por favor detengase, me va a matar!

Le suplicaba uno de los oponentes, el pelinegro estaba tan furioso y decepcionado por no tener a alguien  fuerte para medir sus fuerzas que no medía las consecuencias de sus actos.

―¡Silencio! ¡no ruegues, eso no es digno de un guerrero!.

Le grita Raditz mientras los otros contrincantes estaban asombrados de ver cómo estaba moliendo a golpes a aquel hombre.

― Muchachos ¡El señor Raditz se ha vuelto loco!.

―¿A caso olvidó que es un simple entrenamiento?

― ¡¿Pero que hacemos?!  ¡le va destrozar la cara con sus puños!

―¡lo va matar! ¡no podemos hacer nada!

Se decían preocupados los demás.
Entonces en ese momento aparece Bardock para intervenir.

― ¡ Raditz ya basta !

Dice Bardock mientras se lanza hacia Raditz rápidamente para detenerlo. Acestandoloe un severo puño en la cara, mandandolo directo a la pared, él es el único que puede hacerle frente, apareció en el momento justo, gracias a él, el pobre hombre aún está con vida.

―¡Ustedes, recojan a sus compañeros mal heridos y llevenlos al laboratorio, que los pongan en los tanques de regeneración. ¡A caso están sordos?! ¡muévanse!

― ¡Sí, como usted diga señor Bardock!.

Rápidamente los heridos son llevados por sus compañeros, ahora solo están padre he hijo.

― Raditz, ¿qué demonios te pasa? ¿por qué lastimaste a los muchachos de esa manera? no era necesario exagerar.

Le dice indignado su Padre.

― Me atacaste por sorpresa padre, me rompiste el labio, apesar de que ya no peleas tu técnica sigue siendo buena.

Le responde Raditz limpiándose la sangre que brotó a raíz del golpe.

―¡Pelea con migo papá!, te mostraré lo mucho que he mejorado y lo fuerte que soy.

Le solicita Raditz a su padre en pose de ataque.

―¿Mejorado? ¿fuerte?¿lastimando a los muchachos que te ayudan a entrenar?  por poco y matas a uno de ellos. ¿Qué clase de guerrero eres? esa no es la manera.  No pelearé contigo hijo. Ya es tarde me voy a descansar.

Le habla Bardock a su hijo mayor en un tono de decepción, y dándole la espalda decide retirarse.

―¡Espera padre!.
¿Pero si fuera mi hermano tu opinión sería diferente verdad? ¿si fuera Kakaroto ¿él sí sería digno para ti no es así?, ¡él era el prefererido!

Le recrimina Raditz, a su padre.

―Eso no es así Raditz, para tu madre y para mi los dos siempre fueron iguales, eso que dices son inventos tuyos ¡ya no digas estupideces y respeta la memoria de tu madre y la de tu hermano!. No quiero volver a ver una escena como la de hace unos minutos en esta casa, sigo siendo tu padre y debes obedecerme.

Le dice Bardock a su hijo haciendo valer su autoridad.

― ¡Seguro hubieras preferido que el muerto en la explosión de la nave hubiera sido yo, y no mi hermano Kakaroto. Pero el está muerto hace años, y el único que cuenta aquí soy yo, y solamente yo!.

Le grita Raditz a su padre con odio en su voz.

-¡ Ya, cállate Raditz!.

Le grita Bardock a su hijo, él no se deja provocar y sigue su camino.

CONTINUARÁ...

DRAGON BALL - LA PROMESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora