cap 24

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Capítulo 24 

Cuando ________ por fin se quedó dormida, sus sueños fueron muy angustiosos. A las seis y veintidós minutos de la mañana se despertó empapada en sudor. En el sueño estaba con su viejo perro Tippy y descubría, sorprendida y feliz, que él estaba vivo. Pero luego, no sabía por qué, empezaba a pintarlo de azul. El pequeño cocker spaniel aguantaba con paciencia que ella lo cubriera de pintura azul con un rodillo, hasta que solamente le quedaban los ojos sin pintar. Y el perro la miraba inseguro y triste. Ella por fin terminaba y, cogiendo el bote con la escasa pintura que quedaba, se lo echaba en la cabeza y le cubría los ojos. Tippy empezaba a correr en círculos, ladrando, y luego le mordía en los tobillos. Él mordía una y otra vez, y cuando ________ se despertó, gritando, su sangre, muy roja, se mezclaba con la pintura azul. Era un sueño horrible y no quería volver a dormirse. Puede que hubiera soñado eso por la ansiedad que le provocaba no haber visto a Justin el domingo por la noche. Esperar a que él le informara sobre sus «progresos» la estaba volviendo loca. De modo que se dio una larga ducha y luego se secó el pelo con el secador. Lo tenía demasiado largo y necesitaba un corte. De camino a la puerta cogió dos de los pastelillos de chocolate que habían hecho con Selena el fin de semana, comió uno y guardó el otro en su bolso para más tarde. Después de todo, era lunes. Los lunes eran siempre un rollo porque Marcus se reunía por la mañana con los jefazos, y por la tarde se desquitaba en la reunión que tenía con el resto del personal. Pero este lunes ________ no tenía su acostumbrado nudo en el estómago. Estaba ansiosa por escuchar el informe de Demi. Y cuando Marcus pasó junto al compartimiento que ella ocupaba y la miró, sorprendido de que ya estuviera allí, ________ se dio cuenta de que la vida social de Justin iba a ayudar en más de un sentido a su propia carrera periodística. ________ le dirigió una sonrisa despectiva a su jefe y le dijo «buenos días» con voz cantarina.

Cuando él ya estuvo lejos, sacó el pastelito de chocolate y el café que había comprado y los dejó sobre la mesa. Al menos no era una tarta de nata. Con Selena y sus deliciosas comidas, y los nervios por la vida sentimental de Justin, estaba comiendo bastante más que de costumbre. No le iba a bastar con las sesiones del gimnasio para mantener a raya tantas calorías. Pero ahora estaba hambrienta.

Sentía tanta curiosidad, y estaba tan preocupada, que no podía con su alma. ¿Dónde estaba Demi? Se subió a la silla y miró por encima del tabique a todos los demás compartimientos, para ver si Demi andaba por allí. No se la veía por ninguna parte, y ________ bajó de la silla a tiempo para que Marcus, que volvía a buscar algo, no la pillara. No tenía sentido provocarlo y pagar luego las consecuencias en la reunión semanal.

Llamaría a Justin, puesto que no podía contar con el informe de Demi. No lo encontró, y marcó la extensión de Demi. Sin respuesta. Bebió unos sorbos de café y mordisqueó con remordimientos el pastelito y, cuando la bebida ya estaba fría y no quedaban más que migas del pastel, vio los rizos de Demi por encima de un tabique.

Antes de que Demi llegara a su despacho, ________ ya la estaba esperando en la puerta. Demi la saludó con una sonrisa, y ________ la siguió al interior del compartimiento.

—¿Qué, no vas a contarme nada? —le preguntó.

¿Estaría Demi furiosa por la cita que ella le había arreglado, o tendría que enfadarse ella por lo mal que su amiga había tratado a Justin?

—Sabía que ibas a estar aquí. Lo he pensado esta mañana, cuando me duchaba. De acuerdo, de acuerdo. —Se sentó, cogió un peine del bolso y se arregló el pelo.

—De acuerdo, ¿qué? —preguntó ________.

—De acuerdo, tenías razón en todo.

________ se quedó un instante callada, realmente confundida.

CHICO MALO BUSCA CHICADonde viven las historias. Descúbrelo ahora